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lunes, 20 de octubre de 2014

Mitos y falsas verdades: India (parte II)

                                                                                    Haridwar
          -“Después de ir a India, ya ningún destino te sorprenderá”: Lo dudo. Yo hay días, que he escrito bastante más de nuestra estancia en determinados lugares, de Bangladesh, que en India. Y cuando, nos fuimos de allí, a Nepal, tras el primer viaje al país, lo pasamos divinamente. Y para el futuro, seguimos teniendo las mismas ganas de viajar, que después de nuestro segundo periplo, por India.
                                                                                                                Amritsar
          -“Hay mucha gente en India, que viaja buscándose a si mismo”: Para empezar, India es el 38º país más visitado por extranjeros del mundo. Así que mucho guiri, no hay. En el norte, en lugares como en Pushkar, Orchha o Varanasi, no es infrecuente este perfil, perro no tanto, como se piensa. Hay casi más gente, poniéndose ciegos a base de ganj –marihuana-, En Manali y Rishikeh, es posible encontrar a ese tipo de viajero, de forma más pura. Son tan llamativos y excéntricos, que parece que son más, de los que en realidad, son. En el sur del país, no encontramos a nadie con esa dinámica
Mcleod Ganj 
        -“En India abundan los mercados y las especias”: Incluso para nosotros, que ya algo sabíamos al respecto, ha sido una pequeña decepción, encontrar menos mercados de los esperados o mercadillos –esta realidad, es también extensible a los  escasos puestos callejeros de comida- y tan pocas tiendas de especias. No sé adonde irán a comprarlas, porque la cocina, si que es realmente especiada en el sur y tan solo, muy picante –o mal especiada-, en el norte”.

          Los mejores mercados, los encontramos en ciudades como Amhedabad, Shimla, Delhi, Jaipur, Bhopal, Bombay o Calcuta. En cuanto a tiendas de especias y de forma muy palpable, las hallamos en el camino que va, desde Fort Cochin, a Matacherry. En el resto del país, masala por todas partes y algo de currry (Indiscutiblemente, muchísimo menos de lo esperado).
Manali
          -“Como maravilla del mundo moderno, que es, el Taj Mahal es lo más imprescindible de visitar, en India”: De esa creencia, se aprovechan sus gestores, para cobrar tres veces más, que por cualquier otra atracción turística. Pero, no somos ni uno, ni dos, ni trescientos, los que nos tiramos varios meses en India y solo lo contemplamos desde arriba (muy buenas vistas, desde hoteles cercanos). Tres veces hemos estado ya, en Agra y todavía tenemos pendiente la visita. Y me temo, que aún va a pasar bastante tiempo, hasta que esta s e produzca.
Shimla
          No seré yo, quien asegure, que la visita al Taj Mahal, no merece la pena. Pero desde luego y en este país, pondría por delante Hampi, Khajuraho, Varanasi, Orchha, Pushkar, Jaipur, Amber, las cuevas de Amanta o Ellora, Haridwar, Shimla, el templo de Madurai, Kanyakumari,… ¡Y podría seguir!.

          -Las ciudades en India, están llenitas de vacas”: La realidad actual es, que en el sur apenas las hay -si exceptuamos, la zona próxima a las estaciones de Bangalore y alguna en Kanchipuram- y en el norte, cada vez ves menos (en Nueva Delhi, por ejemplo, han reformado la zona más turística y se las han llevado al campo).
                                                                                                               Chandigarh
          Sí, que tienen una presencia más “mágica”, en los lugares más sagrados, como Pushkar, Orchha, Rishikesh, Allahabad y los ghats de Varanasi, por donde campan a sus anchas, junto a los búfalos.

          Aunque, si es verdad, que se trata de animales sagrados, no lo es, que el tráfico se detenga ante ellas, cuando se paran en too el medio, como nos contaron en el colegio. Cuando esto ocurre, se llevan sus correspondientes pitidos o aparece un espontáneo, que a tirones del rabo, se las lleva de allí.

          Exotismos y religiosidades al margen, las vacas son una absoluta molestia para el viajero: se pasan el día revolviendo y comiendo basura, llenan las calles de enormes plastas y en el norte, incluso embisten a la gente, bien por placer o para arrebatarles comida (como hemos vivido en nuestras propias carnes, una mediodía del primer viaje, en la localidad de Oechha). Además, atraen a las moscas.
Vasit
         -En India, mucha gente vive en las medianas de las carreteras”: Habrá gente, que no tenga más remedio, pero desde luego, no de forma mayoritaria, ni generalizada. Al menos, nosotros apenas hemos visto unos pocos miles de personas, después de cinco meses y de 25.00 kilómetros. recorridos por el país.

          De día, la mendicidad en India, es mucho menos evidente y presente de lo que esperábamos. De noche, se concentra tranquilamente, en los alrededores o interior de las estaciones de ferrocarril. Siempre, se trata de mujeres, dado que los hombres, pueden trabajar en cualquier cosa. Porque los empleos precarios, no faltan, en India.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola:

Esperamos con emoción más noticias sobre ese viaje a las Antillas mayores y menores, que tanto nos puede interesar.

Saludos.

Sandra & Lluis