Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

lunes, 27 de junio de 2011

Primer contacto con este sorprendente pais (Etiopia)


Durante una mañana en Addis Abeba, hemos tenido que ahuyentar a mas mendigos -niños y niñas, senñoras, buscavidas, discapacitados de truculentos padecimientos o alteraciones..., bien  sentados en eel cieno, bien avalanzandose con escaso convencimiento sobre nosotros, que en los 102 dias de nuestro anterior viaje por Africa. Es demasiado pronto para saber, si este pais  es una muesca mas en la pobreza del continente o ello ocurre por otras circunstancias. Ya iremos viendo
      Todas las fotos de este post, pertenecen a Addis Abeba                       
          En ello estábamos pensando, mientras tomabamos unas cervezas Castel en un pintoresco y agradable bar -como casi todos aqui-, que me recordaba a la rural casa de mi abuela en los anos seteenta: una television en otra estancia, que no podiamos  ver y que sonaba como una radio antigua, la pintura desconchada, los cables colgando  por fuera y una simple bombilla. Solo nos faltaba el calor de la lumbre y el cocido hecho a fuego lento y eso, que a cada rato, pasaban bandejas de un unico plato casero, oculto bajo una tapadera, pero de exquisito olor.

           De repente y aunque no de forma imprevista, estallo la tormenta mas intensa, que hayamos visto nunca jamas -y en este continente, ya son muchas-. Dos horas de diluvio universal, cayendo a la vez el trueno sobre el rayo.

           Nuestro bar, al principio de aparentemente solida y estable firmeza, comenzo a convertirse en un queso de Gruyere y en un concierto de goteras, que cada vez mas ritmicamente, caian sobre el suelo y nos hacian ir cambiando de lado a lado las sillas, para mojarnos lo menos posible. Nunca estuvimos en un lugar seguro, tan inseguro. A la proxima, se nos viene el techo encima!.

           Tras la tempestad vino la calma y decidimos probar la especialidad de la casa, aunque aun no sabemos como se llama. No disponemos de una guia del pais, tienen un alfabeto distinto, hablan poco ingles, aunque sin embargo, alguna de sus palabras se parecen a las nuestras: sobre una inmensa base similar a un crepe crudo, colocan un plato de unos 250 gramos de carne, minusculamente troceada, mezclada con una exquisita salsa muy especiada y picante y con guindillas, cebolla, pimiento... Se come con  las manos, utilizando la masa a tu conveniencia, para atrapar el guiso. Fue nuestro primer contacto con la comida del pais, aunque habiamos probado algo parecido en Kenia.

           Volvemos. Todavia continua lloviendo, aunque mucho menos. Como si fueramos Super Mario Bross y en un mismo nivel del juego, nos toca esquivar enormes charcos, socavones, terreno escarpado y resvaladizo, personas con enormes bultos sobre la cabeza o paraguas desbocados, ninos que te acechan mendigando, burros -muy tipicos y presentes en todas partes aqui-, microbuses, carritos, gente que se nos presenta - a ellos mismos y a su familia- como si fueramos sus heroes.

           A diferencia de nuestro viaje anterior, aqui no gritan tanto los destinos de los micros, ni aporrean los vehiculos, pero si son bastante expeditivos, los vendedores callejeros, como ocurre en los paises arabes. Como ellos, son mas pelmas. Nos sorprende, que este pais sea considerado como de los mas cristianos del mundo y de los de mas rancia tradicion y hayamos vissto mas mezquitas, devociones y raices musulmanas, que virgenes -hay alguna en puestos y minibuses-, aglomeraciones en las iglesias, cruces y fervor a Jesucristo -y eso que este Cristianismo parece arcaico y las mujeres deben entrar en la iglesia, envueltas hasta los pies, dandose cabezazos contrra la pared o el suelo-. Pero, esto son solo unas primeras impresiones, que se iran matizando.

           Por lo demas, Adddis Abeba reune las emociones mas enfrentadas, dependiendo de si se esta en la degradada zona derecha de Mercato o se pasea, por el mas cuidada area de Piazza. Comparte muchos de los elementos con otras ciudades africanas, aunque aqui casi no hay fosos ni zanjas y unas pocas calles, si que estan iluminadas.

           Nuestrro viaje arranco pasando un dia en la cosmopollita Zaragoza. Otro, en la mil veces visitada Roma y descubriendo un excelente vino blanco de Venecia -variedad Pinot-, en un confortable bar de Ciampino, a 1,90 euros, el litro.

            Pasamos tres noches seguidas durmiendo entre aeropuertos y aviones, pero hasta ahora a nosotros, esto nos compensa.

            Aqui nos llaman Farangi a todas horas, pero no es nada malo: significa "extranjero.

sábado, 18 de junio de 2011

Del maleficio de Ya.com, al principio del viaje

          Corría media mañana del día 8 de junio, cuando quise dar de baja por internet, el teléfono y el ADSL. En nuestro anterior viaje fue imposible hacerlo, al dejarlo para el último día. De nada sirvieron, las posteriores gestiones por correo electrónico desde Sudáfrica y las presenciales o telefónicas, de familiares y amigos.
                                                                 Bangokok
          Como el sistema me dba error, llamé a atención al cliente. Debería mandarles una carta, con copia del DNI (en plena época tecnológica). Les advertí, que no procedieran a la baja, hasta el día 14, pero en tan solo una hora, me dejaron sin sevicio


          Este pequeño suceso, desencadenó una fatal e inesperada reacción en cadena. Íbamos a emplear la tarde, en comprar los boletos aéreos de larga distancia, pero al no disponer ya de internet, decidimos ir a visitar a un familiar, ingresado en un hospital.
                         Mandalay
          De camino fui atacada por un perro suelto -de una dueña desconsiderada y potencialmente asesina-, que me tuvo el pie metido en su boca, durante 15 segundos, dejando el zapato destrozado. Amenacé con denunciarla, pero tras consultar con Legalitas, me vino a decir, que no me pagaba los zapatos, porque me iba a salir más caro, contratar a peritos, para demostrar los hechos. ¡Menuda hija de puta!


          A la mañana siguiente, al conectarnos desde la biblioteca, 9 de las 10 ofertas de vuelos que manejábamos y completamente hábiles, tan solo 24 horas antes, habían desaparecido. Solo quedaba un Milán-Tokio, a 270 euros, pero no nos apeteccía empezar por Japón.


          Asumimos, que había que retrasar el viaje, aunque perdiéramos el vuelo, Valladolid-Milán, adquirido para el día 14. El problema no esran los 7 euros del billete, sino que comprar un nuevo trayecto europeo con poco tiempo y en estas fechas, saldría bastante más caro.


          El día 13 y sin cesar en el empeño, encontramos para el 17, a 260 euros, un Roma-Addis Abeba. Retomamos la idea de partir al día siguiente, a pesar de la precipitación. Adquirimos los pasajes en Muchoviaje.com y al rato, nos mandan un SMS, indicando, que tienen problemas con nuestra tarjeta de crédito y que al día siguiente, hagamos un ingreso bancario, añadido a un montón de gestiones, imposibles de realizar por falta de tiempo. Nuevo plan destruido.


          Si el malefiicio Ya.con, no nos sigue persiguiendo, el día 20 partimos en tren para Zaragoza, para conocer la ciudad. El 21 volaremos a Roma, donde pasaremos la jornada del 22, para al día siguiente, trasladarnos a Etiopía (260 euros, vía El Cairo). Lo que más me duele, son los 58 euros del vuelo de Ryanair. No estamos acostumbrados, a pagar más de 6 ó 7 por trayecto


                                                                        Anuradhapura

viernes, 27 de mayo de 2011

Desde el 14 de junio, nuevos destinos viajeros nos aguardan

             Si ningún acontecimiento inesperado lo impide, el próximo 14 de junio, iniciamos un nuevo viaje, con destinos desconocidos. De momento, solo tenemos un billete, Valladolid-Milán, comprado por 7 euros, en Ryanair. Y lo hemos adquirido, porque las mejores ofertas, que hemos visto, para los posibles destinos, las hemos encontrado, desde la ciudad italiana (como otras veces).
Hampi
            Desde ahí, cinco pueden ser las variantes a aplicar. Volar a Etiopía, Emiratos Árabes Unidos, Japón, Corea o Bangkok. Hemos desestimado, empezar este viaje por India, como en un principio, era lo previsto. La inmensa burocracia, a la hora de hacer los visados desde provincias –además del caro precio y las normas inflexibles en todo-, nos han cansado y desanimado

            Hemos descartado también, volar a Turquía y entrar en Armenia y Azerbaiyán, para conectar con Irán. Los visados de estos países, son muy caros y demasiado largos de tramitar, para gente con tan poca paciencia, como nosotros.

Por otra parte, Irán ha modificado y restringido drásticamente, su política de inmigración: han eliminado la posibilidad de obtener las visas en el aeropuerto, para distancias cortas y ahora cobran 95 euros, más otros cincuenta, de una misteriosa tasa estatal, según nos han dicho en la embajada. Y yo me pregunto: Y, ¿qué es el visado, sino una tasa estatal?. ¡En fin!.

Cruzar por Sudán, a Egipto, también queda descartado.         Jodhpur 

            Lo más normal, sería partir hacia Etiopía (258 euros, con Egyptair). En este país, nos centraríamos sobre todo, en la parte norte (Bahir Dar, Tis Abay, lago Tana, Gonder, Aksum y Lalibela) y el este (Harar), en detrimento de la zona sur, con parques nacionales y tribus. Aunque esto, no es seguro.

            No contemplamos, llegar hasta Yibuti, a no ser que veamos fácil, obtener el visado de este país, en Addis Abeba. Desde allí, hipotéticamente, podríamos abordar la costa de Yemen, a tan solo 20 kilómetros, pero esto con las condiciones actuales, parece una utopía.

            Lo más probable, acabada la visita de Etiopía, sería volar a Bahrein y recorrer también, Emiratos y Omán -¡¡buff, qué calor en pleno julio!!-, antes de volar a Bangkok, Corea o Japón.

            El resto del periplo –contemplado entre los seis y los ocho meses-, transcurrirá fundamentalmente por Asia. No tenemos claro, si llegaremos hasta Oceanía (Australia y Nueva Zelanda). Dependerá de las tarifas aéreas del momento. Ahora nos son baratas, aunque hay algún resquicio por donde colarse, con Air Asia, vía Melbourne.

            Nuestros objetivos en Asia, en orden desconocido, son: Japón, Coreas, Taiwán, Myanmar, India, Nepal, Bangladesh, Sri Lanka, Pakistán y retornar a zonas desconocidas de países ya visitado, como Filipinas e Indonesia.
Kathmandú
            Las dificultades de este viaje son extremas. Más, que las de los anteriores largos, porque los destinos están muy salteados, la burocracia de algunos visados es inquietante, la imposibilidad de hacer tramos largos por tierra y que Air Asia –nuestra esperanza-, haya subido bastante los precios –también ha aumentado enormemente los destinos-, que disfrutamos en 2.008, durante nuestro viaje por el sudeste asiático.

            Como, a lo largo del último periplo, por África meridional y del este, iremos informando en este blog, sobre el desarrollo del viaje. Una vez acabada esta aventura, seguimos con la misma idea que manifestábamos hace meses, de colgar las botas y dedicar la vida a otra cosa. ¡Aunque, es solo una intención!.

martes, 24 de mayo de 2011

Este blog seguira, VIVO

            En un par de días, espero tener listo el relato completo de  nuestro viaje a África meridional y del este (van a ser unos 325 folios, que han costado lo suyo). En menos de un mes, deseamos partir para Asia, previsiblemente, en el último viaje largo, que tenemos previsto hacer, en bastante tiempo.
                                                        Cuevas de Ajanta (India)
            Como sabéis, los que frecuentáis este portal de viajes, aún quedan algunos relatos por montar con las fotos. Os pido disculpas, pero creo y dada la vorágine de la última época, que ni aunque tuviera un tiempo infinito, podré completarlos.

