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miércoles, 4 de octubre de 2023

Cristiania y el barrio rojo

           Podía contaros, que Cristiania es una Comunidad Hippie, que nació a principios de los años setenta, fundada por unos padres jóvenes, que querían más libertad para sus hijos y que ocuparon unos viejos barracones militares, que hoy está constituida por unos mil vecinos y bla, bla, bla. Pero, no estamos aquí para perder el tiempo, ahora, que lo optimizamos tanto, en ofrecer información, que cualquier recurso internético os puede suministrar.

          De forma breve, toca exponer nuestro punto de vista:

          Nosotros ya estuvimos en este lugar hace dieciocho años y nada más alejado de su mito: sucio, semiabandonado, sin actividad humana visible y plagado de grafitis rancios y desgastados. Pero hoy, ha cambiado para bien, aunque con muchísimos matices.

          La Cristiania actual nos genera una confusión de emociones. Ha sido rehabilitada con gusto, se han montado negocios -alternativos, pero muy interesantes -, que le dan atractiva vida y muchos de los grafitis renovados son, casi, obras de arte.

          Pero por otra parte, hay un poquito de Disneyland en este recinto, algo también lícito. Reinventarse está bien, si sale rentable económicamente, aún siendo hippie. De hecho, nosotros lo somos bastante, de siempre. Pero, si proclamas tu libertad y el derecho muy loable a ser feliz, no puedes afear a los que te visitan, porque quieran dejar constancia de cómo se vive allí.

          A nosotros, nos amenazaron e insultaron por grabar un vídeo, en el que ni mucho menos, buscábamos sensacionalismo, retratando los chiringuitos donde se comercializan drogas sin tapujos. A nosotros nos da igual, lo que venda o consuma cada uno y mucho más a estas edades, pero no podemos permitir ni tolerar, que los que piden respeto hacia su causa, nos falten al nuestro y más -aunque no lo quieran-, en un espacio público. Porque, ni Cristiania, ni Copenhague, ni Europa -a la que tanto odian-, ni el mundo, es suyo, por muy de guays -si sigue vigente la palabra -, que vayan por la vida. Ser alternativo e independiente está bien, pero tocar los cojones al prójimo, no tanto.

          Vamos con el Barrio Rojo, que parece ser, fue algo parecido al de Amsterdam (no sabemos, como está la situación en la ciudad holandesa, porque hace más de veinte años, que no vamos por allí). Es el barrio de Vesterbro. Antiguamente era la zona de los mataderos y de la prostitución.

          No lo visitamos en 2.005, así, que no podemos opinar sobre su situación en aquellos años. Está en el otro lado de la estación de trenes. Pero parece ser que ahora se ha convertido en un barrio de moda. Hay museos, como el de la Carlsberg y otra zona de ocio en los antiguos mataderos. Esto no se ve en la calle próxima a la estación, que, es por donde paseamos  y que era la peor del barrio, hace unos años. Nosotros vimos muchos hoteles, unos cuantos -a priori - inocentes negocios chinos -que raro-, algún sexo shop decadente y si rebuscas e investigas, algún club de alterne.

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