Zanzibar (Tanzania)
Seguimos en África oriental, para
continuar por occidente de este mismo continente y terminar, en
Líbano, en esta tercera entrega de lo que hemos hecho por la cerveza
en nuestros viajes.
13º, Corrían los primeros días de
marzo, de 2.011, cuando arribamos, a Dar es Saalam ( Tanzania). Eran
las once y media de la noche y el viaje había sido duro -por
carreteras horrorosas y en un vehículo insufrible-, puesto que
habíamos partido a las cuatro de la madrugada, desde Kiela (frontera
con Malawi). No disponemos de plano, ni guía y desconocemos, donde
nos ha dejado el autobús.
Estas dos siguientes son, de San Luís, en Senegal
A pesar de que el lúgubre escenario
impresiona, tratamos de controlar los nervios para pensar con
claridad. Lo normal, hubiera sido tratar de buscar alojamiento, pero
decidimos sentarnos en la terraza de un bar cercano, a tomar varias
cervezas, sin prisa. Afortunadamente, conocemos al vigilante de un
hotel de lujo, que por una pírrica cantidad de dinero, nos lleva en
su coche por los hoteles de las inmediaciones, hasta que nos
conformamos con uno. ¡Noche salvada!. Al día siguiente constatamos,
que estamos a más de cinco kilómetros del centro.
14º.- Unas jornadas después,
desembarcamos en Zanzibar, una isla preciosa. Tenemos problemas para
encontrar un alojamiento adecuado en la capital, a pesar de que hay
decenas de ellos. Pero, aún es peor, encontrar bares o tiendas de
cervezas. Desesperados y tras preguntar a mucha gente, entramos en
una agencia de viajes, a ver si su propietario nos puede ayudar. Él
no, pero nos pone al teléfono con un desconocido, que habla perfecto
inglés y que nos describe el camino hacia la escondida y única
tienda de la ciudad.
Tambacounda, en Senegal
15º.- A finales de febrero, de 2.012,
llegamos a San Luís, en Senegal. Hemos atravesado Marruecos, Sahara
Occidental y Mauritania y llevamos más de dos semanas sin poder
tomar una maldita cerveza. En la guía vienen dos pequeños
ultramarinos, donde las venden, pero han desaparecido. No encontramos
otras opciones. Juro y vocifero con enorme enfado, que o aparece la
cerveza y las bebidas alcohólicas o me vuelvo a casa, sin visitar
Senegal, Mali, Burkina Faso y Costa de Marfil. La tienda de una
gasolinera nos salva la vida una hora después, cuando ya hemos
perdido la esperanza.
2, de Bamako, en Mali
16º.- En el mismo país, en
Tambacounda, existen numerosos bares. El caso es, que el más cercano
nos pilla a más de diez minutos de nuestro periférico hotel. De
forma absolutamente inconsciente, arriesgamos nuestras pertenencias
-y tal vez, nuestras vidas- por tomar cerveza fresca, a la luz de la
luna, regresando por un camino amenazante y casi oscuro.
17ª.- La siguiente historia se las
trae. Llegamos a Bamako, en Mali, a última hora de la tarde, después
de un viaje accidentado, que nos ha tenido tirados en la carretera
toda una noche. Hay tanques en la calle y hombres armados.
Milagrosamente, encontramos alojamiento, junto a la estación de
autobuses.
A la mañana siguiente todo está
cerrado y nos indican, que permanecerá igual, durante los próximos
cinco días, por “oup d'etat”. Maldecimos nuestra suerte,
pensando de que se trata de una festividad musulmana.
Andamos unos cuatro kilómetros en
busca de un supermercado, que viene en la guía. No hay civiles por
la calle y si militares, que circulan en tanque o pegan tiros al
aire. Y nosotros pensando: “como son estos africanos, que lo
celebran todo a lo grande”.Por supuesto, el súper cerrado y a
volver por el mismo camino, con idénticos peligros y sin la preciada
cerveza. ¡Día de abstinencia!, para darnos cuenta, de que estamos
en medio de un golpe de estado.
18º.- La ciudad más conservadora, de
Líbano, es por supuesto, Trípoli, en el norte del país. Allí
pusimos nuestros pies, en abril, de 2.012. Comprar cerveza no es
difícil, pero tratar de beber una lata en la vía pública, puede
causar muchas molestias, como mínimo. Por este hecho, un alocado
individuo radical, trató de arrebatárnosla y de agredirnos,
físicamente. Tuvimos, que salir por patas y perdernos por las
callejuelas del zoco.
Tripoli, en Líbano
En la vecina Siria -en 2.007-, nunca
nos pusieron inconvenientes por tomar cerveza en la calle.