Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Amanece un nuevo dia

                                         Todas las fotos de este post, corresponden a Nkhota Kota
Otra vez oigo al gallo cantar. Ya comienza un nuevo dia. No quiero abrir los ojos. Me gustaria quedarme aqui, para siempre, asi tumbada y dejar pasar los minutos y las horas. Mi vida es igual todos los dias. Me levanto, apenas amanece. Cargo toda la ropa sucia de la familia y me voy al lago a lavarla. Mis manos tienen los mismos callos, que las plantas de mis pies. Cuando termino con la colada, voy al molino -si tengo algo que ofrecer a cambio-, para moler los granos de maiz, que anteriormente he desgranado de las mazorcas, uno a uno.

Despues, arranco las malas hierbas del huerto, donde crecen dos raquiticas matas de tomates, que algun dia nos recompensaran con alguno comestible. Riego el suelo de tierra apisonada, para que el polvo no se pegue a la garganta, mientras comemos la mshima -insulso pure de maiz-. Cargo a mi hermano con un barreno lleno de bollos, para que los venda en la zona de la carretera, donde paran los autobuses.

Cuando los hombres vengan con el pescado, freire unos cuantos y mandare a mi nina mayor, para que se siente a las puertas del mercado a venderlos. Ya solo me resta acarrear a la espalda a mi reciente bebe y el canasto de platanos en la cabeza, para recorrer toda la aldea ofreciendolos: "bananas, bananas...",

            Solo quiero, que llegue la noche, para poder descansar y confiar en que el dia de manana sea un poco mejor. Aunque, veo reflejado en los ojos de mis hijos, la misma tristeza, que yo siento en mi interior.

2 comentarios:

Paula dijo...

Luego nos quejamos de nuestra vida en el primer mundo. Me gusta ser mujer, pero creo que lo dejaría de ser en africa si con ello consiguiera una vida un poco mejor.

Saludos:

Paula

Anónimo dijo...

Sabia reflexión, que entendemos muy bien, todas las que hemos vagado por Áfeica, sin tener ni lamitad de problemas que ellas..

Tan bien escrita, como conmovedora, la historia que encabeza el hilo

Besos

Sandea