Partimos hacia Stanted en hora, sin tener problema alguno -es costumbre desde hace tiempo-, en los controles de equipajes de Barajas. En el avión había bastantes huecos, pero ni nos cambiamos, dado que, apretaba el sueño y solo ibamos a una fila de distancia.
Aterrizamos, después de un periplo aéreo, que había resultado bastante turbulento, debido a los fortísimos vientos, que sacudían el sur de Reino Unido. Cuatro grados de temperatura y bastante frío.
Nos esperaban 23 horas de escala, en las que no solo no bajamos a Londres, sino en las que ni siquiera salimos de la terminal. El cielo grisáceo oscuro y asqueroso permaneció igual, desde que amaneció a las 7, hasta que oscureció, a las 16 horas.
Os vamos a explicar, porque no resulta nada recomendable hacer una escala tan larga, en Stanted -a la vuelta son otras 19-, atendiendo a los puntos desfavorables, neutros y favorables de este aeródromo en relación con la media:
-Aeropuerto muy pequeño -caja de cerillas-, que se termina de recorrer enseguida y te aburres pronto. Hay que añadir, que está superpoblado, por lo que cuando te mueves, debes ir regateando los bultos mal llevados por los ansiosos pasajeros, que corren hacia la zona de embarque. ¡Estrés total!
-Muchas puertas exteriores, abriéndose y cerrando, constantemente, que lo convierten en un recinto muy frío y con corrientes letales en invierno y flujos de asqueroso humo de tabacazo.
-Nada, que hacer en los alrededores y carísimos precios para bajar a Londres.
-Sillas suficientes en la terminal, pero muy incómodas, dado que son de listones separados de madera y te destrozan el culo tras un rato sentado. No son corridas y si para sentarse son malas, para tratar de dormir,resultan siniestras.
-Aunque tengas vuelos de conexión, no hay zona de tránsito, por lo que debes salir y volver, a entrar. Para lo primero, te enfrentas a un auto ingreso, frente a una máquina, que chequea tu pasaporte y te fotografía. Para lo segundo, te dejan irte sin límite alguno y sin control de documentación.
-El wifi es correcto, pero solo es gratis dos horas al día y por el resto, debes pagar dos libras. Afortunadamente, hay una tienda de Boots, que te ofrece este servicio sin coste, pero no cubre todo el espacio de pasajeros.
-Apenas hay tomas para cargar el móvil y las pocas existentes, no sirven para nuestros cargadores.
-Como ya explicaremos, los controles de equipaje y pertenencias a la salida son rigurosisimos, aunque amables, prevaleciendo el amistoso talante inglés (menos cuando beben)
-Pocas zonas cálidas para dormir, por lo que hay aglomeraciones junto a unos baños, donde los secamanos no dejan dormir en toda la noche y te taladran el cerebro. Para colmo, en horario nocturno cierran toda la zona de salidas, que es algo más abrigada.
-Pocos baños y distantes entre sí, aunque no suele haber colas. Muy limpios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario