Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

miércoles, 24 de septiembre de 2025

Ana, Longi, Ana, Santi e Israel (parte I)

            Conocimos a Ana y Longinos -no el de la lanza, sino un óptico de Ávila-, en abril de 2007, en nuestro viaje de novios -aunque ya llevábamos saliendo casi 20 años-, por Jordania, Siria, Israel y Cisjordania.

          El primer encuentro con ellos fue en el Crac de los Caballeros, ese castillo de ensueño y de difícil acceso del centro de Siria, cercano a la ciudad de las norias de Hama, antes de que este fantástico y poco conocido país se convirtiera en el más absoluto infierno.

          Nos caímos bien y compartimos experiencias increíbles y estilo de vida, aunque no tardamos demasiado tiempo en llevarnos fatal, aunque eso y en estos momentos, ya no venga al caso.

          Tras visitar las Ciudades Muertas y el inolvidable zoco de Alepo les convencimos -ellos no lo tenían en mente-, para embarcarnos en la aventura de Israel y Palestina, a través del puente de Allemby, que precisamente, ha sido ayer cerrado sine die por orden del genocida estrella del siglo XXI, con cuyo nombre no vamos a manchar este blog.

          Llegamos a Jerusalén en la tarde de un Viernes Santo, después de una inesperada y agotadora jornada, en la que todos lo pasamos mal, pero en la que especialmente y por nada en concreto, se cebaron con nuestros nuevos amigos.

          Los israelitas no se han convertido en los más hijos de puta del mundo de la noche a la mañana o por el secuestro de unos rehenes. Ellos y desde que tenemos experiencias viajeras, siempre han sido así de desagradables, sobre todo, cuando visitas su país o te los encuentras en grupo en cualquier parte del mundo. En las pocas veces, que hemos visto a algun@ sol@, la cosa ha sido algo menos traumática.

          Pero, volvamos, a aquella tarde de Viernes Santo de 2007, en la que pasamos más de tres horas en la frontera de Israel. Entonces -no sé ahora- era normal esperar ese tiempo y más, comenzando el sabath, fecha religiosa en la que el país se paraliza absolutamente, como si el mundo se hubiera acabado, de repente.

          Nosotros sufrimos un molesto interrogatorio en español sobre cosas absurdas, aunque no nos mostramos demasiado ofendidos, porque la cosa no llegó a rayar los límites de la mala educación o de la humillación.

          Otra cosa fue, lo de Ana y Longi, al que  seguro, le sigue gustando más la muralla de Ávila, que la de Jerusalén.

          Él, salió a fumar -yo lo había dejado dos años antes- al exterior de la zona de tránsito fronterizo y sin llegar a dar dos caladas fue requerido y vuelto a introducir en ella por varios policías, que le empezaron a interrogar en inglés, lengua, que el óptico abulense no dominaba bien. Y cuando se dieron cuenta de ello, aún se cebaron más, en intimidarle. Le cachearon, hasta el aire, que respiraba y le vejaron, porque no se supiera el himno del Real Madrid, porque según ellos, a un buen español, no le podía no gustar el fútbol.

          Ana, la pobre, aún lo paso peor. Capeaba la entrevista a su novio -o similar, porque nunca definieron su relación -, escribiendo en su diario de viaje, cuando un "simpático" poli se lo arrebató, sospechando y así se lo dijo en perfecto español, que estaba conspirando contra el estado de Israel. Ella lloró, lloró y derramó todas sus lágrimas. Nos costó mucho convencerla -tampoco había muchas más opciones -, de que los cuatro debíamos seguir adelante y poder con aquello.

No hay comentarios: