Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

domingo, 21 de julio de 2024

La turismofobia no es la solución

           Madrid, Bolonia, Venecia, Corfú, Atenas... Los primeros diez días del viaje han sido un sinvivir, a través de la Europa invadida por el depredador turismo masivo en forma de hordas invasoras. Realmente y para todos, la situación va camino de convertirse en insostenible y sin una solución o salida clara.

          Y es, que casi todos los actores de este escenario tienen razón. Los vecinos y residentes, tienen derecho a protestar y a ver sus vidas reparadas, ante una invasión turística molesta -hay mucho viajero maleducado - y caótica.

          A los propietarios o gestores de los alojamientos tampoco les falta razón, al fin y al cabo, nadie les puede negar el querer obtener una rentabilidad de esos inmuebles.

          Y finalmente, están los turistas, que son los que pagan la fiesta y a los que asiste todo el derecho a disfrutar de su tiempo y su dinero, donde les de la gana. 

          Los claros culpables de esta situación son los ayuntamientos y sus responsables, que no se conforman con no ser capaces de resolver el problema,sino que se convierten en entes recaudadores mediante injustificadas tasas, que nunca queda claro, a que van destinadas. Cuanto más días está un turista en un lugar, más se gasta, por lo que no tiene sentido penalizarlo más con una cuota diaria. Desde mi punto de vista, un impuesto de este tipo solo tiene sentido en el turismo de cruceros, que contamina mucho y deja poco dinero en el destino, porque tiene los gastos pagados en el barco. Veinte euros por persona y visita, no me parecería nada desproporcionado.

          La turismofobia no tiene sentido, porque todos hemos sido turistas alguna vez. Es, como si un conductor odiara a los caminantes, cuando tarde o temprano, se tendrá que bajar del vehículo y andar.

Nuestro hotel 🏨 en Mascate


 

Zoco de Mascate


 

Bahía de Mascate


 

Corniche de Mascate


 

Old Mascate

 


jueves, 18 de julio de 2024

La Euro acaba, el viaje sigue

           Y sí. Ganamos la Eurocopa, disfrutamos, como enanos y dormimos, como angelitos, embadurnados del potente y protector aire acondicionado. A la mañana siguiente y sin más preámbulos, partimos para Sarande, lugar, donde ya habíamos estado hace un par de años.

          Los días anteriores a la emocionante final, no habíamos perdido el tiempo. Por una parte y en la no sencilla web de Finikas, compramos dos billetes de ferry, que nos iban a transportar desde Sarande, a Corfú, a un precio más ventajoso, que la última vez.

          Por otro y con Wizzair, adquirimos los boletos aéreos, que nos llevarán desde Abu Dhabi, a Mascate, el próximo día 21. Para cerrar el círculo, ya solo nos resta contratar el tramo, Mascate - Bombay -con escala en Emiratos -, que nos lleve a India, donde comenzaremos el sexto periplo por este país.

          En Corfú y debido a los precios imposibles de los hoteles -110€ es lo menos que nos pidieron-, pasamos la noche a la intemperie, absorbidos por el inaguantable calor húmedo, que también nos persiguió la noche de Venecia o la inaguantable mañana de Gjirokaster. Este y no otro, está siendo  el auténtico problema del viaje y no parece, que vaya a tener solución en el corto y medio plazo.

          Ya hemos aprendido, que es mejor pasar una noche fresca, por incómoda, que sea, en el hall de un aeropuerto, que en la calle o en una habitación terriblemente calurosa, que además, no es gratis. Por eso y tras dos cómodas noches en la terminal de Atenas, acabaremos otras tres en la de Abu Dhabi, porque los alojamientos vistos en esta ciudad dejan mucho que desear.

          Sí que hemos contratado para varias noches un apartamento en Mascate, que cuenta con muy buenas referencias.

          Sudores agónicos, al margen, pasar una noche en blanco, en Corfú, no conlleva demasiados problemas. Hay tanta gente por las calles y en la plaza principal, que no sientes inseguridad alguna. Dispones además, de negocios de comida y bebida, que abren las 24 horas.

          Y no te aburrirás, contemplando el último reto callejero, que te engancha , como a un tonto. Consiste en colgarte de una barra elevada horizontal y aguantar 100 segundos, sin caerse. Pagas 10€ y si lo logras, ganas 100. No vimos a nadie, que lo consiguiera (el que más aguantó 75 segundos).

          Por lo demás, Corfú sigue igual, que hace dos años. O peor: han cerrado la oficina de turismo y la fortaleza nueva, que era gratis, ahora cuesta 5 €.

          Sobre la masificación de los destinos y la turismo fobia, os hablo en la próxima entrada.