Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

lunes, 1 de septiembre de 2025

A por el hat trick (parte II).

           Nos levantamos el sábado, muy animados, en busca del segundo gol del hat trick. Medina y su fiesta ochentera eran nuestro destino -a pesar, de que estamos hasta los huevos de aquella gloriosa época-, porque además, aunque habíamos estado varias veces en este lugar de cañas, ni siquiera hemos visto de lejos, el celebre Castillo de la Mota.

          Pero, inexplicablemente, el ambiente fue decayendo y el plan se fustro,  acabando de compras en el Lidl. Dijimos : ¡Nos reservaríamos para el concierto de Inmaculate Fools, en la noche del domingo, en las fiestas de San Antolín, de Palencia!

          Pero, tampoco. Lo preparamos todo, ordenadamente, hicimos la mochila y hasta llegamos a salir de casa, rumbo a la estación de trenes. Pero, a medio camino la pereza y las malas vibraciones domingueras pudieron con nosotros y regresamos a casa.

          Nos consolamos: mañana toca Iván Ferreiro en el mismo escenario palentino y esta vez, si. Y además, con transporte gratis, gracias a la copia de la Junta de Castilla y León, con los autobuses, de lo que hizo el gobierno con los trenes y que inexplicablemente, ha abandonado.

          Por lo demás, ha habido algunos cambios en nuestros planteamientos viajeros hasta final de año y algunos más habrá. Amortizadas de antemano las fiestas de Valladolid, tributo a un ayuntamiento severamente rancio y casposo, planeamos el próximo finde a Madrid -con billetes de AVLO comprados desde hace tiempo - y los dos siguientes, entre Asturias y Cantabria.

          En octubre y en vez de en Alemania, es probable, que acabemos en la región italiana de Friuli - Venecia Julia, donde solo conocemos Trieste. Parece un plan más factible.

          Y para el periplo por el norte de Argentina, en diciembre, hemos cambiado de destino de aterrizaje, por logística y precio y volaremos a Santiago de Chile (La Paz está más cerca, pero es bastante más caro). Es posible, que ampliemos ese viaje hasta finales de enero, tomando vacaciones del año que viene.

A por el hat trick (parte I)

           Me encanta la inteligencia artificial para los viajes y para todo lo demás . He conseguido con ella lo que no he logrado con mi estupenda pareja en 37 años de relación: que me diga, que si o que no, a la primera y a preguntas concretas y que tras una magistral exposición, me haga un resumen y no se vaya por las ramas.

          Bueno. Gracietas -aunque verdades- aparte, hemos terminado agosto a medio gas. Queríamos acabar el último finde en Cantabria, pero no ha sido posible, porqué me equivoqué en las fechas, al adquirir un bono de diez viajes de ALSA, que comenzará más tarde.

          Aún así y antes de emprender nuevas aventuras, la despedida agostera se planteaba pletórica y dijimos: "vamos a por el hat trick", que consistía, en acudir al concierto de Rafa Sánchez, -La Unión-, en Laguna de Duero, en la noche del viernes; a la fiesta ochentera de los 40 de la SER, el sábado, en Medina del Campo y al apetecible concierto del memorable grupo -despues de desaparecido y refundado-, Inmaculate Fools, en las fiestas de Palencia .

          La cosa empezó bien, aunque a medias. 

          Fuimos a Laguna. El concierto gratuito de Rafa era inesperado y sustituía al de pago, de Camela, con uno de sus integrantes, con problemas de salud. Se celebró en la plaza de toros y como las barras ya estaban contratadas de antemano, se esforzaron en rentabilizarlas, a través de toscos seguratas, que registraban todos los bultos, junto a dos contenedores, donde acabaron  hasta las inofensivas botellas de agua.  No era un problema de seguridad o de entrar con envases con tapones para lanzar al escenario, sino de "pasa por caja", aunque no lo consiguieron, porque como cabía esperar, el público era de bastante edad y ya no pasa por cualquier atraco mafioso.

