Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

miércoles, 4 de enero de 2012

Sumidos en la maldita burocracia

                                                                                        Numbai
             India es el país más burocratizado del mundo, que conocemos. Cuando haces la visa y empiezas a mamar la desesperante cultura del tocahuevismo, te lo tomas como algo personal. Ya en el país, descubres que es “pecata minuta”, en comparación con lo que te espera.

            Sirva como ejemplo, este pequeño affaire en la estación de ferrocarril de Mumbai, a donde hemos llegado esta mañana. Como el alojamiento es muy caro, sólo pasaremos un día aquí. Compramos los billetes para el nocturno, a Jalgaon, en sleeper, sin problemas y hasta con más amabilidad de la esperada y sin colas. Nuestra pesadilla, comienza cuando pretendemos dejar los bultos en la consigna.

            Para aceptarlos, deben estar completamente cerrados. Como no tenemos candado, decidimos coser la parte final de la cremallera, No les sirve. Nos indican una tienda –dentro de la propia estación-, donde los venden de todos los tamaños y colores. Nos alarmamos. Si tenemos que poner uno por cada cierre de las mochilas, le vamos a dejar el puesto vacío. No. Basta con uno, con que esté visible y no importa, que en realidad, no cierre nada, porque no hace ninguna comprobación. De hecho, los nuestros están, simplemente, superpuestos
Numbai
            Ejecutado el trámite, volvemos a la ventanilla. Resulta, que ahora tenemos que recorrer unos 100 metros, con el fin de que nos pasen el equipaje por un escáner. ¿No nos lo podían haber dicho antes, para haberlo hecho todo junto?. Realizamos la operación y retornamos .Debemos volver, de nuevo, dado que no nos han puesto un sello, dándonos el visto bueno. ¡GGGRRRRR!

            Los problemas continúan. En cada mochila hay una pequeña botella de güisqui (de las de 3350 centilitros). No nos pueden dar el equipaje de paso, dado -por increíble que parezca-, que en los trenes y en las consignas de India, no se puede introducir alcohol –ni siquiera facturado-. ¡Estupefacción!, que se hace aún mayor, cuando el policía nos sugiere, para ahorrarnos más problemas, que se las regalemos a él.

Nos alejamos un poco y ponemos las dos botellas en el mismo bulto. A ver si por lo menos, podemos dejar uno, en la maldita consigna. Pero, nos han visto cambiarlo y se siguen negando a poner el maldito sello, a una mochila “inocua”.

            Finalmente, conseguimos que lo hagan, después de mucha paciencia y de negarnos categóricamente –ante su insistencia-, a entregarle las botellas. La otra mochila, la llevaremos con  nosotros, el resto del día. Pero, al empleado de los huevos, no le cuadra, que antes quisiéramos dejar dos paquetes en la consigna y ahora sea sólo uno. Pasamos a ser víctimas de su sus tremendas sospechas.
                                                                      Numbai
            Tras momentos de incertidumbre, conseguimos dejarla. Eso sí, rellenando nosotros el extenso y habitual formulario y colocando el equipaje en persona, en la balda correspondiente.

            Por  lo demás, Mumbai es una ciudad muy agradable –al menos, en las zonas que visita el viajero-, de anchas aceras, bonitos edificios coloniales, grandes avenidas e incluso, parques (algo no habitual en India). Se come bien, aunque tomar una maldita cerveza, te sale por un ojo de la cara (casi cinco euros, al cambio o lo que es lo mismo, el precio de una habitación económica).
                                                                                                      Numbai
Los pelmas abundan, sobre todo cuando merodeas alrededor de los hoteles –supuestamente- “económicos” o cuando te acercas a la famosa Puerta de la India. Lástima, no haber podido estar aquí, siquiera una jornada más, porque la ciudad lo merece.  

1 comentario:

Eva dijo...

Esta entrada fue escrita, originariamente, el 12 de octubre de 2,011.

Muchas de las opiniones, vertidas sobre India en este blog, pueden haber cambiado, con el paso del tiempo y con un mayor conocimiento de las cosas.

Sin embargo, se van. a publicar, tal como fueron escritos, sin modificación alguna.