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martes, 13 de diciembre de 2022

Cambiar dinero, pesadilla olvidada

          Estamos en Goa y aquí puedes cambiar dinero desde una joyería, una agencia de viajes o hasta la tienda de la cerveza. Esto, que ahora es una anécdota, nos causó bastantes problemas en la primera semana del viaje. Ni en la mismísima Bombay, encontrábamos forma de convertir nuestros euros en rupias. Tuvo que ser un señor muy mayor de un puesto callejero, al que ayudaron a juntar la cantidad otros comerciantes de la zona. El nos sacó del apuro. Sin pretenderlo, nos regaló 1.000 rupias , pero nosotris no hicimos nada por corregir el error.

          No vimos ni un solo sitio donde cambiar, hasta días después, en Kolhapur. Dos simpáticos chicos de una agencia de viajes y transferencias de dinero, a los que habíamos ido a preguntar por autobuses a Bidar, nos canjearon 100 euros por la mañana y otros tantos por la tarde, a una tasa muy razonable. El siguiente cambio fue en Gokarna, lugar donde hemos visto más guiris hasta ahora. Se produjo en otra agencia de viajes, aunque nuestro primer hotel, también lo ofrecía.

          Aunque anteriormente, habíamos llevado a cabo tres viajes largos, a India, nos sorprendió el asunto de la dificultad de la conversión de divisas, porque en ellos siempre tiramos de cajero, con las tarjetas de ING o de Evo Banco, que ya no tenemos. Caixa Bank, nuestro banco principal actual, te sangra por sacar en el extranjero, un cinco por ciento de la cantidad extraída. ¡Un robo más, de los habituales de los bancos!

          Convertir nuestras rupias en euros, a la vuelta en el aeropuerto, de Bombay, nos salía tan tremendamente abusivo, que nos las trajimos para casa, esperando utilizarlas en el quinto viaje al país, tal vez, el año, que viene.

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