Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

jueves, 4 de enero de 2024

Inicio de viaje arriesgado, pero con muchas oportunidades

           Éramos conscientes - por esa manía, que nos entró hace unos meses de visitar Kuwait -, que el principio de este pretendido noveno viaje largo iba a ser complicado. Si fallaba un eslabón, todo se iba a la mierda. Pronóstico de vida algo tediosa -demasiadas esperas- y de gran resistencia mental, ante un plan tan exigente, como seguro, que para muchos, absurdo, arriesgado, irrelevante o exagerado. ¡Ni más, ni menos, que seis noches de aeropuertos o aviones, sin alojamiento ninguno! Nunca habíamos hecho algo parecido y eso, que el reciente viaje por varios países de Europa, fue muy exigente. Esas eran las desventajas.

          Hagamos desglose: contratamos un Santander, a Viena, con Ryanair. Desde allí, volaríamos, a Kuwait, con Wizzair. La dificultad de este tramo era, que la compañía solo lo oferta dos días a la semana en temporada alta y había, que cuadrarlo todo.

          El gran descubrimiento del viaje hasta ahora -somos de asumir riesgos, aunque ya no, con el dinero-, ha sido Salam Air, una compañía de bajo coste- de Omán. Aviones nuevos y cómodos, super puntuales y personal muy joven y preparado. Con ellos volamos desde Kuwait a Bangkok, con una escala de ocho horas en Mascate. Flipamos con el aeropuerto de esta ciudad omaní, que para mí, es el mejor del mundo.

          Además de pasar seis interminables noches en aeropuertos y aviones tuvimos, que gestionar las correspondientes comidas por nuestra cuenta, al no ir incluidas en ningún billete. En Viena y Kuwait, bien, al bajar al centro, porque los supermercados están bien surtidos y cuentan con opciones a precio razonable.

          Pero, de camino, a Bangkok y en tránsito, las patatas fritas y las galletas -no las retienen nunca en los controles de seguridad - fueron casi, nuestro único menú.

          En siguientes entradas se hace referencia, a como sobrevivimos cada una de las seis noches con vida de trotamundos/viajero/turista.

No hay comentarios: