Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

viernes, 25 de noviembre de 2022

Mañana de pitidos y alcohol, tarde de incertidumbre y noche de folleteo frustrado

           Buena parte del magnífico día de ayer ha quedado en un espejismo, cosa, que no resulta extraña en este país. Nada más levantarnos e ir a la estación, a comprar los billetes para la tarde a Bidar descubrimos, que ha habido un malentendido y que por poco, no nos vamos  a Virar, en dirección absolutamente contraria y cerca de Bombay.

          Al menos, si existe bús público hasta el templo, donde llegas en menos de diez minutos. Es bonito -sobre todo, la parte de más abajo, que se encuentra absolutamente labrada- y la única molestia es, descalzarse en todo el recinto exterior e ir pisando los lodos generados por la copiosa tormenta de la noche pasada.

          Hasta las tres de la tarde pasamos la mañana de bajón en la habitación, bebiendo alcohol y escuchando de fondo los insistentes y persistentes claxons de todo tipo de cacharros. ¡ Cuántas mañanas habremos dilapidado así, en Delhi o Calcuta, en anteriores viajes!. La última hora nos quedamos dormidos profundamente.

          La tarde pasa entre el aburrimiento, la confusión y la inquietante incertidumbre. Cada vez, que preguntamos horarios, para Bijapur, nos dicen unos distintos. Hay un momento, incluso, en que llegamos a dudar de si hay servicio directo a esa ciudad. En las pantallas de la estación, ni rastro de nuestro destino. Me siguen picando los granos con gran intensidad. Finalmente y gracias a una amable trabajadora de la estación, siendo las 20:20 horas, nos ponemos en ruta en un no muy lleno autobús estatal. Llegamos, a Bijapur, a las tres de la madrugada y nos toca dormir en la estación en unas sillas y apoyando la cabeza en las mochilas, colocadas una encima de la otra, hasta las seis de la mañana.

          Media hora después, nos ocurre un incidente lamentable. Un amable joven nos ofrece una habitación a 200 rupias. Nos parece muy barata, pero viéndola, creemos entender los motivos. Entra el agua de la lluvia por todas partes, pero al menos, conseguimos, que nos cambien las sábanas. A la hora y cuando no nos hemos ido a dormir, aporrean la puerta y nos invitan a irnos. A nuestros 55 y después de 35 años juntos, nos ha tomado por dos desesperados folladores domingueros.

          Bijapur es una ciudad muy interesante, a pesar de estar casi anegada por la lluvia interminable de los últimos días. Tiene numerosas y apacibles ruinas de palacios y ciudadelas, que se pueden visitar de forma casi lineal y gratuita, hasta culminar con la impresionante tumba de Golgumbaz.  Además de tres impresionantes mezquitas, una barbacana, un vibrante mercado exterior e interior para mayoristas y público en general... La mala noticia es, que no iremos a Bidar, porque significaría perder dos días en ir y volver, con transbordos incluidos. Si no hay cambios de planes, Badami nos espera.

          De momento, pernoctamos en un buen y barato hotel, en el hasta ahora, mejor destino del viaje.

No hay comentarios: