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domingo, 6 de octubre de 2024

Últimas horas en Marrakech

           El trayecto de regreso, desde Ouarzazate, hasta Marrakech, fue uno de los momentos más placenteros del viaje, con el aire acondicionado a tope, las cortinas corridas y durmiendo a pleno rendimiento, tres de las mas de cuatro horas y media, que duró la travesía. Nos acomodamos en el mismo hotel de hace dos días, aunque en distinta habitación, para seguir asfixiándonos de calor.

          Lo que más nos apasiona en Marruecos desde el punto de vista gastronómico son, las irresistibles tablas de variados pescados fritos y mariscos. Después, los tajines y cuscús, además de las brochetas y diversos platos locales. Y, en plan más informal, las aceitunas de los puestos de los mercados y supermercados -existe casi tanta variedad, como de quesos en España- y las sardinas de lata, mucho más ricas y baratas, que en nuestro país. Para rematar, un poderoso té de especias, a 3 dirham, en las noches de Jemaa El Fna.

          En esta plaza, los comisionistas de los restaurantes vespertinos siguen con la misma cantinela de hace veinte años: "más barato que en Carrefour o Mercadona" y similares y les hemos reñido por ello, pidiéndoles, que se renueven un poquito.

          Solo nos ha hecho gracia un tipo joven, que nos ha espetado: "ya os han tratado de engañar esos pajarracos...", refiriéndose a sus colegas restauradores, para a continuación, querernos colocar el suyo.

          En el último año y medio hemos volado desde Tánger, Esaouira y Agadir, con Ryanair. Como en Tirana o Turquía, la compañía no emite tarjetas de embarque digitales al móvil. Debes gestionarlas en la app, para luego obtenerlas en la web. Pero tampoco valen y el día del vuelo, se debe acudir al mostrador, para que te den una en papel. Nunca las hemos impreso.

          Pero, nos empezamos a rayar, porque en más de veinte agencias y locales diversos de Marrakech, instan a imprimir por un euro, el documento. No sabíamos, si algo había cambiado, aunque no parecía lógico. Así, que nos fuimos a la normativa de la compañía, que en su artículo 6.2.1. dice lo siguiente: "Debes hacer la facturación en linea en www.ryanair.e imprimir o DESCARGAR tu tarjeta de embarque...".

          En el mostrador, solo nos pidieron los pasaportes, nada más y la gestión fue muy ágil.

          Por cierto: os hablé de un Carrefour Market, a quince minutos de la Koutobia, con cerveza y alcohol. Pero es bastante más caro, que el más alejado del Menara Mall.

          Y desde ese centro comercial y por un camino cómodo, fuimos andando al aeropuerto, donde el aire acondicionado brilla por su ausencia y en el que hay que pasar los bultos antes de entrar por un poco exigente control de seguridad.

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