Todas las fotos de este post son, de Tokyo
Los alojamientos en Tokyo y en el resto
de Japón, parece, que cotizaran en bolsa, con diferencia en su
precio de hasta un 300%, dependiendo del día y de la hora, siendo
los sábados el día más difícil para encontrar uno.
Si eres de aquellos, que cogen la
línea Yamamoto o el metro para ir a todas partes, te pude servir un
único alojamiento para toda tu estancia en la ciudad. Sin embargo,
si te gusta caminar, tal vez prefieras reservar varios hoteles en
diferentes zonas de la ciudad. Nosotros lo hemos hecho así: resulta
ventajoso, pero requiere esfuerzo, capacidad de adaptación y sufrir
un poco de estrés
Desde mi punto de vista y a toda
leche, Tokyo se puede visitar en tres días, aunque recomiendo un
mínimo de cinco. En nuestro caso, tomamos el metro muy pocas veces y
siempre sin trasbordo (nuestra favorita, la Mita line)
El día primero, recién aterrizados,
sin jet lag alguno y sin soltar nuestros pequeños bultos -el hotel
estaba a las afueras-, visitamos la desangelada zona de la estación
central y el cercano distrito, de Guinza.
La trepidante y calurosa jornada
siguiente, nos aventuramos con mucho ahínco y sol demoledor, para
descubrir la zona de Ueno y los maravillosos templos del lago,
terminando en la cosmopolita e inigualable, Asakusa, donde se hallan
los milenarios templos de Sensoji. ¡Terminamos con la boca abierta!.
Como nos tocó dormir por ahí -o sea,
en la calle, por ser sábado-, en una noche de picos pardos, durante
la cuarta etapa consolidamos posiciones y nos cascamos una buena
siesta, retornados al alojamiento del primer día.
El lunes, disfrutamos del magnífico y
popular mercado de pescado y del otro más general -conocidos, como
Tsukiji-, situado en los alrededores, probando generosas
degustaciones de todo tipo, fundamentalmente de kinchi, algas, caldos
y peces crudos macerados en ricas salsas. No asistimos a la
-supuestamente y según nuestras fuentes- subasta del atún, que se
celebra de madrugada.
Aún tuvimos tiempo, para acercarnos a
un esplendoroso templo antiguo y a la reproducción de la torre
Eiffel, ubicada en la zona de Shiodome.
¿Nos ha gustado Tokyo?. Rotundamente,
sí, aunque algo menos, que Seúl. Ha cumplido nuestras expectativas,
pero con mucho cansancio y sin enamorarnos de la ciudad, sin
encontrarle el alma y el aliento. Tendréis, que seguir leyendo, para
daros cuenta, de que la urbe, que nos pone en Japón y de largo, es
Kyoto