Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.
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viernes, 1 de junio de 2012

10 razones para viajar a África occidental


            También las hay y son poderosas. Así, que vamos con ellas:

            1. Usando Marruecos y Senegal, como centros de operaciones –donde te permiten entrar y salir, durante 90 días, sin solicitar visado-, puedes gestionar casi todas las visas de la zona, sin muchos inconvenientes, dado que lo único que les interesa es, que pagues.
           
2. Los golpes de estado –o al menos, el que hemos visto-, no son una amenaza real para el turista (aunque, los daños colaterales, son difíciles de evitar). Las autoridades y sus delegados, te tratan con naturalidad y te facilitan las cosas, incluso para salir, cuando la frontera está cerrada para otros usos

3. No hemos padecido ningún caso de soborno y este aspecto, nos ha sorprendido muy gratamente
Djeneé (Mali)
4. Al margen de los pelmas desagradables –más en las zonas turísticas de Senegal y casi nunca en Mali y Mauritania-, la mayoría de la población es muy amable, hospitalaria y te ayudan en todo momento.

5. A pesar de ser países musulmanes, son muy tolerantes (con la excepción de Mauritania). Aunque no sabemos lo que durará, ya que los tuaregs del norte de Mali, están tratando de imponer por la fuerza la sharia y para todo el país. Y si les dejan, para todo el continente. Hay bares suficientes –y baratos-, no hay problemas con el alcohol, ni con beber en público y también es posible, comer cerdo, en algunos establecimientos. Las normas de vestimenta femenina, son igualmente, relajadas.

6. El thieboudienne es el plato nacional de Mauritania y Senegal. A pesar de ser una cocina repetitiva, se tolera muy bien, dado que el guiso está rico –sabor mediterráneo, con sus majados de mortero- y es nutritivo con arroz, numerosas verduras y pescado. En Mali, la cocina es más variada, al haber más puestos callejeros y la carne resulta más barata
                                  Fadiouth (Senegal)
7. Aunque en materia laboral y empresarial, la cosa es un desastre en la zona, siendo las profesiones más abundantes, conductor de cacharro, taxista, lavacoches, aparcacoches, vendedor de cosas inservibles…Hay proyectos –generalmente, llevados a cabo por jóvenes-, muy ambiciosos, de ofrecer buen servicio, a un precio muy razonable. Como ejemplo, el campement de Malika. Lo van construyendo poco a poco, con lo que van ingresando de los clientes. El trato es excepcional y da gusto, dejar aquí el dinero.

8. En Mali y en Senegal, han dado buenas respuestas, a dos temas prioritarios: la luz y el agua potable. La mayoría de los lugares, se hayan iluminados y con escasos cortes. En las ciudades se comercializan bolsas de agua potable, a precios muy asequibles y casi siempre, frescas.

         
                                                                                      Rosso (Mauritania)
9. Seguridad personal muy alta. Aunque muchas veces, hay que operar con mucha agresividad –más que con firmeza- ante personas que te faltan al respeto, sin escrúpulos, no ocasionan muchos inconvenientes. Aunque, mejor tomar precauciones por la noche.

10. Escuela para aprender a tener mucha paciencia. No siempre se consigue y se alternan los momentos buenos, con los malos. Generalmente, hay que estar dispuesto a esperar poco y a que te atrapen el dinero, constantemente. Pero, las experiencias vividas –normalmente- merecen la pena, una vez se ha pasado el calentón. 

10 razones para no viajar a África occidental


                                                              Desierto del Sahara
           Como cada uno tendrá las suyas –como nosotros las poseemos-, para emprender un viaje por esta zona, me limito a dar y tras la experiencia, los motivos por los que no visitar esta área del planeta, que dicho sea de paso, da mucho para escribir, como estáis comprobando.

1.      Inestabilidad política: que te toque un golpe de estado o conflictos civiles o militares, más que una lotería, es una certeza.

2.      Los precios de los visados, ya muy caros –y con la excepción de Senegal-, los suben cuando se les antoja, en cantidades pingües y sin previo aviso.

3.      Sin ser países caros, pagas muchísimo, por lo que recibes a cambio. Nunca en otro viaje, tuvimos la sensación de estar destruyendo nuestro dinero, por prestaciones, por las que en realidad, deberíamos ser recompensados, económicamente
                              Desierto del Sahara (Sahara Occidental)
4.      El lamentable sistema anárquico de transporte público, tantas veces comentado en este blog.

