Esta y las cuatro siguientes son, de Tokyo
-”Japón
resulta un país muy caro”. Nada más alejado de la
realidad. Yo diría, más bien, que el país nipón resulta bastante
barato, si se saben hacer bien las cosas y se huye de la manera más
tópica y típica de recorrer esta nación, que replican como
cansinas letanías, la mayor parte de las webs y los blogs dedicados
al país.
Para
empezar, se debe estudiar minuciosamente, si conviene adquirir el
carísimo pase de tren, Japan Rail Pass, simplemente, por la emoción,
la estupidez, la catetada o el capricho, de pegarse viajes en tren
bala, que no es otra cosa, que un AVE más rápido. Ya os adelante,
que para el 90% de los viajes, no sale rentable y de largo.
Salvo
los sábados por la noche, día en que no sé por qué motivo, los
precios de los hoteles se disparan, el resto de los días y siendo un
poco flexible con la zona -sobre todo, en Tokyo-, se pueden encontrar
buenas gangas. La habitación más cara, que pagamos en la capital,
nos costó 32 euros y en el centro de Kyoto, disfrutamos de una
amplia y confortable alcoba, por 16. En Osaka, es posible, dormir por
9 euros, la doble (como os lo digo).
Aunque
no resulta barato, comer en restaurantes tampoco debe asustarnos, si
comparamos con España. La cesta de la compra en el supermercado,
puede ser un 10 o un 15% más, que en nuestro país -algunos
productos se disparan, como ocurre en cualquier parte- y si se
selecciona bien, resulta posible alimentarse de una forma correcta,
sin gastar demasiado. El problema es -sobre todo, en Tokyo-, que no
siempre es posible encontrarlos, sobre todo, en el centro, estando
dispersos, de una forma muy desigual.
El
más completo y el que nos salvó la vida a nosotros, se halla en el
distrito, de Asakusa, muy cerca de los templos, de Sensojii.
Es
verdad, que en los últimos tiempos, el yen se ha devaluado bastante
-actualmente, 131 yenes, por un euro-, lo que contribuye, a que los
europeos, podamos disfrutar de Japón, a precios, casi de ganga.
Yokohama
-”Orientarse
en Tokyo, resulta extraordinariamente difícil”. Es verdad, que
el plano de la ciudad, puede asustar, al principio e incluso más, el
del metro y trenes privados urbanos. Pero, a la hora de poner nuestra
ruta en práctica, todo resulta mucho más sencillo de lo que parece.
Cierto es, que muchas calles no tienen nombre, pero también lo es,
que existen infinitos mapas de ubicación en los distritos más
céntricos y en las estaciones de transporte suburbano. Por otra
parte, la gente estará encantada de ayudarte y ubicarte, a golpe de
GPS del celular.
Todas las que restan son, de Kyoto
Tras
este epígrafe, se incluye, de forma pormenorizada otro, de como
orientarse en la capital del imperio del sol naciente. ¡Veréis,
como no es tan complicado!.
-”Los
transportes en Japón son siempre puntuales, especialmente, los
trenes”. Suelen tener bastante fiabilidad, pero no nos debemos
tomar esta frase al pie de la letra, porque se producen retrasos y
cancelaciones, como en todas partes. Sirva, como ejemplo, nuestro
primer viaje por el país, entre la capital y Yokohama. El convoy
llegó con más de cuarto de ahora de retraso y nadie se llevó las
manos a la cabeza (avisan del mismo en las pantallas y por la
megafonía).
-”En
el país nipón abundan los cíbers, donde por una módica cantidad,
te puedes quedar, a dormir”. No digo, que no los haya, porque,
obviamente, no hemos recorrido todas las calles. pero no vimos un
sólo cíber en Japón, ya no para descansar, sino ni siquiera, para
conectarse, a Internet. En las oficinas de turismo, de Tokyo, existen
ordenadores para conectarse a la res, de forma gratuita, pero van más
lentos, que los de Zambia o Zimbabwe y no exagero (nos fue imposible
entrar en la página, de booking).
Si
nos topamos, en Sibuya, con un salón de relax para hombres, con
televisiones y otros medios de ocio y relax, que no incluían el
final feliz. Únicamente, eso.
-”Los
japoneses comen sushi, cada día”. Pus no, según nos lo confirmaron. Sólo lo disfrutan
de vez en cuando, porque la gastronomía resulta muy variada y las cocinas regionales, suficientemente diversas.
-”A
todos los japoneses les gusta el manga o el anime”. Son
millones, a los que ni lo uno ni lo otro, ni fu, ni fa.