No sabíamos, si terminaríamos durmiendo en Skoura, retornariamos a Ouarzazate o el plan más improbable: regresar de un tirón a Marrakech.
Pues bien. Ha sido este último el que se ha cumplido, porque ni siquiera hemos llegado hasta Skoura.
El plan se fue desmoronando, como un castillo de naipes o una hilera de fichas de dominó. Anoche -después de dar un paseo por el centro de Ouarzazate, más animado, que de día, en el que me golpeé la tibia contra un duro jergón de madera y me herí-, descubrimos, que la Kasbah de Skoura está a 6 kilómetros del centro de la ciudad. No era un problema gordo, porque pilla de camino en la carretera, podríamos bajarnos allí y hacer el camino andando, una sola vez.
El siguiente hallazgo fue peor: el magnífico palmeral, se sitúa a 7 kilómetros del centro y en otra dirección. Habría, que sumar, otros tantos de regreso. ¡ Si preparáramos los destinos con más antelación ...!
El siguiente hecho nos puso al borde del cao. Hoy va a empezar una ola de calor, para llevar las máximas desde los 32 de ayer, a los 39.
A pesar de todo, mantuvimos los planes.
Nos levantamos pronto y nos fuimos a cambiar dinero al único banco, donde pone la tasa en la puerta y resulta, que desde hace tiempo, ya no ofrecen está operación. Desconcierto y mucha perdida de tiempo, hasta que encontramos otro.
El resultado fue, que perdimos el bus de las 9:30 y tomar el siguiente nos complicaba mucho el día.
Vuelta a Marrakech, con mucha frustración, pero pagando 20 dirham menos, que a la ida, con un mejor bus y potente aire acondicionado.
Nuestra relación con Marruecos es extraña. Hicimos siete viajes al país, entre 2005 y 2012, en los que lo recorrimos entero. Así, que durante once años y hasta 2023, no volvimos por aquí. Sin embargo, durante los últimos dieciocho meses hemos hecho otros cinco periplos.
El problema es, que está todo casi visto y lo que nos queda, se encuentra bastante distante entre si y es de segundo orden en una nación, donde el transporte público es complicado. En el sureste solo nos quedaba Ait Ben Haddou y Skoura y nos hemos quedado sin la mitad del proyecto. Más de diez horas de bus para una sola visita -Ouarzazate ya lo conocíamos - y a pesar del grato reencuentro con Marrakech, el periplo ha sido un fracaso.
El pronóstico era cierto y al bajar del bus, nos encontramos con 40 grados. No obstante, nos fuimos andando al alejado Carrefour para comprar cerveza y a la vuelta descubrimos, que hay otro tres veces más cercano, a cuarto de hora de la Koutobia...¡Vaya día de frustración!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario