miércoles, 10 de septiembre de 2025
De dormir en un banco, a la gran redada
Nos hemos entretenido tanto por el camino, que cuando llegamos a Príncipe Pío está casi amaneciendo. Nos resguardamos un largo rato en el semi abandonado intercambiador de autobuses, situado enfrente de la estación de trenes.
Después, bajamos hasta Madrid Río, con el sol ya calentando y nos tumbamos en un largo banco, mientras la zona se llena de sabaderos del ciclismo y trota cuerpos escombro. Dormimos a cachos, durante unas tres horas. Nos machacan las moscas. Lo suyo , sería haberlo hecho en Cercanías, pero ya no hay bonos gratuitos desde julio.
Hemos venido con la idea, de al menos pasar una de las dos noches en hotel. Pero la realidad es tozuda y nos tememos, que pernoctaremos otra noche al raso, bajo la bonita luna llena de estos días, que mañana será de sangre. Los hostels menos caros y de habitaciones compartidas acumulan muy malos comentarios y la alcoba doble más barata sale por 50€ y está muy alejada del centro.
Organizamos la jornada. Nos gustaría ir al concierto de Modestia Aparte, en Canillejas, pero la logística nos lo pone todo en contra, por lo que volveremos a las fiestas de la Melonera, dado que Aravaca también está lejos y no hay nada interesante.
¿Por qué se llaman así? . Pensábamos, que sería, porque hace décadas había por esta zona melonares. No es así, pero casi. Al ser a finales de verano, aquí se juntaban en esta celebración decenas de puestos de melones maduros, que ofrecían su jugosa mercancía. Y así, tomaron el nombre. Mañana se celebrará una carrera única en el mundo dedicada a esta fruta 🍈 🍇
Subimos hasta Plaza de España y pasamos por los Samplias de Gran Vía y Callao. Nada interesante en esta fórmula exitosa hace dos o tres años y ahora en decadencia. Después, degustaciones gratis de turrón, en Arenal y Mayor.
Compramos comida y bebida en el Lidl, además de las necesidades de la tarde. Enfrente está la Casa Encendida, con salas de exposiciones y vídeos. Tiene aire acondicionado y extraordinarios y cómodos puffs, donde dormir la siesta con un insoportable documental de fondo.
No queremos, que nos pille el toro como ayer, así, que nos vamos pronto al Recinto Ferial de Madrid Río, antes del inicio de los controles policiales -porque vamos de líquidos, botellas, tapones y vidrio sin abrir encontrado ayer, hasta las cejas-, que arrancan a las 18:30.
Dormimos otro rato sobre el maltratado césped, hasta que nos despiertan las pruebas de sonido y voz de Antonio Carmona y su nutrida familia. Ketama no nos pone demasiado, pero es, lo que toca hoy.
Es 6 de septiembre y no debería, pero hace 35 grados en Madrid, aunque este parque roza la perfección, como refugio climático.
De repente, se produce la gran redada. Los indios de siempre, de todas las fiestas, han estado metiendo y escondiendo cervezas -Mahou, verde-, entre los matorrales, durante toda la tarde. Así, evitan a la policía -que lo sabe de sobra- y las venden ilegalmente, durante los conciertos (3, a 5€). Pero hoy, los municipales han decidido actuar y llenar dos capós enteros de un vehículo policial. Calculamos, que son más de un millar en total, con lo que la perdida de mercancía y la ausencia de ingresos hoy, les hacen bastante daño.
No obstante, algunas latas consiguen proteger y así, sacarlas a la venta. Pero, una mínima parte.
Victoria, Lucia, Joana...
martes, 9 de septiembre de 2025
Nacha Pop en la noche de la Melonera
Tras una actuación muy castiza sobre el escenario, llega el momento de Nacha Pop, que empiezan algo tarde, aunque de forma contundente, con "Vístete".
Los temas más clásicos de esta banda -rota dos veces y vuelta a ensamblar-, se van sucediendo e intercalando con las menciones a Antonio Vega y los amenos discursos de Nacho García Vega.
En el primero de ellos nos conmueve: llevan catorce meses sin tocar en Madrid, porque el año pasado le diagnosticaron un cáncer de pulmón -de lo mismo, murió Antonio- y ha pasado por durísimos meses de quimio, de radioterapia y una operación. Ahora, los análisis oncológicos muestran que a sus 64 años, está limpio. Nos viene a la mente Jarabe de Palo, que dijo lo mismo y... ¡Suerte Nacho!.
Algo más de hora y media de concierto, en la que "la chica de ayer", suena dos veces, tras ser presentada así: "este tema no es nuestro...¡Es vuestro!". Al contrario que Rafa de La Unión, que odia "Hombre lobo en París", Nacho sigue enamorado de su balada, que tanto ha dado a la banda y sobre todo, a varias generaciones y lo que quede.
A media noche y como en Cenicienta, se rompe la magia y nos toca escuchar al DJ más lamentable, que hayamos visto en décadas, un tal, Barok. Nos alejamos y lo dejamos de molesto fondo, sin poder evitarlo del todo. Ante nuestros despiertos y atentos ojos, comienzan a transcurrir las historias de la noche.
Tenemos mucha experiencia en observar las cosas, cuando el mundo oscurece y debemos señalar dos cuestiones claras: la mayoría de los jóvenes -los viejos van desapareciendo, paulatinamente- controlan y no beben más de lo necesario y por otra parte, ayudan sin descanso a sus amig@s más perjudicados, cosa, que les ennoblece.
Cuando los chicos van pasados de alcohol, normalmente, se vuelven gritones, envalentonados, amenazadores y desafiantes. De cada tres palabras, que pronuncian, una siempre es "bro", aunque eso también lo hacen, cuando están serenos.
Las chicas, que por el contrario, no se comunican al grito de "sis", enfrentan el exceso de alcohol de una forma mucho más peligrosa, porque se deshiniben hasta límites, que ponen en altísimo riesgo su seguridad sexual. Normalmente, tienen al lado a una buena amiga, que las controla y es verdad, que buena parte de los chicos no quieren aprovecharse de esto, pero cuidado, que en nuestros últimos años noctámbulos hemos vivido no pocos momentos amenazantes para ellas. Y otros, que incluso, nos han provocado escalofríos.
Atención a los padres, los profesores de los institutos y los políticos. Hay, que tomar serias medidas, para erradicar esto, cuanto antes.
La noche va transcurriendo y como siempre ocurre, el ambiente se va degenerando con el paso de las horas. Nos colocamos cerca de la tirolina del parque, en la zona de mayor tránsito de transeúntes. Sigue haciendo calor, aunque sobre las cuatro de la madrugada se levanta aire y toca ponerse el jersey. Una hora antes, la policía y no de muy buenas maneras -como ellos dicen-, va barriendo el recinto y expulsando a todos de este área de Madrid Río.