Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

viernes, 4 de abril de 2025

Tras el eterno orgasmo viajero volvemos a ser personas normales..., por el momento

           Obviamente y después de certificarse el resultado definitivo de la oposición, iniciamos las maniobras de descenso de adrenalina y libertad -incluida la financiera -, para convertirnos en personas normales, tras dieciocho meses de emociones constantes.

          Queremos decir con esto, que como casi todo el mundo, tiramos de calendario y empezamos a mirar las fiestas, su posible encaje con los días de asuntos propios, para formar puentes -especialmente, locales y autonómicas, donde se reduce mucho la demanda aérea - y posibles vacaciones.

          Asumimos, que hasta junio, cuando se acaban las ayudas al transporte, pasaremos la mayoría de findes, en Madrid.

          Los cuatro días de la primera semana laboral se hicieron largos, pero las dos siguientes, ya no. ¡Pura adaptación, a la que estamos tan acostumbrados!

          Los dos primeros sábados y domingos seguimos con actividades culturales y lúdicas en la capital: visitamos el centro comercial X Madrid -nada que ver, creo, con Elon Musk-, modelo bastante moderno,  que combina muy bien el ocio, el deporte, las actividades infantiles, las tiendas y el omnipresente comer a todas horas. ¡Muy exitoso! En cercanías hay que bajarse en la estación de Las Retamas y no en Alcorcón (línea 5). Cerca se encuentra el Ikea danés, que no conocíamos y que es mas modesto, que el sueco. En todo el día no paro de llover.

          Al día siguiente nos fuimos a visitar un bonito mural de la Rue del Percebe 13, en la calle General Ricardos y la composición floral y de mariposas de nuestra querida casa de México, en Alberto Aguilera. Tuvimos, que cruzar el Manzanares, lleno de curiosos. Aunque con buen caudal, ya no estaba desbordado.

          Al siguiente fin de semana cayó la exposición Invictus, en el Museo de Historia municipal, dedicado a los logros deportivos madrileños en muchos deportes y no solo del Real o del Atletico. Caminamos también, por el modesto paseo de la fama capitalino, en la calle Martín de los Heros, junto a Plaza España.

          Por último y para un deleite supremo, nos acercamos al Conde Duque, donde hacía al menos, año y medio, que no íbamos, a contemplar una abarrotada y emocionante exposición de juguetes , entre los años de 1880 y 1980. A los niños y a los jóvenes les pueden parecer raros -o tal vez no-, pero los que tenemos más de cincuenta, disfrutamos como enanos. Muy recomendable y hay que darse prisa, porque si no la amplian, termina el 20 de abril.

jueves, 3 de abril de 2025

Y llegó el octavo y último viaje pre laboral, pero ya sin incertidumbre

           Y transcurrieron inquietantes, aunque a la vez, excitantes, los siete viajes de la incertidumbre y la realidad nos dejó de forma abrupta en la nueva normalidad, tras año y medio continuado de viales largos, de duración media o relativamente cortos.

          Justo la semana antes de que mi pareja comenzara su actividad laboral indefinida -la inició el 18 de marzo pasado- aprovechamos para pasar tres días en Madrid. Incluso, tratándose de jornadas laborales, lo tuvimos difícil para encontrar un alojamiento a buen precio, que no fuera un hostel de habitaciones compartidas, así, que nos tuvimos, que ir a dormir algo lejos del centro, a Villaverde Bajo, a una casa turística con otros huéspedes. Menos mal, que la estación de Cercanías está muy cerca y se puede usar el abono gratuito.

          Se habla de este tipo de modalidad de hospedaje y casi siempre, se mete todo en el mismo saco. Y no es así, porque nosotros hemos dormido en apartamentos enteros -Atenas y Benidorm - solo para nuestro uso, muy bien equipados y por poco más de 20€ y en esta ocasión, hemos pagado 31€ por una pequeña alcoba, baño compartido y cocina con apenas un microondas y escasos utensilios.

          ¡Madrid, en la actualidad, está imposible en demasiados aspectos! Y nada tiene, que ver con la ciudad, en la que vivimos casi dos décadas en nuestra juventud y primera época adulta. Amamos Madrid, pero hoy en día es casi imposible, que residieramos allí, salvo con un sueldo de cuatro o cinco mil euros mensuales, lo que intuimos como muy improbable, aunque vistas nuestras disparatadas, disruptivas y abruptas vidas, nunca se sabe.

          Durante estas tres jornadas -Samplia está de capa caída y ya no nos lleva tanto tiempo -, transitamos por la impresionante exposición de los Océanos, ubicada en la Fundación Telefónica, repleta de sonidos y pantallas y donde el cachalote, la ballena jorobada o el delfín, son los auténticos protagonistas. Una planta mas abajo se encuentra la creativa e interesante muestra de Jaume Plensa, que no os debéis perder. Ahora y en el edificio han hecho el acceso mucho más fácil, sobre todo si vas con bultos.

          En la Serrería Belga, cercana a Atocha y en casi completa soledad, contemplamos una exposición pictórica sobre la vida y obra de Beethoven, otra sobre Madrid, musa de las letras y la corta pero intensa vida de la almeriense revista AFAL, que trato de luchar de forma intensa, decidida e ingeniosa contra la censura franquista.

          En la Fundación Canal, cercana a Plaza de Castilla, asistimos a una espectacular muestra de Andy Warhol, el mito americano, que se ganó muy bien la vida, con su amplia influencia y dibujando a gran escala publicidad diversa. ¡Abarrotada!. En su otra sede de Ríos Rosas, quisimos completar el viaje con la Expo de trajes de Lorenzo Caprile, pero había, que pedir cita previa y descargarse un QR y no encontramos fecha disponible.

          Estamos muy expectantes, porque el 4 de abril y tras poner punto y final a la exposición de dinosaurios, en Caixa Forum se inicia una sobre Alicia y el país de las maravillas.

miércoles, 19 de marzo de 2025

Los siete viajes de la incertidumbre

           Siete novias para siete hermanos, setenta veces siete o los siete viajes del magnífico Simbad el marino, por los mares de nuestra queridísima India, que desde luego, son colosales, comparados con nuestros humildes siete perplos de la incertidumbre, que hemos vivido entre septiembre pasado y mediados de este mes.

          De verdad, que después de esta entrada, no os seguiremos dando la turra -por el momento-, con el tema de la oposición, el SEPE y demás.

          Pero hoy toca, recopilar los datos de una dura travesía, aunque la mayoría de vosotros habréis vivido situaciones mucho peores.

          A mediados de septiembre y desde India, a través de un camino largo pero barato, retornamos de nuestro undécimo viaje largo.

       Escena 1: agotada la prestación, visita al SEPE, para tratar de solicitar la ayuda de mayores de 52 años, pero hay una carencia de un mes -la ley ha cambiado - para esa solicitud. Para aliviar la espera, viaje a Marrakech y otros puntos del sur de Marruecos.

          Escena 2: sigue la espera y nos embarcamos en un periplo por Fez y alrededores, a mediados de octubre, sin más novedades.

          Escena 3: ritmo trepidante. Presentación de la solicitud al SEPE el cinco de noviembre, el 7 se convoca el concurso - oposición y el 14 , ocurren dos cosas: examen y requerimiento del paro de más documentación. Mi pareja no sale muy contenta de la prueba y nos vamos a Tafraoute y aledaños.

          Escena 4: presentamos nueva documentación, pero como no hay resultados, nos vamos dos semanas a Turquía, vía Londres, esperando la Navidad. A la vuelta, el maldito expediente del SEPE se ha archivado y toca reclamación previa -trámite absurdo-, que presentamos el 8 de enero.

          Escena 5: viaje a Daklha y Lanzarote, con incertidumbre total, pero sin cambios. Otra vez más, conseguimos huir del invierno.

          Escena 6: el 12 de febrero sale la lista provisional de la oposición y mi pareja ha arrasado. Pero, hay que esperar diez días naturales, ante posibles reclamaciones. Huimos a Lisboa, alrededores y Evora. De esta escapada se nos olvidó comentar, las peculiares y bien montadas tiendas de latas de sardinas nada baratas, que son bastante frecuentes por el centro. Están muy bien decoradas , aunque no tienen muchos clientes. Una de ellas cuenta con una graciosa noria de feria, que va dando vueltas eternas a los envases de los mareados peces.

          Escena 7 y última: nada se resuelve y nos largamos a la provincia de Alicante. En Benidorm y el día 7 de marzo sale la lista definitiva y tras un viaje a Madrid de tres días -ya con todo el pescado vendido y con todas las certezas-, mi pareja empieza a trabajar el 18 de marzo (o sea, ayer)

          ¿Y el SEPE? Iremos a por ellos , pero con calma, que no sabemos hacer dos cosas a la vez.

          ¡Y ya no damos más el coñazo con este asunto tan emocional para nosotros!

martes, 18 de marzo de 2025

Rabia y cansados de viajar: intrahistoria de un nuevo éxito

           Y volvimos de la provincia de Alicante, donde nos extraño, que haya tantos rusos - no son, precisamente, de los de yate y mansión - y al día siguiente, como habíamos convenido, llevamos los papeles al ayuntamiento. Todo perfecto.

          Nos queda contar la intrahistoria de esta oposición, que nace de la pura rabia, para que veáis, que este sentimiento no es siempre malo.