            También y probablemente, el relato de África, sea el último que se publique en la web. La sensación de agotamiento y las horas que lleva escribir –además del trabajo de campo en los propios viajes-, me están pasando factura. Son ya unos cuantos años, en una esforzada labor, sin ánimos de lucro, que solo pretende ayudar a la gente a viajar, de forma independiente y sin miedo
Thrissur (India)
Sí, que quiero mantener actualizado este blog, para ir contando nuestras peripecias y emociones del próximo viaje largo, que esperamos, sea ya inminente, a pesar, de que no tenemos todavía boletos aéreos, de que los precios resultan bastante caros y de que el periplo, esta vez, se antoja complicado, por lo dispersos de los destinos, por tener que tomar vuelos, que no son tan baratos como antaño –aludo a Air Asia-, por la burocracia de algunos visados y por la inestabilidad política o sanitaria, de algunos países.

            También, siento tener abandonadas las reflexiones viajeras –que tanto gustan a algunos seguidores de esta web- o los enlaces viajeros. Y sobre todo, porque tengo muchas cosas que contar.

            Gracias a todos, suerte y seguimos en contacto, como siempre, a través del correo.  

viernes, 25 de marzo de 2011

En junio iniciamos un nuevo viaje largo, de unos siete meses y después, colgaremos las botas

         Tras el exitoso, pero extenuante viaje por África meridional, nuestros planes inmediatos consisten en descansar un par de meses, en los que solo haremos un par de viajes cortos, probablemente a Chipre y a las islas Canarias, ahora que nos han puesto vuelo de Valladolid a Lanzarote. A mediados de junio, iniciaremos un nuevo periplo, que se desarrollará en unos seis o siete meses de duración, hasta finales del año 2.011 (tratando esta vez, de estar en Navidad en casa). En un principio, nuestra idea es que este sea, el último de los viajes largos.
Bhuta Bhuthe (Lesotho)

           Aunque, los destinos de ese periplo son desconocidos, barajamos visitar Etiopía, Omán, Yemen -si la cosa no empeora-, India, Sri Lanka, Bangladesh, Bután, Nepal, Paquistán, Myanmar, Japón, Corea, Australia, Nueva Zelana y ral vez, Polinesia. Si es posible también, haremos Canadá y el este de Estados Unidos, de una forma somera.


           ¿Por queé ya, no tenemos intención de hacer más viajes largos?. Sencillamente, porque conociendo el mundo, que conoceremos a su fin (unos 115 o 120 países) ya no nos va a compensar, embarcarnos en proyectos tan grandes. Así, que volveremos al mercado de trabajo y a viajar solo, durante las vacaciones. Butha Buthe (Lesotho)
                                      Vilankulo (Mozambique)
          Con Europa, América y Oceanía, conocidas casi por entero, geográficamente, solo nos quedarían dos zonas extensas por explorar y ninguna de ellas, nos llama demasiado la atención: África occidental (salvo Senegal y Mali, que haríamos más adelante, en un periodo vacacional) y Asia central (nunca nos pusieron mucho, quizás por pura ignorancia, todos esos países acabados en “tan”, al margen, de que algunos de ellos, no deben ser muy seguros). Vilankulo (Mozambique)


          De esta forma, los lugares que nos apetecen visitar y aún no habríamos estado, estarían dispersos entre sí. A saber. Además de los citados, Mali y Senegal, nos quedaría Cuba, Jamaica, Venezuela, Mongolia e Irán. También Rusia, pero mientras no flexibilicen y hagan menos engorroso lo del visado, no tenemos intención de transitar por allí.
                                                                                              Bhaktapur (Nepal)

miércoles, 23 de marzo de 2011

Cosas, que pensamos que nunca haríamos -o soportaríamos- y que nos resultan tan naturales, ahora

            Viajar por África subsahariana, te cambia la mentalidad. Debes aferrarte en cada momento, a las condiciones existentes, sin tener demasiada elección. Por eso o te adaptas o sufres más de la cuenta.



            Aquí va una relación de cosas, que ahora nos parecen de lo más normales y que antes del viaje, nos habrían resultado bastante incómodas:

                                         Ciudad del Cabo (Sudáfrica)

            -Darnos la vuelta, al llegar a dos fronteras y retornar cabreados, al país de origen (hemos constatado con otros viajeros, que no hemos sido los únicos).



            -Lavarnos la cabeza con pastillas de jabón o espuma de afeitar, por no poder conseguir champú o por el elevado precio de este producto (especialmente, en Malawi, donde no había ninguno, por menos de cuatro euros).
 Navidad, en Ciudad del Cabo



            -Llegar de noche, a una gran e insegura ciudad y tener que decidir en dos segundos, si una persona a la que acabas de conocer,  te parece de confianza, para que te gestione lo más básico (que suele ser el alojamiento). En cualquier otro continente, puedes elegir de quien te fías o simplemente, rechazar ayuda externa. En África, tarde o temprano, tendrás que acabar acudiendo a ella y tener instinto, a la hora de arrimarse a alguien, te resuelve tantos problemas, como te evita.



                                                                            Kariba (Zimbabwe)
            -Llegar casi a pegarnos con los ladrones, que nos robaron la cámara –y, que posteriormente, recuperamos- o con los cambistas más agresivos de las fronteras.



            -Montarno en el coche, furgoneta o camión, del primero que pasa y te lo ofrece.



            -Dejarnos pagar el alojamiento y la manutención, por el primero que te lo ofrece, tendiendo nosotros dinero suficiente. O irte a casa, del primero que te invita, a dormir gratis.



            -Pernoctar en la antesala de una tienda de fotografía, el día de Nochevieja o esperar en plena calle y en zonas no seguras, la partida de autobuses, con horarios intempestivos.



            -Cortarnos el pelo el uno al otro, con unas tijeras de costurero (y encima, no quedar demasiado mal).



            -Estar dispuestos a dormir en plena calle y sin pestañear, en lugares no seguros.



            -Vivir tan tranquilamente sin reloj (casualmente, se nos estropearon a los dos, entre el día 50 y 60 de viaje) y con el móvil descargado, no teniendo por tanto, conocimiento de la hora.



            -Explorar países sin planos, guías y mapas y con la única ayuda de internet, cuando era posible acceder.


Lamu (Kenia)

            -Coser mosquiteras a la luz de velas o de linternas.



            -Orinar en botellas o bolsas, por las malas condiciones del baño o la inseguridad del alojamiento en cuestión.



            -En los autobuses y para el sexo masculino, se hace bastante fácil, realizar la mencionada necesidad, en una botella de litro y medio de agua. Basta con un poco de práctica y con saber dejar salir el aire, mientras entra el líquido (puras cuestiones de física). Y es que a veces te tienen durante más de ocho o diez horas, sin parar para orinar.



            -Viajar en un tren, completamente a oscuras. Pensar, que es lo más normal, la segunda vez, que lo hicimos. Y dormir a pierna suelta, en ambas ocasiones



            -Dejar las pertenencias –no, ni mucho menos, los objetos de valor-, en una habitación, que solo tenía pestillo por dentro y que cuando te vas a la calle, queda abierta.


            -Acercarnos demasiado y sin las mínimas prevenciones, a animales salvajes, para tomar fotografías.



            -Considerar normal y no molesto, estar sin agua, sin luz, sin asearte, sin poder lavar la ropa, después de jornadas sudorosas, a más de 35 grados de temperatura y con humedad…

                                          Delta del Okavango (Botswana)

            -Afortunadamente y aunque, trasgredimos unas cuantas líneas rojas, tuvimos suerte y las muchas incidencias que padecimos, se quedaron en simples sustos y terminaron bien. Tampoco, acabamos devorados por ninguna tribu africana o en el fondo de una olla de cocina, como seriamente temían, algunos de nuestros familiares y amigos, en España. ¡Tenemos la carne demasiado dura, hasta para las perfectas y ansiosas dentaduras de los negritos!.

martes, 22 de marzo de 2011

Vendiendo mangos, sentada en el suelo


Maseru (Leshoto)
Acabo de enterrar a mi madre y hace menos de un mes, hice lo propio con mi padre. Ahora, soy yo la responsable de lo que queda de mi familia: mi abuela, una prima de mi madre y mis cuatro hermanos.

Ya de pequeña, mi mamá me enseñó a cultivar el huerto, para después llevar los productos a la puerta del mercado y montar allí un tenderete, con todos ellos. Mi padre era zapatero remendón. Debajo del árbol de los deseos, tenía su negocio.Todos los vecinos de la aldea le querían mucho, pues era capaz de arreglar, hasta las zapatillas más viejas y estropeadas que te puedas imaginar.
                         
Reserva de Mlilware (Suazilandia)

            Yo soñaba con ser algún día como él, pero el consejo de hermanos jamás habría permitido que una mujer, realizara ese trabajo. Nos creen incapaces, pero en los últimos días de la vida de mi progenitor, él ya no estaba en buenas condiciones fisicas y era yo, quien se encargaba de cuidar que los pies de todos los habitantes, fueran bien cubiertos con un calzado casi nuevo y reluciente.

            Ahora, me dedicaré a vender mangos, papayas y plátanos. Todos mis conciudadanos, pasan varias veces al día por delante de mi: Los niños, camino de la escuela, se paran a saludar. Las comadres siempre tienen algún chisme que contar. Disponen de unas lenguas muy ligeras y afiladas, pero la cartera va bien atada, dentro de la capulana. Los hombres del pueblo observan desde lejos.
            Pietermaritburg (Sudáfrica)
            Cuando se detiene en la carretera un autobus, se forma un gran alboroto. Todas corremos a vender a los viajeros, que llegan cansados y hambrientos, o eso suponemos, porque la verdad es, que no compran mucho.

            Otro acontecimiento importante y del que se hablará, durante las veladas de varios meses, es la llegada casual de algún turista. Estos, algunas veces compran algo de fruta, pero primero pasan y miran, después pasan y preguntan el precio y por último, antes de llevarse un mango, tocan todos los del montón pensando, que debajo del todo, van a encontrar el más grande y el más apetitoso.

            Cuando empieza a oscurecer, todos encendemos velas -mi papá decía, que eran los espiritus de los muertos-, pues todavía no han acabado de montar el tendido eléctrico, que prometieron hace un par de años. Aunque, a estas horas ya no se vende nada, se está más a gusto aquí, que en casa, donde lo único que me voy a encontrar son caras largas y recriminaciones, por no haber vendido todo con lo que salí esta mañana, bien temprano.

            Quizás, en otra vida pueda cumplir mi sueño y montar un gran negocio, que supere al de mi padre.

                                                                                                 Chipata (Zambia) 

sábado, 19 de marzo de 2011

Para terminar el viaje, 20 euros de premio


                                                                                      Lamu
           En un ciber de Lamu, compramos los billetes de vuelta, con Qatar Airways, para cuatro días después. Nuestra idea inicial de tirar en un bus para Mombasa y ese mismo día, tomar un tren para Nairobi, queda descartada, ya de camino del primer destino y aliviamos el esfixiante calor, de nuevo, en la playa de Malindi.                             

            Desde aquí, retornamos en bus nocturno a la capital de Kenia. Es el doble de caro, que la tercera clase del tren, pero mucho más confortable y seguro. Aun nos siguen extrañando -a pesar de llevar 100 días de viaje-, las raras posturas, que adoptan los negros, cuando se desplazan en los autobuses: una muy común, es colocarse con las manos por encima de la cabeza, agarrando fuertemente, la parte trasera del asiento.

Otra, consiste en aferrar el brazo, al borde del portaquipajes superior, incluso mientras duermen (resulta incomodísimo). Estoy convencida, de que son movimientos adquiridos y aprendidos, cuando de churumbeles, gatean y trepan dentro del atijo, por la inestable espalda de la madre.
                                 Lamu
            El retorno a Nairobi, nos trajo emociones enfrentadas. La benigna climatología, confronta abruptamente, con lo bestias que son los seres humanos -por llamarlos de alguna forma- en esta ciudad (especialemnte, los hombres) y en general, en todas las grandes capitales de Kenia y Tanzania. Disfrutan, aporreando con fuerza la chapa de los autobuses, gritando sin ton ni son, acorralándote con el cacharro de turno, mientras se ríen, pisándote, empujándote o apartándote a codazos de su camino.

          No hay que amilanarse. Simplemente, responder con las mismas armas. Aonque, no son muy largos de mente, termian entendiendo, que ya dominas el habitat. Poner los codos como parachoques, resulta muy efectivo, para evitar que te embistan.