5.      El número de pelmas –sobre todo en Senegal-, superaron la media mundial, por mucho.

6.      Como eres blanco y supuestamente rico, tanto niños como mayores, se creen con el derecho de molestarte, con el fin de obtener un beneficio económico. El sistema es tan ilógico, como vicioso: pagar, por que te incordien y que te incordien, para pagar.

7.      Los controles en todas las carreteras, repantingados en las sillas, debajo de un árbol o en sus casetujos, vigilando los dos bidones y un palo, que hacen de barrera. Da igual, sean militares o policías.

8.      El lamentable estado de las carreteras. Entre túmulos y socavones… En fin, la rima es bastante fácil.

9.      Los vuelos a cualquier parte del mundo, son carísimos. ¡Pero, carísimos.!
Tierra de nadie, en la linea divisoria, que separa Sahara Occidental, de Mauritania
10.  Soportar los comentarios personales y muy personales, de la autora de la guía de Lonely Planet, de Gambia y Senegal. A mi en concreto, me ha sacado muchas veces de mis casillas.

sábado, 12 de mayo de 2012

Mejorar África occidental, ostensiblemente, saldría gratis o casi (parte IV de IV)

“Transporte”:

39º.- Encender el motor del vehículo media hora antes de partir y no apagarlo en las paradas, aunque sean largas, como para comer.

40º.- Transporte sin horarios fijos –en Senegal, que no en Mali-, siendo el único país de nuestro mundo conocido, en que esto ocurre.

41º.- los sufridos y resignados ciudadanos, son capaces de estar cuatro o cinco horas esperando, a que se llene un cacharro, sin inmutarse, aunque se doble la capacidad del vehículo.
Elinkine (Senegal)
42º.- Los militares viajan gratis en el transporte público, porque les da la gana y se lo consienten.

43º.- Se encargan de poner túmulos muy elevados, para frenar el tráfico de las carreteras, cuando esa función, ya la cumplen los numerosos, deteriorados y profundos baches.
44º.- Bajarse de un cacharro en mitad de la nada es fácil, avisando al ayudante, pero al llegar a la gran ciudad, te dejan a más de 12 kilómetros para que te busques la vida, sin llegar a las estaciones establecidas (ocurre muy frecuentemente, en Dakar).

45º.- Un simple autobús de 60 plazas, necesita para ser gestionado, de un conductor, un cobrador –sólo esporádicamente, eficiente- y tres ayudantes, con funciones muy difusas.

46º.- Los militares y la policía –bien simpáticos, eso si- están más bien, sobre todo en las carreteras, en labores de entorpecimiento y nunca, cuando los puedes necesitar en alguna situación difícil.
Camino de Djenné (Mali)
47º.- No entienden, que alguien decida desplazarse andando, como entretenimiento o para las gestiones cotidianas. Casi siempre, cuando preguntas por una dirección en la vía pública, te dicen que esta muy lejos y que cojas un taxi. Pero, como de pequeños no debieron ver “Barrio Sésamo”, los conceptos cerca y lejos, se muestran muy ambiguos.

48º.- Los deteriorados y carísimos taxis de siete plazas –para el desguace, ya desde que los trajeron a África- cuestan casi el doble, que un autobús, semiconfortable, con horario (aunque nunca se cumpla).

49º.- Senegal es el único país del mundo, que conocemos, en el que las rotondas, más que para descongestionar el tráfico, sirven para crear atascos.

50º.- Incumplen cualquier regla de circulación, con la avenencia general –incluida la de las autoridades-, con el fin de ser como el agua y colarse por la rendija más pequeña del asfalto.

51º.- En Dakar, conviven al menos, diez medios de locomoción –privados o no-, que hacen de transporte público, que se entorpecen entre si y que cubren rutas similares.

“Varios”, para terminar:
                       Nouakchott (Mauritania)
52º.- Las carencias se solucionan con nacionalismo en diferentes modalidades. Por ejemplo: todas las bolsas negras, que acogen mercancías, llevan grabado, decenas de veces, el nombre de Senegal.
                          
53º.- Son escasos los lugareños, que hacen algo de deporte, en forma de carreras o de gimnasia y generalmente en la playa. Pero o trotan sin ganas o hacen flexiones con trampa, moviendo sólo los brazos y sin levantar la tripa del suelo.

54º.- Después de escuchar los cincuenta y tres puntos anteriores, ningún senegalés se deprimiría y vería necesidad de cambios. Porque en Senegal –y también en Mali-, cualquier situación, por grave que sea, es solo un “petit problem”
                                                          Oujda (Marruecos)
            Para revertir todas estas situaciones y simplificando, lo que se me ocurre es canalizar la mayor parte de la ayuda humanitaria –al margen de proyectos concretos, como depósitos de agua, rotondas o carreteras-, a financiar programas de educación masiva. Por supuesto e inexcusablemente, laica y controlada estrictamente, por los gobiernos inversores. Todo lo demás, son cantos de sirena o seguir alimentando el negocio –bastante turbio- de unos pocos.

Mejorar África occidental, ostensiblemente, saldría gratis o casi (parte III de IV)

                                                                              Cap Skiring (Casamance, Senegal)
“Dinero”:

29º.- El estrastoferico ascenso de los precios, sin remordimiento o sonrojo. En un mes, el visado de Gambia ha subido, de 25000 a 45000 francos, la cerveza en el supermercado, un 20% y la visa de Mauritania, de 31 a 48 €.

30º.- El mismo vendedor, y en varios casos, preguntando el precio de un artículo, te lo sube sin rubor, diez minutos después.
                                    Rosso (Mauritania)
31º.- Redondeo de las cuentas y siempre a favor del comerciante.

“Servicio a los clientes”:

32º.- Los negocios –salvo los bancos y no siempre- nunca disponen de horarios en la puerta, perjudicando la actividad comercial y a ellos mismos. Pero, parece darles igual.

33º.- Son actores redomados de la mentira: después de haber pagado el hotel a precio de oro y tras haberte hecho una jugarreta, se sorprenden, cuando les dices, que no hay ni luz ni agua, ni la llave cierra la puerta por fuera.

34º.- Si vas a preguntar a la oficina de turismo de Dakar, única conocida y operativa en el país, las mujeres que atienden, no tienen la menor idea de nada. Las más voluntariosas, te mandan coger un taxi o alegan desconocimiento. Las más osadas, directamente, se inventan lo primero que les viene a la cabeza, sin pudor o remordimiento.
Djenné (Mali)
35º.- Incapacidad para la negociación. Prefieren tener un alojamiento vacío, que bajarse del burro de su tarifa.

36º.- Dejar el negocio vació y abierto –sea puesto, tienda o cíber- y sin señal alguna, de cuando volverán. En el caso, de que ya hayas consumido el servicio, te toca esperar –a lo mejor eternamente- o traicionas tus principios y le birlas unos pocos francos, a un supuesto pobre. Si se trata de una compra, lo usual es, coger el producto, dejar el importe exacto y esperar a que nadie ajeno, se lo lleve (cosa, que no suele ocurrir, porque afortunadamente, entre pobres no se suelen robar)

“Pedigüeños”:

37º.- El asunto de los niños pedigüeños –con el bote de tomate o nocilla, colgando del cuello- y que actúan en manada, es realmente un problema grave y molesto. Resulta imposible saber, cual es su origen y como termina y sobreviven, dado que llegada una determinada edad, desaparecen del asfalto. Son una rémora absoluta, que entorpece cualquier actividad o relación.
                                       Fez (Marruecos)
38º.- Muchos transeúntes –niños y no tan niños- se creen con el derecho de molestar al extranjero, pidiéndole regalos, dinero o que les compres cosas inservibles –que tienen a la venta-, supuestamente, porque eres menos pobre que ellos. En este sentido, el avasallamiento en las estaciones de autobuses, en los primeros diez minutos, hasta que te muestras firme, es tremendo.

Mejorar África occidental, ostensiblemente, saldría gratis o casi (parte II de IV)

          Sin anécdotas tan llamativas para ilustrarlos, enumero otras situaciones. Como suman un total de 54, he decidido agruparlas por campos
                                                   Cap Skiring (Senegal)
“Convivencia”:

6º.- Insensibilidad a la basura y a tirarla en cualquier parte.

7º.-Que te den una bolsa negra, con casi todo, por ínfima que sea la compra y que acabará revoloteando por cualquier parte, movida por el aire de la tarde.

8º.- Tratar de meterse con la moto, hasta el corazón de los mercados, de calles estrechas o hasta el interior de los establecimientos, sin reparar en el daño, que hacen a las ventas de los tenderos de los primeros o al patrimonio de los segundos, que han pagado el asfaltado de la calle, de su propio bolsillo.

9º.-.Falta absoluta de educación en las relaciones sociales y comerciales, una vez obtenido el dinero. Explicaciones inexistentes, ante cualquier carencia del servicio.

10º.- Transmitir por toda la ciudad y a todo volumen los cánticos religiosos, que sólo representan y desean escuchar unos pocos.
11º.- Comer todos del mismo plato –con cuchara o con la mano- habiendo vajilla suficiente.

12º.- La costumbre de convertir ríos y arroyos, en vertederos de basura.
Tarfaya (Sahara Occidental)
13º.- Pocas escuelas normales y muchas coránicas.

14º.- Por un mismo barrio, transitan coches de caballos, junto a vehículos de lujo, cabras, gallinas…. Aunque, haya quién pueda considerar esto, como un síntoma de tolerancia y convivencia.

“Calidad de vida”:

15º.- Alguien tendría que explicarles, a esta gente, que si con dos hijos, no pueden salir adelante, menos lo harán con cuatro.

16º.- También, que la cabeza sirve para algo más, que para llevar sobre ella, bidones, barreños, bandejas, platos o postizos para el pelo. Va a ser difícil, que lo entiendan, pero habría que hacer el esfuerzo.

17º.- Pero tontos, al final no son, porque a la vez celebran –con cierre de todos los servicios básicos-, fiestas católicas y musulmanas, convirtiendo el calendario laboral en una delicia, para cualquier occidental.
                          Nouakchott (Mauritania)
18º.- Teniendo verdaderas carencias económicas, a todas partes van en taxi, incluso, cuando son distancias muy cortas, No desgastan los pies, ni siquiera para bailar, porque también los arrastran, como hemos visto en unos cuantos bares

19.Barren con escobas de palo corto –incómodamente agachados-, siempre al centro de la calle o a los pies del que pasa en ese momento, por delante de ellos..

20º.- Tapan las cervezas con la chapa, mientras la beben, pero luego, comen o retozan entre la basura y sin lavarse las manos.

21º.- Cada parada en la carretera, es posible encontrar a los vendedores, ofertando la misma mercancía y no otra cosa. Además de lo que puede ser útil para el viajero –snacks y agua-, también abunda lo inútil, en formatos múltiples (mandos para la tele, pósters, imanes para nevera….).

22º.- Encontrar una farmacia de guardia en un día festivo -Pascua-, en Dakar, es tremendamente más difícil, que hallar una licorería abierta. Aunque, esto no carece de lógica. Hay bastantes más demandantes de bebidas alcohólicas, que de medicamentos (aparentemente).
Elinkine (Senegal)
23º.- El sistema de venta en las calles. Los de las tiendas sacan su mercancía afuera. Enfrente, se colocan los de los puestos callejeros y por el poco espacio que queda entre medias, circulan los vendedores ambulantes, cargados de trastos. ¿Por dónde acceden los compradores?. Habría que añadir además, los vehículos mal aparcados y el infernal tráfico de la calzada.

24º.- Una farola ha caído y se halla desplomada en la plaza principal, de Dakar. Lo curioso es, que aún da luz desde el suelo. Nadie se sorprende. Después de una semana, aún sigue así.

25º.- En occidente, los supermercados son las tiendas de los pobres. En gran parte de África, las de los ricos –blanquitos-, dado que se venden productos –teóricamente- exclusivos, por cuatro o cinco veces lo que valen, aquí. En los pocos bienes que compiten –de fabricación local-, son más económicas las tiendecitas callejeras.

26º.- Ausencia muy generalizada de mosquiteras, a diferencia de otros países más pobres, de África occidental, en los alojamientos económicos. El coste es ínfimo –un par de euros-, en relación con los beneficios.

27º.- En un recorrido en transporte público por Dakar, leímos en una pared: “vamos a retirar la basura de las calles y a aprender a comportarnos”. Sobre lo primero, está todo dicho. Sobre lo segundo, no está mal, que se planteen el objetivo, pero queda todo el camino por andar.
                                                                                Sale (Marruecos)
Al margen de poner freno a su habitual agresividad, ilustro con dos ejemplos, entre las diversas situaciones, que nos ocurrieron: a) subes en un transporte y dejas los bultos, ocupando tus asientos. Bajas y cuando reingresas, alguien se ha sentado en tu sitio y ni siquiera ya sabe, donde ha puesto tu equipaje. b) estas en un cíber navegando. Levantas el culo, para mirar algo en la pantalla y de repente, alguien llega por detrás y te quita la silla.

28º.- Se plantan en mitad de la acera, interrumpiendo el tránsito, como si fueran una farola. De poco sirve, que les digas y repitas: “s’il vous plait”.

Mejorar África occidental, ostensiblemente, saldría gratis o casi (parte I de IV)

            En este apartado, se reseñan situaciones características de África occidental (fundamentalmente, de Senegal). La mayoría, se podrían revertir, sin apenas desembolsos económicos importantes. Simplemente, bastaría con un cambio de mentalidad. Aunque, debería ser profundo. Vamos allá.

            En nuestra penúltima tarde en Kaolak (Senegal), acudimos al cíber, para tratar de decidir nuestro inquietante futuro y sufrimos un desagradable incidente. Tras una hora de nefasta conexión, vamos a pagar los 300 francos, con un billete de mil. Lo agarra el encargado, rápidamente y nos indica, que no dispone de cambio. Pasan cinco minutos y viendo, que no se mueve del sitio, le indicamos que tenemos prisa y que deseamos recibir la vuelta. Sin siquiera contestarnos, cambia de ubicación en el local y se sienta en otro sitio, sin inmutarse.
                               Camino de Kayes (Mali)
Poco a poco, vamos subiendo el tono y nos indica, que no es su problema, que no podamos pagarle con el dinero justo. Amenazamos con llevarnos un teclado y una pantalla, pero no sirve. Tenemos que estallar y encolerizarnos, para que uno de los que le rodean, que esta recargando su móvil, le preste la moneda de 500, que le falta para darnos el maldito cambio. Ha pasado casi un cuarto de hora y aún tenemos que aguantar, que nos diga que nos estamos poniendo muy nerviosos y hablando muy deprisa. En esta desagradable escena, se dan varias de las enormes rémoras, que arrastra África occidental, especialmente, en Senegal:
                                 Isla de Goreé (Senegal) 
1º.- Falta de cambio: es un mal endémico. Portes el billete que lleves, salvo en las negocios regentados por los blancos. No tienen ningún pudor, en negarte la compra y si ya han prestado el servicio, hacerse los remolones o que tengas que ser tú, el que te busques la vida, para darles el importe exacto. La –en occidente, Asia, África oriental y otros lugares del mundo- habitual experiencia de ir al banco y conseguir monedas para el negocio, es desconocida o simplemente, exótica, en esta zona del globo.

2º.- Atrapar el dinero y luego ya veremos, en que condiciones te presto el servicio y por supuesto, sin devolverlo, aunque no cumplan su compromiso. Ocurre muy a menudo, en el sector del transporte, aunque se desparrama por todos los demás. El concepto cliente o servicio, simplemente, no existen, ni tienen pinta de aparecer en el medio plazo.

3º.- La desidia generalizada, que se muestra en actitudes, como estar todo el tiempo posible tirados a la bartola o sentados, contemplando el infinito. Solo se mueven, si van a conseguir dinero, a cambio y en muchísimas ocasiones, arrastrando los pies y con ademán cansino. Te sirven la botella de cerveza y te la cobran de inmediato. Luego, tardan cuatro de hora en traerte el cambio. El casco, que dejas sobre la mesa, puede estar sobre ella, hasta la hora de cerrar –o la mañana siguiente-. No es, que no lo recojan porque estén entretenidos, haciendo algo. No conocen más ocio, que holgazanear o enredar con el móvil. Y es extraño, porque cuando son pequeños, se entretienen con cualquier cosa.
Al hilo de la cerveza, reseñar otro increíble incidente, que habíamos padecido por la mañana en el bar, donde llevábamos tres días haciendo bastante gasto. Las primeras cervezas, nos las cobran al precio de siempre, pero las segundas, no, porque al patrón, se le ha ocurrido subir el importe, a media mañana. Y esto nos hace entrar en el siguiente apartado.
 Rosso (Mauritania) 
4º.- Desconsideración absoluta hacia el cliente, incluso por menos de 10 céntimos. Por supuesto, no volvimos a pisar ese sitio, aún pagando más caras las bebidas en otro local, provocando el problema número

5º.-. Por no pensar en el futuro, perdieron mucho más dinero, que el que ganaron con su treta.