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lunes, 28 de marzo de 2016

Lo que hemos hecho por la cerveza (parte IV, de IV)

                                          Varkala, en India
          Ponemos punto final a esta serie de posts con uno dedicado, exclusivamente, a India. Antes de viajar por primera vez a este país, en 2.011, no pensábamos que las relaciones entre el ser humano y las bebidas alcohólicas, pudieran ser tan complicadas. Lo son.

          Para empezar, cada estado legisla sus propias normas sobre la materia, siendo el marco legal muy variable. Así, en lugares como Goa, Puducherry o Calcuta, proliferan las tiendas de alcohol, cerveza y vino con precios muy competitivos y asequibles. Por el contrario, en estados como Uttar Pradesh o Tamil Nadu, las tarifas resultan prohibitivas. Por no hablar de otros territorios, como Gujarat, donde el consumo o la venta de alcohol está prohibido por ley y sólo permitido a extranjeros con el correspondiente permiso.
Margao, en India
          El tema impositivo es tremendo e injusto, pudiendo llegar a más de veinte o treinta veces el valor del producto. Sirva como ejemplo, Kerala, uno de los estados donde el impuesto es más suave. Según el ticket, que nos entregaron, la botella de cerveza costó 60 rupias, de las que cincuenta eran tributos.
Las 2 siguientes son, de Bhopal, en India
          Otro aspecto importante es, la forma de beber de los indios, que lo hacen, como si no hubiera un mañana. El consumo de bebidas no es social o para pasar el rato, sino para mamarse, por lo que consumen las dosis alcohólicas de forma acelerada -rebajadas con algo de agua, para ser menos agresivas- y -normalmente- en soledad. En el sur del país, existen grandes locales de perdición etílica y desbarre general, donde no nos dejan entrar a los extranjeros de ninguna de las maneras (ponen vigilantes a la puerta).

          El sistema de venta de cerveza, vino y bebidas alcohólicas es complejo y se halla centralizado en tiendas especializadas, que se supone, los gobernantes entregan a sus amigos y que obtienen pingües beneficios (hemos visto en alguna, que había una persona específica, simplemente, para contar, mostrar y amontonar los numerosos billetes). En unos estados son frecuentes y visibles, mientras en otros, casi hay que contratar a un detective para encontrarlas.

          En India, son muchos los días festivos del año -enteros o a media jornada-, en que el alcohol -incluido cerveza y vino- tiene prohibida su venta y las tiendas están cerradas. No existe problema, si se conoce el calendario de feriados de cada localidad. Pero, para los extranjeros es un molesto engorro.
                   Fatehpur Sikri, junto a Agra, en India
          Expuestas todas estas circunstancias especiales, cabría esperar, que nuestra relación con la cerveza no siempre fue fácil, en este fantástico país. Exponemos algunos sucesos, que llaman bastante la atención.
Haridwar, en India
          -En Agra, estábamos alojados cerca del Taj Mahal y no existen muchos bares en los alrededores. Si los hay, pasado el Fuerte, a unos cuatro kilómetros de distancia. Allí acudíamos cada noche , volviendo andando y una de ellas -por un camino transitable, pero muy solitario-, tuvimos problemas con un agresivo buscavidas, que nos acosó, seriamente.
2, de Rishikesh, en India
          -En Bhopal, sufrimos un lamentable y grave incidente y un amago de lesión por caída. Los indios son muy respetuosos con los extranjeros, salvo cuando beben y en un bar de esta localidad, tuvimos que salir corriendo -espoleados por el dueño del establecimiento-, antes de que nos partieran una botella de vidrio en la cabeza.

          Por otro lado, estuve a punto de caer, violentamente, en una de los canalizaciones de la calle principal -no están cubiertas por asfalto-, al huir de un coche, que me iba a atropellar. Entre mi pareja y un lugareño, lograron sostenerme. Era de noche e íbamos a comprar cerveza a una tienda algo alejada. Pdríamos haberla adquirido por la tarde con menos riesgos, pero la queríamos congelada.

          Algo similar nos ocurrió en Udaipur, en la calle de la muerte -reconocible para cualquiera, que haya estado en esta ciudad-, donde casi fuimos atropellados por un tuk tuk, que circulaba a gran e intimidatoria velocidad, habiendo ya oscurecido.

          -En Delhi, padecimos serios problemas en la zona musulmana cercana a la mezquita, de Old Delhi. Bebíamos cerveza en un lugar apartado, muy sucio -para variar- y algo ruinoso, cuando unos jóvenes radicales nos acosaron y nos expulsaron de allí, de muy malas formas. Hacer 50 grados y tener sed, fueron nuestros delitos.

          -En Varanasi y sobre todo, cerca del Ganjes y el barrio contiguo, no es fácil encontrar alcohol. Caminamos una hora por calles insufribles -de las peores del país- para encontrar una tienda y nos volvimos sin la cerveza, dado que nos pidieron 200 rupias por cada unidad.
                                      Esta es, de Varanasi y la siguiente, de Bhubaneswar, en India
          -Haridwar y Rishikesh son ciudades sagradas y las bebidas alcohólicas están vetadas. Ansiosos y después de varios días, investigamos a través de nuestra tablet, si existía alguna posibilidad de encontrar cerveza en los alrededores. ¡Premio!. En Raiwala, a diez kilómetros, de Haridwar y con estación de tren, se ubica un curioso y paupérrimo antro, donde darse al placer etílico con naturalidad y satisfacción.

          -En Varkala, padecimos un infierno para comprar unas botellas de cerveza. Aguardamos una cola infernal, llena de indios borrachos. Acercándose al mostrador, hay que entrar dentro de un estrecho y agobiante callejón metálico oscuro y maloliente, donde pasa de todo y nada es bueno. ¡Me ahorro dar más detalles!.

          -En la frontera de Benapole, entre Bangladesh e India, padecimos extraños, molestos y largos acontecimientos, simplemente, por adquirir tres latas, de Heineken. Tuvimos, que rellenar largos formularios, entregar fotocopias del pasaporte y aguardar una larga espera.


          Podríamos seguir, pero sería más de lo mismo. Aquí termina esta larga serie de nuestros actos heroicos por la CERVVEZA. ¡No serán los últimos!.

2 comentarios:

Loli dijo...

Hola,

He terminado de leer tus artículos sobre vuestras aventuras ocasionadas por la cerveza y me han parecido entretenidísimos y muy divertidos. Sobre todo, porque ninguna acabó mal.

Gracias y mucho ánimo con tan currado blog.

Salu2

Eva dijo...

Me alegro, de que te hayan gustado.

Saludos.