            Después de miles de kilómetros, al fin encontramos, una vacía librería normal, donde se amontonan varias guías de viajes, de Kenia y Tanzania, de editoriales como Footprint, Let's Go o Rough. Eso sí, resulta imposible hojearlas siquiera, porque están plastificadas. Como siempre en África subsahariana, primero pagas y después y si hay suerte... Después de tres meses y medio buscándolas, ahora que las hemos hallado, ya no nos sirven para nada. ¡Porca miseria!
                                                                                                                                                                                        Lamu
            Dicen que Nairobi -detrás de Johanesburgo-, es la segunda ciduad más insegura del mundo. Lo más normal, que le puede ocurrir a un viajero, es ser atropelladdo por cualquier cacharro o ser dañado, por uno de los mencionados salvajes. Por lo demás, basta con unas precacuciones básicas, teneindo siempre en cuenta, que una ciudad de 10 millones de habitantes en África, es totalmente segura por el día, mientras que de noche, se torna en peligroso, hasta un pueblo de tan solo mil almas.

            Abandonamos Nairobi, sin más historia. Habíamos ya volado otras veces con Qatar y estábamos encantados con ellos. Pero, esta vez, todo fue distinto y se acumularon tantas pequeñas molestias, que tuvimos que amenazarles con poner una reclamación, para que entraran en razón. Si hubiera sido en cualquier compañía o empresa de África, nos habría dado igual.

            Desde que compramos los boletos, teníamos la intución, de que en un viaje tan móvido, alguna sorpresa nos debería estar todavía esperando. Y llegó. Estábamos tomando una lata de cerveza en la estación de Chamartín, mo sé porque motivos, plagada de policías. Nos pidieron el DNI y nos indicaron, que estaba prohibido beber allí. Salimos a la calle y nos sentamos en un banzo.
                                        Doha (Qatar) 
La ventolera era tremenda. De repente, a toda velocidad y sin percibir de donde ha venido, un billete de 20 euros, se avalnza sobre nosotros. No podía ser de otra forma en un periplo, donde la suerte, ha sido nuestra eterna compañera. El transporte de regreso, nos saldrá esta vez gratis.

                   Al llegar a casa, nos recibe el árbol de Navidad y toda la decoración de Pascuas, que habíamos puesto a principios de diciembre, justo antes, de emprender el viaje.

martes, 15 de marzo de 2011

Aunque las comparaciones son odiosas, Lamu esta mejor, que Zanzibar

                                                                                               Malindi
            Malindi -donde se chapurrea bastante italiano y hay hasta supermercados, con productos de Italia- es una caotica y polvorienta ciudad, a la que Dios le dio por castigo, una enorme y hermosa playa, de arena dorada, solo afeada, por la basura acumulada en alguno de sus accesos y por un horrible espigon de hormigon, que la parte en dos. No hay infraestructura turistica, porque en Malindi, apenas hay turistas.    Malindi

Por carecer, no dispone ni de mercado -al menos, que hayamos visto, en nuestros largos paseos-, de supermercados, casi de hoteles y solo cuenta con unos pocos bares, que se hallan casi todos juntos, en la que llamamos calle de los golfos, dado que tambien en ella, se encuentran los bancos. En uno de esos night clubs, que tambien es alojamiento, fueron a parar nuestros huesos.
                                        
La habitacion salio barata y aunque el establecimiento vivio momentos mejores, no esta mal del todo. En ella, practicamos eldeporte mas popular del viaje, que no es otro, que coser y recoser la mosquitera. Esta tenia mas agujeros, que la red de una porteria de futbol.
                               Lamu                      
Luego, viene la segunda parte. Una vez rememndada y colocada, hay que matar a los malditos mosquitos, que quedan dentro. La tecnica, pasa por esperar a que se posen en ella. Entonces, uno pone la mano por fuera y el otro, aplasta al bicho desde dentro, con un fuerte palmetazo. Realmente, es mas divertido, que jugar al paddel y se celebran bastante mas, los puntos anotados.

Desde Malindi, nos fuimos para la isla de Lamu, por un arenoso, sucio y escarpado camino de cabras -ni carretera, ni siquiera ripio-. Tras cuatro horas dando botes y sin casi amortiguadores, llegamos al embarcadero, con el cuerpo mas dolorido, que tras una sesion intensiva en un Hamman. Luego, nos toco ir pasando de barco en barco, con la mochila a cuestas. En ese instante, se me cruzo un lugareno y para no caer al mar, entre de cabeza y en picado, en la prehistorica y profunda embarcacion.
                                                                                                   Lamu 
Ya no nos llama la atencion, que en mitad del mar, hagan trasbordos de unos botes a otros, como si de un intercambiador de transportes se tratara (hasta incluso, las senoras con faldamento, de edad y churumbel a cuestas).

