Arriba, Hampi y debajo, Halebid
Viajamos a India con el corazón en la
mano, con la ilusión de niños recién aterrizados al mundo, con
ganas de vivir experiencias inolvidables y descubrir sitios mágicos.
Pero la realidad, a veces, nos echa del paraíso y nos hace plantar
los pies en el suelo. Después de pasar varios meses en este país,
todavía me hago varias preguntas para las que no encuentro una
solución fácil y creo, lo mismo debe de pasarle a las autoridades,
ya que ellos tampoco ponen en marcha ninguna.
Bangalore
-¿Cómo es posible, que tengan las
carreteras en el estado en que se encuentran?. Están llenas de
surcos, socavones, que llegan hasta casi el centro de la tierra,
escombros, barros y grandes charcos (en los que Nessi, el del lago
escocés, nadaría feliz). Pero, estos caminos no son pistas de
tercera o cuarta categoría por los que no pasa nadie, sino
carreteras principales, como la que une Delhi, con Dehra Dun, que
hacen que tu viaje se convierta en una pesadilla.
Hyderabad
-¿Cómo es posible, que la basura se
amontone en las calles?. Mires por donde mires, hay montoneras de
desperdicios de todo tipo, llenando las vías públicas, sean las de
un mísero barrio de chabolas o las principales del centro de
cualquier ciudad, incluida la capital. Existen papeleras y
contenedores -sólo, a veces-, pero es más fácil tirar todo al
suelo. Incluso, los que parecen tener una mejor educación, tiran
todo les conviene, a su paso por las calzadas y aceras o desde la
ventanilla del bus o del tren.
Delhi
-¿Cómo es posible, que dejen a los
niños sólos por las calles?. Ves a pequeños mocosos sucios,
harapientos o desnudos, haciendo sus necesidades, a la vista de todo
el mundo, en el primer sitio que pillan, sin por supuesto, ir a la
escuela y jugando entre la basura. Las más mayores, porque suelen
ser niñas, se ocupan de los ellos, llevándolos pegados a sus
faldas, y pidiendo una limosna o de comer.
Manali
-¿Cómo es posible, que las vacas
circulen a sus anchas por todos los sitios?. Estos animales,
considerados sagrados, por mucha de la población de India, malviven
en las calles comiendo restos de alimentos y basura y siendo
empujados y apaleados, cuando se acercan demasiado a los negocios. Si
tanto quieres a estos animales, dales una vida más digna y menos
estresante, que las de las ciudades.
Leh
-¿Cómo es posible, que existan
urinarios a pie de calle, sin tapar y sin limpiar, que huelen a
varios metros de distancia?. Me parece bien, que haya servicios
públicos, pues la gente pasa más horas en la calle, que en sus
propias casas -y en estas es posible, que tampoco tengan baños-,
pero no estaría nada mal, que fueran gratuitos y que demolieran esos
rincones donde mean los hombres, que están amarillos de tantas
generaciones, como han hecho uso de ellos.
Mabdi
-¿Cómo es posible, que la gente
aborde el metro, tren o autobús, a empujones o colándose por las
ventanillas?. Vale, que en este país son muchos millones de
personas, pero se podrían abordar los transportes con más calma y
respetando a los demás. Una vez, al bajar de un tren en Allahabad,
nos tiraron al andén, los que subían al vagón, pues tuvimos que
pelear con ellos para poder bajar.
Carretera de Keilong, a Leh
-¿Cómo es posible, que las mujeres
vivan aplastadas por su condición, maltratadas por padres, hermanos,
maridos y a casi todo el mundo, le de igual? Ya desde que nacen, las
niñas lo tiene mucho más difícil, que los niños. Son vendidas en
matrimonio y pasan de pertenecer a su familia, a estar presas de la
familia del marido, sin vida propia y cumpliendo lo mejor que saben,
para no ser repudiadas por su esposo y acabar en la ruina.
Después de todo esto, sólo me queda
una pregunta, quizás la más importante: ¿Cómo sabiendo todo esto,
volvemos a la India, más de una vez y más de dos? ¿Que poder de
seducción tiene para atraernos de esta manera?
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