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viernes, 18 de diciembre de 2015

¿Qué tiene Corea del Sur del tercer mundo?

                                                                    Esta y la siguiente son, de Busan (Corea del Sur)
          Quizás, pueda ser más interesante, que es lo que encontramos del tercer mundo, en Corea del Sur, admitiendo que, simplemente, algunas cosas pueden tener un factor cultural, más que económico. En su gran mayoría, están relacionadas con la desigualdad y las condiciones de trabajo de las clases menos desfavorecidas (de las favorecidas no tenemos ni idea, porque no las vimos siquiera). De nuevo, vayamos enumerando.

          -Desconocemos el sistema de pensiones coreano, por lo que no podemos opinar a fondo. Pero, si somos capaces de constatar, que hay un número muy grande de personas muy mayores -mujeres, fundamentalmente-, trabajando en puestos -mayormente de pescado- o ejerciendo otras actividades laborales (hasta repartir publicidad por la calle, siendo las nueve de la noche, en pleno centro de la capital).

          -Miles y miles de puestos callejeros. Más incluso, que en el sudeste asiático. Sé que es un factor cultural, pero Corea no tiene clima tropical, como esa zona y en invierno y enero pueden alcanzar, fácilmente, los cinco grados bajo cero.

                                                       Esta y las siguientes siete son, de Gyeongju (Corea del Sur)
          -Hay demasiada gente trabajando los siete días de la semana (festivos incluidos) y de sol a sol, en esos mencionados puestos callejeros, para obtener unos sueldos, que parecen de miseria (especialmente, viendo los precios de los alimentos).

          -En sectores del comercio -especialmente, en supermercados-, hemos constatado, que la mayoría de los trabajadores hacen la jornada completa, sin levantar la vista de la caja y con una productividad alucinante, que ya la quisiera para si, el Mercadona. Me refiero a ellos, porque es lo que más conocemos. Nos dijeron además -no está contrastado-, que en este país tu jefe te puede negar las vacaciones, en determinadas circunstancias.

          -Puede parecer sorprendente, pero Corea del Sur ofrece una de las más elevadas tasas de suicidios del mundo. Seguro, que esto no es por pura casualidad. Parece ser, que algunos contratos te obligan -en la clausula correspondiente- a no suicidarte.


          -Como ya hemos dicho, demasiada gente tirada por la calle borracha, sin otra forma de poder orientar su vida. Nadie parece poner freno a esta lacra, ni a que el país, sea el que más consume alcohol en el mundo.

          -Sin llevar a ver barrios de chabolas -ni siquiera, al entrar en transporte a las ciudades-, si que caminamos por zonas muy humildes -incluso, dormimos en una-, al estilo de Jakarta o Ho Chi Minh, por ejemplo

          -La moneda -el won- ofrece tipos de cambio, típicos del tercer mundo y no del primero. Si le quitaran dos o tres ceros, todo sería más sencillo y no tendríamos, que trabajar con la actual tasa: 1 euro=1.250 wons.

          -Vendedores en el metro. No son pocos, los que en el suburbano, venden de casi todo lo imaginable -tobilleras, cinturones, maquinillas eléctricas de afeitar...-, de forma ilegal (vimos, como detenían a uno).

          -Por las calles de las ciudades, hay bastantes personas -muchas de ellas, mayores-, tirando esforzadamente de pesados carromatos, que pueden contener de todo, pero casi siempre son cosas de escaso valor


         -Las motos -a gran velocidad y generalmente, de reparto- circulan por las aceras sin restricciones y cruzan por los pasos de cebra, para ahorrarse maniobras. Lo mismo ocurre con las bicicletas. Esto es tercermundista total.

          -Los precios de la comida triplican los de España, en muchas ocasiones, cosa que ocurre en decenas de países, de África. No ocurre lo mismo en el transporte público o en los hoteles, que en ambos casos, son más económicos, que aquí.
-La contaminación resulta muy elevada, aunque eso no es sólo típico del tercer mundo. Los parques son muy escasos y el ocio se dedica más al centro comercial, que al esparcimiento. No sabemos, como se desfogan los niños y lo cierto -salvo, que no los saquen de casa- es, que tampoco vimos demasiados, para ser un país superpoblado.


          -Aunque no es la norma general, algunos mercados recuerdan bastante al tercer mundo. Más, que por cutres -que también-, por estar a todas horas vacíos y desconocer, realmente, de que y como vive esa gente, que regenta los puestos. No es infrecuente, como ocurre en el sudeste asiático, que se queden dormidos en sus negocios, a cualquier hora del día.

          -Subterráneos. Los pusimos en la parte del primer mundo y ahora, toca colocarlos aquí. Primero, porque son profundísimos y obligan, en muchas ocasiones, a ascender/descender tres largos tramos de escaleras. No siempre existe ascensor por lo que los minusválidos o ancianos -a los que, casi no se ve en la calle, salvo trabajando-, padecen grandes dificultades. Cientos de puestos y tiendas pueblan estos subterráneos, como en muchos países del tercer mundo (generalmente, sin clientes).

                                                                    Esta y la siguiente son, de Seúl (Corea del Sur)
          -El agua no es potable, ni siquiera en la capital, según nos contaron en información y turismo. Cierto es, que a lo largo de todo el país, existen fuentes de agua buena y fría para saciar la sed.

          -Las medidas de accesibilidad propuestas por las autoridades son malas y las barandillas infrecuentes, hasta en sitios emblemáticos.

          -Se ve a más padres de la cuenta, que a pesar de transitar por zonas modernas y agradables, debe cargar con los niños a cuestas, por no tener cochecitos o sillas.

          -Resulta imposible, encontrar cosas que sirvan en la basura. Tampoco, comida abandonada o sobras en las foods court -patios de comidas- o en las cadenas de comida rápida. Mirado de otra forma, esto podría ser un síntoma de civilización y sensibilidad

                                   Esta y la siguiente son, el anverso y el reverso de un folleto, de Gyeongju (Corea del Sur)
          - Los nights markets o mercados nocturnos. Cierto es, que son tradicionales de toda Asia -mayormente, la tropical-, pero también, que quien pudiera ganarse la vida de otra manera, en un país próspero, lo haría y no aguantaría temperaturas bajo cero, en invierno.


        -Como se ha dicho, la información turística es buena. Pero los planos muy malos. Y además, la mayoría de las calles no tienen nombre y los números no son correlativos, sino que van por fecha de edificación. En Seúl y Busan no es difícil orientarse, pero si en el resto del país, si no pides ayuda a las chicas de turismo.


Como en el caso de los aspectos del primer mundo, podríamos seguir, pero creo, que se han incorporado las suficientes muestras, para haceros una idea.  

1 comentario:

Eva dijo...

Con este post, soy por concluido, definitivamente, la serie de publicaciones de nuestro viaje , a Corea del Sur..

FELIZ AÑO A TODOS Y EL DOMINGO, PODEMOS.