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sábado, 14 de octubre de 2017

Circular por India

                                               Esta es de Mandi y la de abajo, de Hampi 
          Tratar de establecer un manual de conducción de vehículos, en India, daría para un libro de mil páginas, si se detallan situaciones concretas y se ilustran con anécdotas o simplemente, para una línea, si se quiere simplificar: “¡haz lo que quieras, puedas o te dejen!”. Tirando por un camino intermedio, voy a tratar de exponer algunos conceptos básicos sobre el funcionamiento del tráfico y lo difícil, que lo tenemos los peatones.
Velur
          -En India se conduce por la izquierda, pero esta es una instrucción meramente orientativa, dado que se circula en todas las direcciones y sin más criterio, que “por aquí quepo y puedo avanzar”.

          -Conducir a golpe de claxon (el pi, pi, pi constante de las ciudades resulta insoportable, aunque te acostumbras): cada conductor solo se responsabiliza de lo que ocurre delante de él. Para lo demás, ya está la bocina para avisar, a los que se encuentran a los lados o detrás -sean peatones u otros vehículos-, de que estamos realizando una maniobra, por descabellada, que esta pueda ser. La pega mayor, entre otras muchas es, que los caminantes no disponemos de claxon.
                          Bangalore
          -Buscar el hueco libre: no hay más norma, como si se tratara de una partida de tetrix, que encajarte donde puedas, en el tráfico rodante. Puedes aparcar donde quieras, poner un tenderete o un carrito de comida y serán los demás, quienes tengan que ir esquivando los obstáculos, sin más reproches, ni burocracia. Las desventajas son obvias, pero la ventaja principal no es baladí: casi todas las situaciones complejas del tráfico, a lo largo del día -que no son pocas-, se solucionan de forma amistosa, sin aspavientos o discusiones y sin que tenga, que intervenir la autoridad (lo llevas claro, si esperas ayuda policial).
Hampi
        Eso sí, cuidado con los numerosos animales, porque ellos ni siquiera entienden esta forma de actuar, tan básica.

          -Los semáforos son casi inexistentes y cuando los hay, no siempre son respetados (especialmente, por las motos, tuck tucks y rickshaws). Apenas se encuentran señales y las que hay, no se respetan. El brazo es un buen arma para indicar la maniobra, que se va a hacer, si se trata, por ejemplo de un giro.

          -No existen normas, ni en cuanto al número de pasajeros, que debe albergar un vehículo o en cuanto a la carga, que pueden llevar. Así, no resulta infrecuente, ver a un matrimonio con sus tres hijos subidos en una moto, a 15 personas en un tuck tuck o a una pequeña furgoneta, transportando en su techo, gruesos tubos metálicos de cinco metros de largo.
                                                                                              Hyderabad
          -Afortunadamente y debido a los atascos, a la superpoblación, al estado del firme y al caos imperante, en India no se circula, normalmente, a mucha velocidad, lo que impide desastres mayores, a los ya habituales y cotidianos.

          -Si tienes un accidente o atropello, vete contando con que nadie te va a ayudar, ni para auxiliarte, ni para llevarte a un hospital. Si lo hicieran, por un lado, la policía podría acusarlos de culpables del hecho y meterse en problemas. Por otro lado, es posible que el centro hospitalario requiera el pago del tratamiento por adelantado y alguien debe hacerse responsable.
        Delhi
          -Aunque para todos es complicado moverse en el asfalto, la palma se la llevan los peatones, que muchas veces, tenemos, que circular, casi por el centro de la calzada, al no haber acera, estar ocupada y tener dos filas de cacharros aparcados y una de puestos. Debe hacerse notar, que a pesar del caos y el peligro, la mayoría de indias e indios caminan despreocupados, sin casi mirar a su alrededor.
Kullu
          Tratar de cruzar las calles más concurridas resulta un deporte de altísimo riesgo, que se debe evitar por la noche, dado que muchos vehículos para ahorrar o por falta de mantenimiento, no disponen de luces.

          -El peatón debe ser consciente, de que no se trata de un juego de niños y de que muchas veces, te juegas la vida. Nosotros, en este último viaje, hemos sufrido situaciones en Hyderabad -acrecentadas por las interminables obras del metro- o Delhi, de salvar el pellejo por milímetros, ante un carromato y un autobús. ¡Y no es ninguna broma!.
Esta es de Nahan y la de más abajo, de Shimla
          También circulan muchos conductores sinvergüenzas, por no decir, el 99%. Resulta comprensible, en una situación de supervivencia extrema. Pero no lo es, que vayas a cruzar una calle de cuatro filas de vehículos, quieras parar entre dos de ellos y el de detrás se pegue al de delante, para impedírtelo y hacerte la puñeta. Lamentablemente, eso está a la orden del día, sin que nadie ponga coto.

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