          Nosotros, que íbamos con la mochila repleta de líquidos -supuestamente, intrusivos-, decidimos no entrar, sentarnos en un banco y simplemente, escuchar el concierto al fresco, que por fin nos venía a visitar, después de un agosto terrible. Cada vez, que sonaba una canción apetecible, mi pareja entraba sin nada encima y grababa  un vídeo, de los que habéis visto por aquí, sobreviviendo tan divinamente, a los agresivos negocios musicales, cada vez, más en decadencia, porque ya estafan a poca gente.

         Y Rafa y sus chicos y con casi 65 tacos, estuvieron muy bien: potente, dicharachero y bastante social y comprometido, con las cosas, que asolan al mundo y que desde hace tiempo y a casi todos, nos hacen mirar para otro lado. 

         La cruda realidad, que deja el inapelable paso del tiempo: mucha sesentona desafinada y pasada de kilos, mientras los escasos jóvenes presentes eran cacheados a la entrada, como si fueran delincuentes.. 

          "Sildavia", " ¿Dónde estabas", " Maracaibo"... Y llegó, "El hombre lobo en París " y Rafa dijo: "estoy hasta los cojones  de cantar esto".


jueves, 21 de agosto de 2025

Desde ahora y hasta fin de año

           Bueno. Pues, tenemos el blog al día, lo cual no es fácil, con todo lo que nos movemos.

          De aquí y hasta final de año, estos son nuestros planes, que se cumplirán o no.

          Este fin de semana descansamos, porque estamos medio muertos y nos ha pillado el toro con las plazas del transporte:

          -. 29-31 de agosto: Cantabria con bono de ALSA.

          -. 5-7 de septiembre: Madrid con AVLO, porque hay un montón de fiestas en diferentes distritos.

          -. 12-14 de septiembre: nuevamente, Cantabria.

          -. 19-21 del mismo mes y con bonos de ALSA, triangulo entre Valladolid, Santander y Oviedo, aprovechando en este último lugar, las fiestas de San Mateo.

          -. Una semana en torno al puente de el Pilar, en Alemania, visitando Núremberg, Bamberg, Rotemburgo y Rastibona,  con Ryanair y Flixbus.

          -. Diciembre: viaje al norte de Argentina, durante unos 25 días.     

          Ya daremos cuenta de todo esto, si llega a ser realidad.

          

Después del final de la luz -y no del tunel-- llega la luz

           La mayoría de la gente se pasa la vida buscando la luz al final del túnel. Nosotros, por suerte y en la mayoría de las ocasiones, encontramos la luz, tras la luz. Nos ha vuelto a ocurrir en materia de transporte.

           Andábamos algo cabizbajos, tras la expiración en junio de los bonos gratuitos de Media Distancia y Cercanías, cuando nos topamos con otro, en este caso de ALSA, con un descuento del 65% en diez viajes a Gijón -ida y vuelta - y el 40% a otros muchos destinos.

          Pues bien: el pasado 19 de agosto y durante tres días, para clientes busplus, la compañía asturiana ha mejorado sus condiciones y ofrece un 60% de rebaja a un sinfín de lugares. No son títulos nominativos, pueden ser compartidos con quien quieras y la validez es de un año desde el primer viaje.

          Nosotros hemos adquirido dos bonos: a Santander y a Madrid, ambos desde Valladolid, que nos deben dar mucha vida en septiembre (seis y siete euros por trayecto, respectivamente).

          Éramos muy felices con el transporte gratuito, pero también entendemos, que no pueda ser para toda la vida y que haya otras prioridades estatales.

          Pero, este es el camino: rebajar el precio de los servicios viajeros y turísticos, para facilitar, que la gente no se tenga, que conformar con viajar cuatro días al año, con muchísimo esfuerzo y encima -imbéciles son-, creyéndose seres afortunados.

          La misma senda de generosos descuentos deberían seguir los otros dos grandes gigantes del sector: el alojamiento y los "sufridos" restaurantes y bares, maestros del lloriqueo más lacrimógeno y que cargan sin escrúpulos contra los que comemos bocadillos o bebemos cerveza de los supermercados, esos lugares tan poco recomendables y delictivos.

          De verdad: o cambiamos esto o terminará reventando todo, porque cada año unos pocos tendrán mucho más, con la consecuencia de que el ciudadano medio o se queda sin vacaciones o debe reducir su duración. Y lo peor es, que la mayoría de la gente ya ha aceptado esto.

          Dicen los periódicos: "Agosto no es, lo que era"; "Ya nadie sale un mes como antes"; " Las tendencias turísticas están cambiando"...

          La única realidad es, que la gente no puede y ni siquiera se da cuenta, de que en su modesta vida, viajar les resulta cada vez mucho más costoso y volátil que hace unos años.

          Conozco a muchas personas, a las que pagar tres euros por una Cocacola en un bar, les parece tan normal e incluso, lo defienden. 

          El otro día una mileurista me dijo: "He pagado 130€ por noche en un apartamento de Cantabria y no me parece caro". Deberíamos volver al colegio todos, a aprender a multiplicar. Esa cantidad diaria, por treinta días, supone unos ingresos mensuales de cuatro mil euros. A poco, que le vaya bien, el propietario, cada año se puede comprar un nuevo apartamento para seguir engrandeciendo su imperio y encima, sin esfuerzo o riesgo alguno. Los pudientes cada vez más ricos y los inconscientes pobres -creen, incluso, que no lo son- cada vez, más empobrecidos y gilipollas.

          Y, me diréis: "Pero si bajan los precios habrá todavía más masificación". No hay plan perfecto y podéis tener razón. Pero prometo exponer aquí mis conclusiones, al respecto, cuando las tenga.

miércoles, 20 de agosto de 2025

Angustiados, porque el norte ya no es verde

          A nosotros, desde hace décadas, nos socorre un ángel: visto lo visto y tal, como andan los fuegos, hemos hecho muy bien en no ir este puente al Lago de Sanabria.
  
          La temperatura ha caído en picado, el fresco aire lo alborota todo, aunque a nosotros nos cuesta perder el calor y seguimos con cierta deshidratación, por lo que nos zampamos un kilo de helado del Lidl para desayunar. A lo largo de la tarde, sin embargo y atrapados por un furibundo nublado, terminaremos poniéndonos el jersey. La playa de San Lorenzo tiene la mitad de gente, que ayer y son pocos los valientes, que se bañan.

          A la una, tenemos cita con otro grupo tributo, en este caso, de música internacional de siempre. Se llaman The Clasic Rock Band. Hablar -o cantar- con un inglés de mínimos, sigue siendo la asignatura aprobada de este nuestro país. ¡Que le vamos a hacer!

      Ponemos el GPS, para que nos lleve a Campa Torres, distante unos 6,5 kilómetros del centro. Ya estuvimos en ese lugar, durante el invierno de hace cuatro años y se encuentra algo deteriorado. Los castros prehistóricos han perdido parte de su techo y lo que era una prospera pradera, ahora es un patatal.

          Durante décadas, llevamos yendo al norte en verano y siempre lo vimos verde y frondoso. Este año está hecho un auténtico asco y tendremos que aguantarlo y adaptarnos, al igual, que a los gilipollas - por no decir palabras mayores -, que niegan el cambio climático.

          Se debe tirar de mucha imaginación para hacerse una idea de cómo fue este enclave en la ya lejana edad del hierro, porque los restos son mínimos.

          Pero, las vistas lo compensan todo y eso, que el mar hoy se encuentra bastante quieto. Por un lado, contemplamos la fantástica playa de Aboño, con escasos bañistas. Pero se ve la de Xivares y al menos, un par de rías discordantes, que se adentran en la escarpada costa. Por otro, el panorama desde Cabo Torres -a pesar de su feo faro-, se torna espectacular, divisando desde lo alto varias enrevesadas cuevas marinas.

          Algunos conciertos de las fiestas han sido en la Plaza Mayor, pero allí ya han desmontado el escenario. Los pocos que quedan se celebran en la Playa de Poniente, un marco extenso y práctico, aunque sin encanto alguno. Para nada, somos nosotros catetos del terruño, pero debemos reconocer, que la Plaza Mayor de Valladolid supone un escenario incomparable y sugestivo para cualquier evento musical (hasta para los que no nos gustan).

