Todas las fotos son, de Seúl (Corea del Sur), nuestro destino lejano, de 2.015
Hace escasamente un mes, este blog
cumplió cinco años -la web va camino de diez- y llegadas estas
fechas cercanas a la Nochevieja, siempre suelo hacer un vaticinio de
lo que serán los viajes del año siguiente, en este caso, 2.016.
Hasta el momento, creo que sólo he acertado una vez, pero aún así,
no me desanimo en seguir haciendo este ejercicio. Para empezar, una
semanita en Ceredeña en enero -destino lárgamente retrasado-, no
sería un mal aperitivo para dar el pistoletazo de salida.
2.016 debería ser el año de nuestro séptimo y último viaje largo, que comenzaría en Australia y/o Nueva Zelanda, donde llegaríamos tras las escalas, que fueran necesarias, si eso nos supone un ahorro. No lo he mirado ahora, pero en su día, la fórmula más económica era, Madrid-Dubai-Kuala Lumpur-Melbourne.
No pasaríamos más de un mes en estos
dos países y después, abordaríamosmos un periplo por Brunei y
Japón, sin descartar nuestro retorno a Indonesia y Filipinas, si las
cosas se ponen favorables. Tampoco hacemos ascos, a dejarnos caer por
algún otro país de Oceanía, pero este asunto está muy en pañales.
Más adelante, lo ideal sería volver
a China y gestionar los permisos para visitar Tibet y a través de
nuestra querida Nepal, recalar en India, para hacer un último
periplo muy selectivo por el noroeste y nordeste de esta nación, de
unos dos meses de duración..
Descartado Pakistán -sí o sí-, el
abanico se abre para mostrar tres posibilidades: Yemen y Djibuti,
Kirguistán y Uzbekistán o volvernos para casa sin más botín. No
está claro el inicio de este gran y apasionante proyecto, pero nunca
sería antes de abril.
De no haber periplo largo, es seguro,
que sólo acometeríamos un único viaje lejano anual, de no más de
tres semanas de duración, que por este orden, presenta a los
siguientes candidatos: Cuba, República Dominicana y Haití, Jamaica,
Puerto Rico, Islandia, Venezuela, Kirguistán y Uzbekistán, Yemen y
Japón.
Mientras esperamos ansiosos, a que
llegue el pacto de izquierdas, os deseamos feliz año, felices viajes
para el 2.016 y que la nochebuena no os traiga muchas discusiones de
política. Yo tengo suerte, porque en mi familia -salvo mi cuñado-,
todos pensamos lo mismo.