Esta y la de abajo son, de Bangkok
-”Celebrar
tu luna de miel, en Phuket, será el momento más inolvidable de tu
vida”. Poca historia vital vas a tener, si esta afirmación se
cumple Phuket, como ciudad, es un sitio, que no está mal, con sus
casas coloniales y sus tempos. Algunas playas de su entorno -no
precisamente, la de Patong, que es la más concurrida-, no están
nada mal. Pero de ahí, a pegarse doce o catorce horas de avión y
gastarse un dineral en este evento, media un abismo.
Esta y la siguiente son, de Kuala Terengganu
Las
playas de Formentera o de Fuerteventura, por ejemplo y entre otras,
se encuentran bastante más cerca y pueden culminar con total
satisfacción, la boda de cualquier pareja enamorada.
-”Malasia
es un país de los más modernos y desarrollados del sudeste
asiático”. Las famosas Petronas, el circuito de Sepang, las
numerosas playas con supuestas infraestructuras turísticas...,
pueden dar esa sensación engañosa al que no conozca el país, pero
la realidad es, que el desarrollo y la modernidad de Malasia, se
hallan más cercanas al nivel, de Tailandia, que al de Singapur.
Hay
ciudades, como Kuala Terengganu, que se ve que manejan dinero y aún
así, tienen la mitad de las infraestructuras abandonadas o en
construcción. Otras, como Alor Setar, dan una sensación de
modernidad, que se diluye en el momento, en que te alejas del centro.
Por el contrario, la mayoría resultan un poco o un mucho desastre
-destacando, por encima de todas, Kota Bharu-, como la mayoría de
países de la zona, con la excepción de la ya mencionada, Singapur.
Esta y la siguiente son, de Kuching
Las
infraestructuras de las famosas islas Perhentian resultan escasas,
insuficientes y muy precarias, dignas del tercer mundo. Pero, no
tienen ningún problema en cobrar el ferry, que llega hasta ellas, a
precios del prim er mundo.
La
propia Kuala Lumpur y en esta ocasión, se encontraba sumida en un
insoportable caos, debido a las interminables horas del centro, que
avanzan, a ritmo malayo, duplicando las fechas previstas de entrega.
-”Malasia
es uno de los países musulmanes más permisivos del mundo”.
Malasia cuenta con mucha inmigración -fundamentalmente,
procedente de China- y por eso parece, que la religión se viva de
forma muy laxa en algunos lugares. Sin embargo y en toda la zona
noreste -incluidas Besut y las Perhentian-, el integrismo islámico
está a la altura de países musulmanes de corte muy radiccal. A mi,
en Khota Baru, casi me pegan por ir en pantalón corto.
Kota Bharu
-”Trabajas,
como un chino”. Y eso se suele decir, pare referirse a
personas, que laboran mucho y a casi todas las horas del horas. Sin
embargo, la mayoría de los titulares de negocios de esta
nacionalidad, echan la chapa sobre las cinco de la tarde y tampoco,
abren muy pronto. ¡Vayamos cambiando nuestras ideas preconcebidas de
toda la vida!.
Kuala Besut
-”Borneo
es una isla paradisiaca”. No voy a ser yo, que conozco sólo
una pequeña parte, quien niegue esta afirmación. Sin embargo y como
puede pasar con Bali, no todo el monte es orégano. Para hallar
lugares idílicos, hay que tragarse muchos kilómetros de insulsas
carreteras.
-”Brunei
es uno de los estados musulmanes más duros para el viajero”.
Aunque el país está gobernado desde tiempos inmemoriales por una
monarquía absoluta y desde hace un par de años se aplica la sharia,
ya se encargan ellos de que el turista no lo perciba de ninguna
forma. Bandar Seri Begawan es una de las ciudades más relajadas y
relajantes del mundo, sobre todo, si se visita en fin de semana,
debido a sus impagables mercadillos y al corte de la circulación en
el ce4ntro. Phuket
”Túnicas
blancas, como vestimenta y hombres de a `pie, que viven de los
negocios del petroleo”. No es difícil imaginarse así, a los
habitantes, de Brunei, pero la realidad resulta bien distinta. A
diferencia de Qatar, aquí la gente viste de forma muy dispar y
bastante relajada. Incluso, la mayoría de las jóvenes, ni siquiera
llevan velo (al menos, en la capital). Y lo del petroleo, tampoco
tiene mucha pinta.
Bandar Seri Begawan
-”Brunei
es uno de los países más estrictos con la legislación
anti-alcohol”. Esa fama tiene, pero la realidad es, que no se
controla el equipaje en las fronteras y que además, se permite la
entrada de una cantidad determinada de cervezas y de bebidas
alcohólicas, incluso superior, a los de algunos países países no
musulmanes. Eso sí, tiendas de bebidas espirituosas en la capital,
no encontraréis, al menos, de forma visible. Pero seguro, que como
en casi todas partes, existe un mercado negro
Miri
En
algún blog hemos leído, que a los nacionales, que salgan al
extranjero y beban alcohol, les pegan una paliza a su vuelta. Y la
verdad es, que nos ha entrado un ataque de risa.
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