Lamu, es una antigua ciudad suajili -la mejor conservada del este de Africa-, mucho menos turistica, que la afamada Zanzibar y al menos -sinomas-, tan bella como esta.

Resulta encantador y relajante, caminar por su paseo maritimo -parcialmente pavimentado- y con bellos edificios o por las estrechas y misteriosas calles interiores, por las que no dejan de fluir regatos de agua. El unico transito, que hay aqui, aparte del de las personas, es de los numerosos asnos, que campan a sus anchas por calles y plazas o bajo el gobierno de sus propietarios, cuando toca transportarlos, con o sin carga.

                                                                        Lamu
Lastima, que la espectacular playa, que hemos encontrado, esta llena de suciedad y medusas. Manana, tenemos el dia entero, para seguir explorando.

Nuestro angel de la guarda es negro, viste traje, porta un buen reloj y lee el Daily Nation (parte II de II)

Todas las fotos de este post, pertenecen a Mombasa      
         El presunto ratero y nosotros, no dejamos de observarnos. Detectamos otra senal de alarma: llena una botella de medio litro, de un liquido transparente, que mezcla con unos polvos desconocidos. Da vueltas con un palo al brevaje y teniendo su propia ventana libre, se avalanza hasta la nuestra. Huimos despavoridos, pensando que se pueda tratar de una sustancia adormecedora o de las que te hacen perder la voluntad -tipo burundanga-.

El de seguridad observa la escena, sin inmutarse, mientras en un descuido, conseguimos rescatar del portaequipajes, la mochila grande y echamos a correr al siguiente vagon, abriendonos hueco en los asientos, que ocupan un padre, una madre y sus nueve hijos, que se muestran sorprendidos. Tras nosotros, viene el de seguridad y se acomoda a nuestro lado. Alli permanece imperterrito, hasta la parada donde baja el joven y desciende del convoy con el. Los revisores nos informan, de que el peligro ha terminado.
                                                     
          Imposible, contener el panico y los fantasmas, que emergen por todas partes. Cada uno de los restantes pasajeros o vendedores, nos parecen sospechosos de algo y compinchados con alguien.

          Si nos roban, no es por el dinero. Llevamos solo 50 dolares y 8.000 shillings (unos 70 euros), escondidos en una imperceptible carterilla y una bolsa, en la planta del pie. Tampoco, nos preocupa la mochila grande. Estando al final del viaje, casi nos harian un favor. Pero, perder las 1.300 fotos de la camara y los casi 10 cuadernos escritos sobre el viaje, nos hundiria en la miseria.

          Mientras actuamos de Sercklock Holmes y en una parada, unos pasajeros tiran por la ventanilla a la via, las distintas partes de una cama, que han traido desmontada en el tren. En Africa y aun despues de 92 dias, no dejas de sorprenderte.

          Mombasa es una ciudad con mucho encanto: trepidantes mercados, templos hindues, mezquitas, un fuerte y un bonito casco historico, ademas de sus famosos colmillos de chapa. Muchas mujeres, se trasladan aqui con el burka, aunque no es con rejilla, sino un hijab y un babero en la cara. Es una sensacion extrana, el ver negro sobre negro.

           Por la tarde, en la unica agencia de viajes que encontramos, contemplamos como venden como colorido y folclkorico, un viaje a la madre patria, con una foto de la plaza Espana de Sevilla y blanquitas ibericas, ataviadas con faldamentos y faralaes andaluces. Tras unos instantes, nos invade el horror: a nosotros, tambien se nos insinua mas exotico, que lo que vemos y vivimos aqui todos los dias.

          Retornando a los incidentes del tren, resaltar que el trajeado, antes de bajarse, nos pidio el correo electronico. Seguimos esperando su mensaje, en el que nos anuncie, que todo era un montaje para un programa de camara oculta.