Calcuta, arriba y Haridvar, abajo
-”No se te ocurra ir a India, en la época monzónica”: He oído esta afirmación, decenas de veces. Y es, que hay gente, que piensa, que cuando llegan los monzones, llueve meses y meses seguidos, a todas horas. Hemos pasado tres monzones, en Asia -no tantos, como ramadanes en el mundo, que eso es más jodido- y no hay más problemas, que cuando llueve paras un rato o si te pilla una gorda, la parada puede ser algo más larga (nunca nos vimos en este último caso, pero seguro, que puede pasar).
-”Los
puestos callejeros de comida, de India, están en muy malas
condiciones higiénicas”: Aunque, no se puede generalizar, en
la mayoría de los casos, esto no es verdad, dado que mantienen unas
condiciones mínimas, aceptables. Normalmente, suelen vender su
genero enseguida. O dejar los fritos a medi hacer, pasándolos
nuevamente por el ace3ite, cuando el cliente los compra. Este proceso
termina con la vida de los microbios. En definitiva, la alimentación
en la India, no es de los mayores problemas, que se encuentra el
viajero.
-”No se te ocurra ir a India, en la época monzónica”: He oído esta afirmación, decenas de veces. Y es, que hay gente, que piensa, que cuando llegan los monzones, llueve meses y meses seguidos, a todas horas. Hemos pasado tres monzones, en Asia -no tantos, como ramadanes en el mundo, que eso es más jodido- y no hay más problemas, que cuando llueve paras un rato o si te pilla una gorda, la parada puede ser algo más larga (nunca nos vimos en este último caso, pero seguro, que puede pasar).
Bhubaneswar
Desde luego, el
monzón -irregular, a lo largo del país e inexistente en
determinadas zonas, como las montañas-, no es la mejor época para
viajar. Pero, tampoco la peor. Y si lo es, más se debe al asfixiante
calor, que en India, es insoportable, entre mediados de marzo y de
agosto, que a las lluvias, típicas, desde finales de mayo, a
mediados de septiembre.
Desde luego, no
frustréis vuestras ilusiones de ir a India, durante el monzón,
especialmente, si las recomendaciones vienen de una agencia. Son
consejos muy interesados, porque en esa época y con su programas de
viaje tan apretados, una lluvia inesperada y potente, les puede
arruinar su circuito organizado esa jornada y tener, que devolver el
dinero ya cobrado, de una excursión. O tener, que cambiar de
itinerario, con las consiguientes molestias o pérdida pecuniaria.
Varanasi
Fiaros de vuestra
intuición -si la tenéis, que creo, es un bien poco frecuente, en
los viajeros organizados y a veces, tampoco, en los independientes- y
nunca, nunca, nunca, de las agencias de viajes o conductores de
coches de alquiler.
En
cualquier caso y para evitar complicaciones y si puedes, viaja a
India, entre finales de septiembre y mediados de marzo. De esa forma,
evitas el peor mal de la India: el insufrible calor (el segundo es el
tráfico).
Rishikesh
-“En
India, hay mucha gente tirada por el suelo”: No
es del todo cierto. La pobreza en India, por lo general, suele ser
bastante digna. Verdad es, que en el sur –apenas se produce en el
norte-, hay alguna poca gente derramada por las calles. Pero, por lo
general, se trata más de personas con enfermedades mentales o
problemas etílicos o con otras drogas, que de víctimas de la
pobreza o el sistema.
-“Manejarse
con el sistema ferroviario de India es complicado y hay que reservar
con mucha antelación, sobre todo, para los trenes nocturnos”:
Cierto
es, que no siempre que uno quiere un boleto para el día siguiente,
en un expreso nocturno, lo tiene. Pero, también es verdad, que
nosotros tomamos veinte de estos trenes -entre los dos viajes-,
reservando el mismo día o como mucho, la jornada anterior, en la
categoría más demandada, que es, la confortable “sleeper”
(litera), en compartimentos de seis).
Allahabad
En cuanto a la
complejidad para adquirir billetes, es escasa, aunque a veces
tediosa. Para empezar, hay ventanillas para extranjeros –y otros
colectivos, como mujeres, discapacitados, policías o militares-, que
permiten ahorrar mucho tiempo y bastantes colas. Basta con rellenar
un formulario, con los datos personales y los del tren y el trayecto
a llevar a cabo y pagar la cantidad solicitada, que en algunas
ciudades, se puede incluso abonar con tarjeta de crédito. El
aceptable sistema informático permite también, por ejemplo. comprar
un boleto en Dheli, para viajar desde Calcuta a la ciudad de Mumbai.
Si que es verdad,
que en el sur, donde no están muy acostumbrados a recibir y tratar
con turistas extranjeros, algunos empleados de la compañía
ferroviaria, pusieron a prueba nuestra paciencia. En Madurai, en
Trichy y Margao, estuvimos más de una hora para obtener nuestros
ansiados y preciados billetes.