Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.
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miércoles, 23 de marzo de 2011

Cosas, que pensamos que nunca haríamos -o soportaríamos- y que nos resultan tan naturales, ahora

            Viajar por África subsahariana, te cambia la mentalidad. Debes aferrarte en cada momento, a las condiciones existentes, sin tener demasiada elección. Por eso o te adaptas o sufres más de la cuenta.



            Aquí va una relación de cosas, que ahora nos parecen de lo más normales y que antes del viaje, nos habrían resultado bastante incómodas:

                                         Ciudad del Cabo (Sudáfrica)

            -Darnos la vuelta, al llegar a dos fronteras y retornar cabreados, al país de origen (hemos constatado con otros viajeros, que no hemos sido los únicos).



            -Lavarnos la cabeza con pastillas de jabón o espuma de afeitar, por no poder conseguir champú o por el elevado precio de este producto (especialmente, en Malawi, donde no había ninguno, por menos de cuatro euros).
 Navidad, en Ciudad del Cabo



            -Llegar de noche, a una gran e insegura ciudad y tener que decidir en dos segundos, si una persona a la que acabas de conocer,  te parece de confianza, para que te gestione lo más básico (que suele ser el alojamiento). En cualquier otro continente, puedes elegir de quien te fías o simplemente, rechazar ayuda externa. En África, tarde o temprano, tendrás que acabar acudiendo a ella y tener instinto, a la hora de arrimarse a alguien, te resuelve tantos problemas, como te evita.



                                                                            Kariba (Zimbabwe)
            -Llegar casi a pegarnos con los ladrones, que nos robaron la cámara –y, que posteriormente, recuperamos- o con los cambistas más agresivos de las fronteras.



            -Montarno en el coche, furgoneta o camión, del primero que pasa y te lo ofrece.



            -Dejarnos pagar el alojamiento y la manutención, por el primero que te lo ofrece, tendiendo nosotros dinero suficiente. O irte a casa, del primero que te invita, a dormir gratis.



            -Pernoctar en la antesala de una tienda de fotografía, el día de Nochevieja o esperar en plena calle y en zonas no seguras, la partida de autobuses, con horarios intempestivos.



            -Cortarnos el pelo el uno al otro, con unas tijeras de costurero (y encima, no quedar demasiado mal).



            -Estar dispuestos a dormir en plena calle y sin pestañear, en lugares no seguros.



            -Vivir tan tranquilamente sin reloj (casualmente, se nos estropearon a los dos, entre el día 50 y 60 de viaje) y con el móvil descargado, no teniendo por tanto, conocimiento de la hora.



            -Explorar países sin planos, guías y mapas y con la única ayuda de internet, cuando era posible acceder.


Lamu (Kenia)

            -Coser mosquiteras a la luz de velas o de linternas.



            -Orinar en botellas o bolsas, por las malas condiciones del baño o la inseguridad del alojamiento en cuestión.



            -En los autobuses y para el sexo masculino, se hace bastante fácil, realizar la mencionada necesidad, en una botella de litro y medio de agua. Basta con un poco de práctica y con saber dejar salir el aire, mientras entra el líquido (puras cuestiones de física). Y es que a veces te tienen durante más de ocho o diez horas, sin parar para orinar.



            -Viajar en un tren, completamente a oscuras. Pensar, que es lo más normal, la segunda vez, que lo hicimos. Y dormir a pierna suelta, en ambas ocasiones



            -Dejar las pertenencias –no, ni mucho menos, los objetos de valor-, en una habitación, que solo tenía pestillo por dentro y que cuando te vas a la calle, queda abierta.


            -Acercarnos demasiado y sin las mínimas prevenciones, a animales salvajes, para tomar fotografías.



            -Considerar normal y no molesto, estar sin agua, sin luz, sin asearte, sin poder lavar la ropa, después de jornadas sudorosas, a más de 35 grados de temperatura y con humedad…

                                          Delta del Okavango (Botswana)

            -Afortunadamente y aunque, trasgredimos unas cuantas líneas rojas, tuvimos suerte y las muchas incidencias que padecimos, se quedaron en simples sustos y terminaron bien. Tampoco, acabamos devorados por ninguna tribu africana o en el fondo de una olla de cocina, como seriamente temían, algunos de nuestros familiares y amigos, en España. ¡Tenemos la carne demasiado dura, hasta para las perfectas y ansiosas dentaduras de los negritos!.

sábado, 8 de enero de 2011

Feliz año desde las Cataratas Victoria (con Nochevieja movida)

      Siempre habia sonado, con pasar un fin de ano en el hemisferio sur, viendo a papa Noel en manga corta y disfrutando del entusiasmo local, por el inicio de una nueva singladura temporal.

