Todas las fotos de este post son, de Nueva Zelanda, menos la última, de .Brisbane (Australia)
Es la primera vez, que escribo un apartado de estas características, desde que tengo por costumbre -alla por el año 2.005-, de plasmar nuestros viajes por escrito. Y es, que en los últimos años, estoy detectando un movimiento internacional, ciertamente, integrista, que cada vez más, va imponiendo restricciones para el consumo de bebidas alcohólicas, fundamentalmente, en espacios públicos.
Y no, me refiero, a los países musulmanes o India, donde esto ya viene de lejos, sino a naciones, donde hace una década, ni eran nada sospechosas de emprender cruzadas contra el consumo de cerveza, vino o bebidas espirituosas, que por otra parte, les generan unos enormes ingresos anuales, a través de la recaudación de impuestos.
Una de las formas más clásicas, que han aplicado países, como Tailandia, India, Singapur o Turquía es acribillar a tasas el consumo de botellas o latas, que contengan cualquier cantidad alcohólica, por pequeña, que sea. En teoría, consiguen, que beba menos gente, por no poder permitirselo, económicamente. Es algo así, como se ha hecho con el tabaco en casi todo el mundo (aunque no en muchos países musulmanes). El problema es, que no han tenido en cuenta, que no es lo mismo una inofensiva caña de cerveza, que una botella de agresivo raki, con más de sesenta grados.
Otra de las fórmulas, consiste en elevar la edad, a la que los más jóvenes pueden acceder al alcohol, como si poner puertas al mar resultara tan fácil. Resulta chocante, que un país avanzado -aunque, extraordinariamente, conservador-, limite el consumo de alcohol a menores de 21 años. Esta prohibición, se vuelve absurda, si hablamos de Nueva Zelanda, donde se eleva a los 25 años. Se podría dar el caso, de un trabajador fijo, casado y con dos hijos, de 24 añus, que no se puede meter entre pecho y espalda, una copa de vino, por decreto ley gubernativo . ¡Parece, realmente, absurdo!
En este mismo país austral, se llega al ridículo más absoluto. Tengas 26, 51 o 76 años, cuando adquieres una bebida alcohólica -sea, la que sea-, debe venir un encargado a la caja, a autorizarte la compra.
Siendo esto muy llamativo, lo que ya nos parece, roza el esperpento, es este cartel, en inglés, colocado en un parque, de Brisbane, junto al río. No está entero, porque no nos cabía en la foto, pero con lo que copio aquí, se entiende el mensaje y también, el objetivo. Normas y más normas, para poder tomarte unas cervezas, tranquilo en un pacífico jardín público. Me parece muy preocupante:
"Brisbane City Council designarse River kuai un the area show on the map public place where liquor may be consumed between the hours of 10 A. M -8 P. M, daily.
The followings restrictions apply:
1°.- Liquor must be consumed whit a sustancial meal.
2°.- Liquor is nor yo be supplied yo or consumed by minors or intoxicated persons.
3°.- Liquor is no be consumed outside the designated public place
4°.- The designated public place shell remain..."
Es la primera vez, que escribo un apartado de estas características, desde que tengo por costumbre -alla por el año 2.005-, de plasmar nuestros viajes por escrito. Y es, que en los últimos años, estoy detectando un movimiento internacional, ciertamente, integrista, que cada vez más, va imponiendo restricciones para el consumo de bebidas alcohólicas, fundamentalmente, en espacios públicos.
Y no, me refiero, a los países musulmanes o India, donde esto ya viene de lejos, sino a naciones, donde hace una década, ni eran nada sospechosas de emprender cruzadas contra el consumo de cerveza, vino o bebidas espirituosas, que por otra parte, les generan unos enormes ingresos anuales, a través de la recaudación de impuestos.
Una de las formas más clásicas, que han aplicado países, como Tailandia, India, Singapur o Turquía es acribillar a tasas el consumo de botellas o latas, que contengan cualquier cantidad alcohólica, por pequeña, que sea. En teoría, consiguen, que beba menos gente, por no poder permitirselo, económicamente. Es algo así, como se ha hecho con el tabaco en casi todo el mundo (aunque no en muchos países musulmanes). El problema es, que no han tenido en cuenta, que no es lo mismo una inofensiva caña de cerveza, que una botella de agresivo raki, con más de sesenta grados.
Otra de las fórmulas, consiste en elevar la edad, a la que los más jóvenes pueden acceder al alcohol, como si poner puertas al mar resultara tan fácil. Resulta chocante, que un país avanzado -aunque, extraordinariamente, conservador-, limite el consumo de alcohol a menores de 21 años. Esta prohibición, se vuelve absurda, si hablamos de Nueva Zelanda, donde se eleva a los 25 años. Se podría dar el caso, de un trabajador fijo, casado y con dos hijos, de 24 añus, que no se puede meter entre pecho y espalda, una copa de vino, por decreto ley gubernativo . ¡Parece, realmente, absurdo!
En este mismo país austral, se llega al ridículo más absoluto. Tengas 26, 51 o 76 años, cuando adquieres una bebida alcohólica -sea, la que sea-, debe venir un encargado a la caja, a autorizarte la compra.
Siendo esto muy llamativo, lo que ya nos parece, roza el esperpento, es este cartel, en inglés, colocado en un parque, de Brisbane, junto al río. No está entero, porque no nos cabía en la foto, pero con lo que copio aquí, se entiende el mensaje y también, el objetivo. Normas y más normas, para poder tomarte unas cervezas, tranquilo en un pacífico jardín público. Me parece muy preocupante:
"Brisbane City Council designarse River kuai un the area show on the map public place where liquor may be consumed between the hours of 10 A. M -8 P. M, daily.
The followings restrictions apply:
1°.- Liquor must be consumed whit a sustancial meal.
2°.- Liquor is nor yo be supplied yo or consumed by minors or intoxicated persons.
3°.- Liquor is no be consumed outside the designated public place
4°.- The designated public place shell remain..."