Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

domingo, 12 de agosto de 2012

El dicho no miente: "Más se perdió en Filipinas"

                                         Manila (Filipinas)
Buenas tardes, desde la desesperación y el absoluto desconsuelo. Hoy es el día más triste de todos nuestros viajes y, aun así, tampoco nos podemos quejar, porque cosas peores a las que han ocurrido, nos podían haber pasado en tantos periplos por el mundo.
                 Manila (Filipinas)
Los principales peligros que se tienen al viajar -y de ellos, siempre hemos sido conscientes-, son de mas grave a menos, la muerte, contraer una enfermedad de las típicas del tercer mundo, que generalmente causan los mosquitos -malaria, dengue, leismaniosis…), tener un accidente, que te roben y te dejen sin nada y perder los escritos o las fotos del viaje. A nosotros, afortunadamente, solo nos ha ocurrido esto último.

Solo hizo falta un segundo, para que las mil cien fotos que llevábamos -desde la primera en el remodelado aeropuerto de El Cairo, hasta la ultima, ayer en una preciosa puesta de sol en White Beach-, se fueran al garete, por un fallo increíble de la tarjeta de la cámara, que no sabemos como se reformateo sola y mandó todos nuestros recuerdos a la mierda. Fotos magnificas, sobre todo de mercados coloridos, gente pintoresca o típica y playas y puestas de sol. Eran las mejores fotos de cualquier viaje, porque Asia, gracias a la amabilidad de su gente, es el continente más fotogénico. Es verdad que es más bonito América, porque entra por la vista, pero Asia se adentra en el corazón, para nunca volver a salir.
                                                                                     Vigan (Filipinas)
Tenia que ser otra vez la puta tarjeta, como con las del banco, aunque esta vez fuera la de la cámara, la que nos haya jodido el transcurrir, por uno de los países mas recomendables en los que estuvimos jamás.

No obstante, lo primero que hicimos esta mañana -aunque no teníamos ninguna gana-, fue seguir haciendo fotos, para intentar superar este duro golpe cuanto antes.
  
            Esta semana, ha sido de las más intensas de nuestras vidas. El lunes de madrugada, casi morimos en un accidente de tráfico, al estar el autobús en el que viajábamos a Banaue, a punto de caer por un terraplén. El susto y el griterío, fueron realmente tremendos.
                        Vigan (Filipinas)
            Ese mismo día por la noche, en uno de los sitios más bonitos y más olvidados del planeta, conocimos a una pareja de madrileños y un catalán, con los que estuvimos cerca de  24 horas continuadas de juerga, que casi nos llevan al coma etílico y algún hospital, a 15.00 kilómetros de casa. Y dos días después, lo de las fotos y una crisis de pareja de la que no damos más detalles, que casi nos sitúan en la disolución, de una relación legendaria. Todo ello, en tan solo cinco días.

Por lo demás, teníamos otro mensaje anterior ya escrito, para mandaros hace un par de días y no vamos a dejar de hacerlo.

La vida en Filipinas, esta siendo tan dura como tan linda. Realmente dura, porque hace un par de días, nos corrimos la juerga mas grande de los últimos meses y todavía nos estamos recuperando (la edad no perdona). ¡Fue el día en que ardió Manila!.
                                      Sabang (Filipinas)
Al coger un autobús en Banaue -lugar de preciosas plantaciones de arroz, en forma de terraza-, nos encontramos primero a Javi (Barcelona) y luego a Susana y Raúl (Madrid), tres españoles en Filipinas, con los que estuvimos de fiesta, comiendo, bebiendo, charlando y yendo de caraoke -la única diversión en Asia, pero muy animada, porque aquí no tienen sentido del ridiculo-, durante horas .

Este viaje es el de los records y también el de comer y beber lo batimos: Desde las nueve y media de la mañana, hasta las cuatro y media de la madrugada. Una gente fantástica, muy viajera y divertida, con los que pasamos uno de los mejores momentos del viaje. Ahora nos curamos y lamemos las heridas en un resort, aunque algo cutre.
              Manila (Filipinas)
En Filipinas el transporte es horrible. Te puedes tirar todo el día para hacer 200 kilómetros, con cuatro cambios de de autobús. Pero la comida es exquisita. El lechón asado no es como el español, pero esta riquísimo, carnoso y crujiente, sobre todo en su modalidad llamada Kawali. La longaniza es parecida en la forma a la española, aunque con un exótico toque de sabor dulce. Los calamares rebozados, con una salsa de ajo deliciosa, fueron los mejores que probamos jamás. Las gambas, que las hacen con salsa agridulce y a la vez picante, resultan insuperables. Y el pescado en todas sus formas, es exquisito.
                                                                                   Ángeles (Filipinas)
Pero lo mejor de aquí, es la gente. Casi cada filipino, es nuestro ángel de la guarda. Tendríamos docenas de ejemplos, pero sirva el de cuando llegamos ayer a Nasubug. Pedimos un plano en la policía turística. No tenían, porque el pueblo son cuatro calles, pero a cambio, nos trasladaron gratis en el coche policial hacia la zona de los hoteles de la playa. Y no conformes con eso, nos ayudaron a regatear el precio de la habitación. Y aunque -modestia aparte- soy buena regateando, la policía impone mucho más.

Mientras nuestro cuerpo y nuestra mente tratan de volver a la normalidad, ya tenemos claro que Filipinas esta siendo la gran sorpresa del viaje. Y pensar que la única causa de acabar aquí, fue que no funcionaban las tarjetas de crédito, para poder comprar con otras compañías aéreas.
 Banaue (Filipinas)
Susana, Raúl y Xavi nos han hablado maravillas sobre la India. Además, ellos nos dieron aquí el cariño que siempre vosotros nos dais allí -y también ahora por e-mail- y que tanto necesitamos.

Besos, desde el país donde pasamos los mejores y los peores momentos del viaje (aunque nunca podréis ver ninguna foto entre los días 1 y 86 de este periplo).  

1 comentario:

Eva dijo...

Este texto fue escrito, originariamente, el 20 de septiembre de 2.008.

Dos meses después y mediante una aplicación de pago (cerca de 40 euros), conseguimos rescatar más del 90% de las fotos, de las entrañas de la tarjeta.