      Los deseos, nunca se cumplen, como se ha imaginado. Efectivamente, vivimos nuestra primera Nochevieja en el tropico de Capricornio y probablemente, sera la mas inolvidable de todas. Pero...
 Cataratas Victoria (desde Zimbabwe) 
      El dia no empezo nada bien. A las nueve menos cuarto de la manana, desocupamos nuestra habitacion en Nata (Botsuana), para llegar a la gasolinera, que hace funciones de estacion de autobuses. Nos habian dicho, que a las nueve, partia un bus para Kasane. Nada de nada. Seis horas esperando y lo unico que llega, es un micro con una sola plaza disponible. Mientras tanto, a ratos diluvia. Casi nos llevan a la carcel, por estar bebiendo una cerveza en la calle. Afortunadamente, conseguimos templar nuestro cuerpo, con una buena racion de pollo, arroz, vegetales y alubias.
                Cataratas Victoria (desde Zimbabwe) 
      Cuando presumimos, que el fin de ano lo pasaremos en la gasolinera, aparece el que organiza los chanchullos de la estacion y por una propinilla, nos coloca en un coche particular, junto a otra chica, al mismo precio que el autobus.
 
      Conductor suicida, aunque en coche nuevo, nos pone en tres horas en Kasane. Hay cinco hoteles. Dos estan llenos, uno derruido -aunque con el luminoso encendido y vigilante de seguridad presente- y dos, de precio inasumible. Son las siete y media de la tarde y no hay casi nadie en la calle, una vez que ha cerrado el centro comercial del pueblo. Aceptamos lo evidente: Nochevieja sin hogar y con la mochila a cuestas. Nos acercamos a un bar y tomamos unas cervezas Black Label. Nos animamos, con los efluvios del alcohol y viendo como los pocos lugarenos, disfrutan rompiendo los cascos contra el suelo. A las once cierran.
 
      Caminando, encontramos una tienda de fotos peculiar. Se trata de una especie de cabana de madera.  Dentro tiene un habitaculo cerrado, a modo de negocio y accesible, una alfombra sucia en el suelo y un fondo claro, para hacer instantaneas. Ademas, un lavabo y al otro lado, la estructura de madera diafana. Pintoresco lugar.
 
      En el centro, una especie de 3+2 de mimbre, donde nos acomodamos y celebramos la llegada del nuevo ano, a ritmo de tres fuegos artificiales y una botella de vino. Rara y entranable estampa navidena.

      Dulces e inalterados suenos, hasta que a las siete y media de la manana, llega el propietario del chiringuito, dispuesto a abrir. No parece enojado, pero nos explica, que no es lugar para "acmodation"
 
      Recorremos la calle principal. Todo esta abierto, como en un dia normal y lo del happy new year, aqui suena a chino. Tras dos horas de gestiones, visados y transporte, nos encontramos de frente y ya en Zimbabwe, ante las maravillosas Cataratas Victoria.
 Victoria Falls 

El delta del Okavango

      Delta del Okavango
          A menos de 200 metros del inicio del paseo para el avistamiento de animales en el delta del Okavango, tropezamos con una enorme mierda de elefante. Segun Gowe, nuestro experto, emotivo y comunicativo guia, es de hace tres semanas. Con las manos escarba en ella, para mostrarnos como estan creciendo, una especie de champinones. Son las mismas extremidades, que luego usara -sin jabon o agua de por medio- para zamparse un bocadillo de mantequilla de cacahuete y para hacer funciones de recogida y recipiente de agua del propio rio, con el fin de saciar su sed. Y nosotros preocupados, porque al desembarcar, hemos tenido que meter los pies en el agua y caminar por el fango, poruqe no hay muelles!!. Mira, que nos lo han dicho veinte veces en Sanidad Exterior: No tocar el agua de los rios, que la esquistosomiasis, no es cosa de poca monta.
  Delta del Okavango (Botswana)
      Lo interesante de esta cara, pero imprescindible excursion, mas que ver animales, es recorrer el delta en mokoro. Se trata de una larga y estrecha embarcacion, de escaso calado -la profundidad en muchos tramos, es de centimetros-, en forma de medio tronco de arbol vaciado. El que nos transporta, va clavando en el suelo un largo remo terminado en forma de Y. Navegamos a ras del agua y el paisaje es espectacular: Enormes y omnipresentes nenufares, flores a modo de margaritas gigantes -que se abren por el dia y se cierran por la noche-; plantaciones de alargados papiros y mucha vegetacion, que casi convierte en un hilo, el espacio por donde pasan los botes.
  Delta del Okavango (Botswana)
      En la barca de detras, viaja una pareja de holandeses. Lo primero, que ella nos ha dejado claro, es que no quiere hablar de futbol. Mas a la defensiva y a lo bestia, que en la propia final del Mundial.

      En cuanto a la contemplacion de animales, hemos tenido mucha suerte, dado que es mediodia y a esas horas, suelen estar en el bosque, ocultos debido al calor: Una enorme jirafa -a menos de 25 metros-, una docena de hipopotamos, un antilope y decenas de especies de pajaros. Ademas, la cornamenta sobrante de un antilope depredado y huellas de guepardo, hipopotamo, cebra, leopardo y elefante. Todo ello, en dos horas.
 
      Lo normal es, ir a ver animales bien temprano o al atardecer, pero eso, supone pasar una noche en la jungla, resultando mucho mas costoso -unos 200 euros por persona- y con bastantes horas perdidas en el campamento, sin nada que hacer.
                                                                               Delta del Okavango
                                                                                Delta del Okavango

Feliz Navidad desde Gaborone (Botsuana)

Salvo las mas de cinco horas, en que hemos viajado en bus con aire acondicionado -toda una novedad-, hemos vivido una navidad a mas de 35 grados, en Gaborone y Francistown, las dos principales ciudades de la despoblada Botsuana.
                                                                                                        Gaborone
            Las habituales navidades blancas, llenas de frivolidad y consumismo, se han transformado aqui, en navidades negras -si nos atenemos al color de la piel de quienes nos rodean- o rojas -si miramos el de la nuestra-.

            Gaborone hoy, funciona a pleno rendimiento (dentro de que la actividad de esta capital es menor, que la de Soria, en cualquier manana apatica). Tres de sus cinco supermercados han abierto y estan abarrotados de gente, que viene a comprar lo mismo que todos los dias: Pap -pure de harina de maiz-, alguna pieza de pollo y refrescos,con los que aliviar el calor. En el bus, la gente come pollo con patatas fritas, del Hungry Lion, una de las tantas cadenas de comida rapida del sur de Africa. Nosotros aplacamos el hambre, con papas fritas de bolsa,alubias con arroz y bocadillos de salchichas. Nunca recordare lo que comimos la Navidad de 1989, 1997 o 2003. Pero,siempre permanecera en nuestra memoria, el improvisado menu de este ano.
                                   Maun
            Las tiendas de los centros comerciales se han permitido el lujo de cerrar. No asi, los destartalados puestos callejeros, cuyos gestores parece que hoy, tienen poco mas que celebrar, que seguir viviendo dia a dia.
                                     
            Anochecido ya, este extrano dia y habiendo encontrado hotel facilmente -cosa nada sencilla aqui-, tenemos nuestra explosion navidena, en un suburbio de Francistown, tomando una fresquisima cerveza, Black Label, que nos reconforta de arriba a abajo.

            Poca cosa, para los que en el invierno boreal, llevais encima decenas de botellas de champan. Pero -aparte de familia y amigos-, ese burbujeante placer es, lo unico que echamos de menos de vuestra -que ya no nuestra- Navidad. Merry Christmas!!.
                                                  Mokoros, embarcaciones que navegan por el delta del Okavango

jueves, 2 de diciembre de 2010

Menos de 100 horas para el inicio de esta aventura

                                                                                               Victoria Falls (Zimbabwe)
           Restan, poco más de tres días para nuestra partida. Se respira inquietud. Somos viajeros expertos y conocemos 90 países, pero aún no estamos bautizados, en el África subsahariana. Y eso, que empezamos por la zona VIP del continente, por países como Sudáfrica, Namibia y Botswana (o tal vez no, porque el siguiente destino, después de Pretoria, aún nos es desconocido). Todavía quedan de atar algunos flecos, pero la mayor parte de los preparativos, ya han culminado.



            El martes, 7 de diciembre, sobre las cuatro y media de la madrugada, aterrizaremos en Johannesburgo. En un principio, no pretendemos pisar siquiera esta ciudad. No tiene nada interesante y sí, bastante inseguridad. Así, que partiremos hacia la cercana Pretoria (60 kilómetros).             Johannesburgo (Sudáfrica)



            A partir de aquí, todo son elucubraciones, aunque también hay tomada, alguna decisión. No visitaremos el PN Kruger. Ya habrá sitios, a lo largo del continente, para observar animales (sean los cinco grandes o los siete magníficos). Nos da mala espina, un sitio tan turístico y encima en una época, tan exuberante de vegetación, en la que resulta más difícil, ver a las fieras. También hemos leído unas cuantas opiniones, de gente decepcionada, que se ha ido de esta reserva, viendo muy poca cosa. Las razones de esto deben de ser, la vasta extensión del parque y que los animales, no siempre tienen las mismas costumbres y van a los mismos sitios, a cazar, comer o descansar (como si creo, que ocurre en otros lugares de África, como Tanzania).