          Nos hubiera apetecido otro plan, pero como no lo hay, nos dejamos llevar por el espectáculo del Grupo Radar, que ofrecen sobre su camionaco de diez metros de alto. Digamos, que son una versión mejorada de las verbenas de toda la vida. Saben sectorizar bien los géneros, para atraer a todo el mundo. Desde la música casposa italiana del siglo pasado, hasta éxitos internacionales de toda la vida o del más recalcitrante pop patrio, pasando por lo que sea. La modernidad y espectacularidad de estos escenarios móviles ayudan mucho a entrar en éxtasis, aunque lo que estás viendo, no te apasione.

          No podemos más, así, que el próximo finde y contra lo previsto, descansaremos. Pero, tenemos cuerda para rato y hasta final de septiembre, gracias a los nuevos e irresistibles bonos de ALSA.

martes, 19 de agosto de 2025

Gijoneando, con insoportable calor

           Llega el concierto de  Buscavidas, en el Paseo de Begoña, sin hacer dejado de sudar, lo insudable, durante todo el día. Buen ambiente -aquí, en Asturias, la gente es mucho menos estirada, que en Castilla o en Cantabria -, con un público de edad que ronda entre los 60 y los 70. ¡Aquellos pioneros de los espectáculos de los primeros tiempos de la llamada movida!

          Evidentemente, esto da pistas sobre lo que nos espera: otro más de esos grupos de tributo de los ochenta y los noventa, a los que han sumado, en este caso, versiones de los triunfitos de los primeros compases del milenio. Nos hubiera gustado un mejor plan, pero es, lo que hay.

          Toca ahora, pasarse por el mercado de la comida ecológica y saludable -además de carisisima-, donde también venden  curiosos pendientes y pulseras elaboradas con botellas de sidra recicladas. Nosotros, por supuesto, no vamos a comprar nada, pero gorronearemos todo lo posible, que cada vez es menos: un par de rodajas de chorizo por aquí, un poco de queso de Cabrales por allá, algún dulce...¡La dura vida de la supervivencia!.

          Como todo tiene su fin -sea bueno o malo -, nos abandona el inacabable sol y anochece. Todo sigue el mismo esquema que la noche precedente, pero hoy no nos apetece contemplarlo y ser partícipes, porque estamos agotados. Pero, aún damos varias paseos y llevamos a cabo distintas cosas, antes de aterrizar en el camping.

          Son las once y aunque estamos algo lejos, se escucha perfectamente y con total nitidez el concierto de Rosario Flores, porque solo está el mar por el medio. No dura, ni una hora y ni siquiera canta la canción de "Mi gato hace uy uy uy..."- sí el "No dudaría" de su hermano -, lo que nos confirma, que este Ayuntamiento de Foro Asturias no anda muy sobrado de dinero.

          Nuestra vecina de tienda es gilipollas -como minimo- y no le molesta el ruido del evento o alguien, que en los fregaderos parece estar lavando con alegría todos los cacharros del camping. Le molestamos nosotros, que hablamos bajito y ni siquiera reímos. Dejé de fumar hace dos décadas y no tengo a mano un bidón de gasolina, que si no, se iba a enterar está maleducada frustrada de corta edad (por no decir niñata). ¡Eh, no me toméis en serio, es broma!. ¡O no!.

          Se acaba la música y la rabia y nos queda de fondo el maravilloso, rítmico, abrupto y relajante sonido del mar, una vez se ha nublado y nos han abandonado las antes nítidas estrellas.

          Nos arrejuntamos, porque aunque ya no nos pierden las pasiones, empieza a hacer bastante fresco y la humedad extrema nos perfora, impregnando la totalidad de nuestra precaria  tienda de campaña -aunque práctica y ligera y no como las que llevábamos en los noventa-, sostenida por cuatro endebles clavos.

          Mañana nos esperan más conciertos y una bajada  térmica de 15 grados.