          Mi pareja había trabajado, de forma temporal, en el consistorio por contrato de obra al amparo de la antigua legislación laboral .No sé en los grandes, pero en los ayuntamientos pequeños, los trabajadores fijos e interinos de larga duración desprecian a los temporales, sin demasiado disimulo. Por otra parte, la relación con los compañeros en tu misma situación precaria es de extraña competencia, peloteo a los fijos -incomprensible, porque no tienen ningún poder al margen de su plaza-, o envidia. Este último caso es abiertamente palpable, sobre todo, si ven, que destacas un poco por encima de la media, pasando a ser calificado, como el list@, el intelectual o cosas parecidas.

          En esas y llevando casi dos años, se convocó un puesto vacante -concurso-oposición-, aunque el examen no parecía inminente. En un principio no nos resultaba un trabajo interesante, porque sin querer presumir y en condiciones normales, nosotros tenemos ahorros suficientes para lo que nos quede de vida.

          El mal rollo crecía y mi pareja, con una formación muy superior a la media dijo: "se van a enterar los unos y los otros" y se puso a estudiar, después de muchos años sin hacerlo. Pero el suflé fue bajando, se acabó el contrato, cobró la indemnización y nos pusimos , como locos, a lo que queríamos: en año y medio, tres viajes largos, tres interair, ocho a Marruecos y otros sueltos. Fueron tantos , que nos llegamos a cansar y le dije, de coña: "a ver si sacas eso y nos amarramos un poquito a casa y a una vida normal".

          Desde luego, no hubiéramos regresado de ninguna parte del mundo para competir en el examen, porque no nos daba la gana y también, porque la prueba fue convocada con una sola semana de antelación, en noviembre pasado.

          Pero resultó, que cuando salió la fecha, estábamos en casa, entre un viaje, a Marruecos y otro, a Turquía.

          El día del examen había muchos nervios y nadie había avisado a sus competidores y ex compañeros, sobre si se habían enterado de la convocatoria. El proceso fue completamente limpio y no, como hace veinte años, en ese mismo ayuntamiento, cuando mí pareja sacó el número uno en el test, pero amañaron la segunda prueba práctica.

          Para mayor disfruté y satisfacción, la persona, que peor le cae a mi alma gemela, quedó segunda. ¡Menudo volantazo en nuestras increíbles vidas!

          Como diría Alcalá Norte empieza: "la vida cañón!

domingo, 16 de marzo de 2025

"Álvaro, me engañaste"

           Mi pareja asegura y yo la creo, que la playa de Villajoyosa y cuando ella era pequeña, era de piedras. Pues bien: hoy luce, como un fantástico arenal, sin saber muy bien, cuando y como se produjo la transición.

          Por lo demás, el pueblo es tranquilo -aunque abarrotado de british- y su mayor atractivo es el paseo marítimo con sus casas de colores, porque las más alejadas y supuestamente colgantes, no nos gustaron nada.

          Y volvimos a Alicante, donde yo había estado tres semanas en 1997, realizando un curso para director de emisora de radio. Nuestros huesos cayeron en una aceptable habitación de un piso turístico céntrico, de esos de la llave en el cajetín y clave en una ruleta para rescatarla.

          Lo más horrible de todo Alicante, como saben muy bien sus habitantes, es el hotel Gran Sol, que como si fuera el Partenón de Atenas, se ve desde toda la ciudad.

          La subida al castillo es exigente, pero gratificante y la playa del Postiguet, junto al Meliá, muy relajante. El paseo de las palmeras -explanada de España- es lo más característico de la ciudad y el centro -donde te pueden clavar 19€ por un exiguo y miserable plato de paella- es más comercial, que histórico.

          Desde hace muy pocos años, se ha acondicionado la Ruta Verde de la Cantera, que transcurre a través de cuatro túneles y parcialmente junto al mar, en lo que fue la linea de vía estrecha entre Alicante y Denia. Resulta un agradable paseo, llegando hasta la playa de la Albufereta 

          La carcajada del día nos la proporcionó una novia despechada, que había llenado -literalmente- la ciudad de QR, donde podías descargarte las pruebas fotográficas de su mentiroso y desagradable ex, Álvaro. 

          Volvimos con Ouigo y por horario, nos tocó dormir en Barajas. Durante casi dos horas, mantuve una de las conversaciones más interesantes de los últimos años con un peruano, muy crítico con los últimos gobiernos de su país y con sus varios presidentes, que hoy viven en la cárcel. En lo personal, vida algo complicada: se divorció de su mujer, para venir aquí con otra y está ahora, le había puesto los trastos en la calle y mandado de vuelta a su país, donde solo le espera su hija.