            Otra cuestión es, si visitaremos Soweto. Nos encantaría, pero los tours que vimos desde Johannesburgo, no son nada baratos. Me temo, que desde Pretoria, aún lo serán menos. Tal vez, probemos en algún otro township, más adelante, en Ciudad del Cabo (por supuesto, siempre con guía).



            Desde Pretoria, probablemente, partamos hacia Swazilandia (Mbababne), a 349 kilómetros. No sabemos, que es lo que veremos en este país. Posiblemente y por la costa, luego tiremos hasta Durban, a 541 kilómetros (donde perdimos con Suiza, pero ganamos a Alemania, en las semis, de la querida Copa del Mundo). Haremos alguna parada intermedia, por la costa. La ciudad  merece la pena, aunque no es tampoco muy segura (pero, sin paranoias).

                                                                                                                            Reserva de Mlilbane (Suazilandia)



            De ahí, a Pietermaritzburg (78 kilómetros), Ladysmith (160 kilómetros), Bethlehem (174 kilómetros), Clarens (39 kilómetros) y Maseru, en Lesotho (163 kilómetros). Precisamente, en Ladysmith, Dundee y Newcastle decidiremos si hacemos organizada, la Ruta de las Batallas.



            Posteriormente, retornaremos a Sudáfrica, bien hacia Ciudad del Cabo –probablemente, sin pasar por Bloemfontein- (1.091 kilómetros) o Port Elizabeth (674 kilómetros). Es más probable, la segunda hipótesis, para poder acometer las denominadas, montañas Drakensberg y la denominada Ruta Verde: Plettemberg (229 kilómetros, desde Port Elizabeth), Knysna (31 kilómetros), Hout Bay (504 kilómetros) -descartando, Oudtshoom, a 123 kilómetros, al norte de Knysna-, Ciudad del Cabo (20 kilómetros)



            Otra opción, desde Lesotho, es no pasar por Porth Elizabeth e ir directamente, hasta Plettemberg (829 kilómetros). Perdonad tantos datos y cifras, pero a nosotros nos vienen muy bien, para tenerlo almacenado aquí, poder consultar durante el viaje y tomar decisiones.



            Naturalmente, este es el recorrido –sin rastros de reservas animales- más ambicioso y agotador, que probablemente, no cumpliremos nunca, porque las distancias en Sudáfrica, son enormes. ¿Y volar?. Lo que vemos desde aquí, no sale muy barato. Habrá que estar atentos, a que precio tienen los vuelos internos, in situ. Pero, desde luego, hacer en avión un trayecto largo, sería muy agradecido. Y más, cuando después de Ciudad del Cabo, tenemos otra vez que tirar hacia el norte, para conectar con Namibia.

                Ciudad del Cabo (Sudáfrica)

            En cuanto al alojamiento, vamos sin ni siquiera la primera noche reservada. No hemos encontrado buenos precios en internet. Y en relación con la guía, nos llevaremos la completa de África, de Lonely Planet. Queríamos, haber comprado la de la parte oriental, pero le faltan bastantes países, de los que pretendemos visitar.



            Proyección de itinerario en Namibia (no hay nada decidido, ni siquiera visitar el país, pero permitidme almacenar aquí, un pequeño proyecto): Empezaríamos por Noordoewer (685 kilómetros, al norte de Ciudad del Cabo). Desde Springbox, hay 124 kilómetros, a la frontera con Namibia. (Vioolsdrif, lado sudafricano, a 7,5 kilómetros, de la ciudad de Namibia). Luego, Fish River Canyon –espectacular-, Sesriem Canyon, Sossusvlei –que buena pinta tiene-, Windhoek –la capital-, Swakopmund y PN Etosha.



            De ahí, al corredor del Caprivi, al delta del Okawango en Botswana –donde exploraremos el norte, cataratas Victoria y río Zamweze...

                                                         Cuchamano (Mozambique)

            En cuanto a la profilaxis de la malaria, la tomaremos al principio del viaje, hasta llegar a Durban (dado que hay varias zonas de riesgo, en Kwazulu Natal y Swazilandia) y la suspenderemos, hasta alcanzar la capital de Namibia, para volver a retomarla, allí.
                                                             Harare (Zimbabwe)