Cuando comenzaron los abonos gratuitos recurrentes, los de Cercanías tuvieron bastante éxito, porque la gente los usaba para ir a trabajar o estudiar. Más discretos fueron los resultados de los de Media Distancia. Durante los primeros meses -incluso, un año-, los convoyes viajaban casi vacíos. No era problema, por ejemplo, reservar un viernes para el siguiente domingo.
Hoy en día y desde hace un tiempo, los Media Distancia van abarrotados y es conveniente reservar con más de diez días, los fines de semana. Quienes más utilizan este transporte son jóvenes e inmigrantes -básicamente, latinos y marroquíes -colectivos, que sin duda, están formados por bastantes personas vulnerables. Se les va a hacer bastante daño.
Lo más normal, a partir de julio es, que los Media Distancia vuelvan a circular semivacíos, porque el autobús es más rápido y barato y algunos trenes de Ouigo y de la propia RENFE, cuestan y tardan una tercera parte.
¿De mantener solo un abono, cual de los dos sería mejor? Resulta una cuestión muy compleja, porque se mezclan varios intereses. Por nuestro beneficio mantendríamos el de Media Distancia, pero reconocemos, que sería más justo privilegiar Cercanías, que da servicio a trabajadores y estudiantes y no a turistas u ociosos. Como tercera pata estaría el interés del estado, que preferiría favorecer la gratuidad de Media Distancia, porque esos trenes no son rentables, mientras los de proximidad, sí.
Por otra parte, parece ilógico, que un gobierno social, como el español retire esas medidas de emergencia y la Junta de Castilla y León, gobernada por la derecha, haya tomado la decisión de ofrecer todos sus autobuses gratis y de manera indefinida. Y son muchísimas líneas, a los puntos más dispares y recónditos de la comunidad.
El retiro de los abonos va a ser impopular para los votantes de izquierda y no están el PSOE y SUMAR, para ir dilapidando votos.
A pesar de todo lo expuesto anteriormente, nlo creemos, que el gobierno se vaya a echar atrás el próximo julio. Pero al menos esperamos, que se lo repiensen de cara al año que viene o cuando se vislumbre cerca la convocatoria de elecciones, de aquí a dos años. Eso, si no se adelantan, cosa, que no resulta improbable.
Para unos presupuestos generales estatales, subvencionar el transporte 🚈 público es el chocolate del loro y además de fomentar una forma de viajar más sostenible, se beneficia a los mas desfavorecidos y vulnerables.