Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

viernes, 24 de junio de 2022

sábado, 11 de junio de 2022

lunes, 6 de junio de 2022

Lo que, finalmente, hicimos (entrada número 1.000 de este blog)


         Día 1 (viernes 27 de mayo).- Después de salir del trabajo, viaje en autobús a Madrid y al aeropuerto de Barajas.

          Día 2.- Vuelo, a primera hora, a Santa Cruz de La Palma. Llegada puntual. Guagua, a Los Llanos de Aridane. Paseo y recopilación de información en la oficina de turismo. Empezamos a tener nuestras dudas, sobre si contratar para la jornada siguiente la ruta senderista organizada, a la Caldera de Taburiente. Hemos dormido hoy pocas horas en el aeropuerto y levantarse mañana a las siete para ejecutar el plan, sería sobrepasar nuestros límites.

        Caminamos a través de PR-LP1, hasta Tazacorte, en un ambiente de plataneras y paisaje volcánico de arenas negras, durante cuatro kilómetros. Pueblo bonito. Tras tres mil metros más, arribamos a las playas y el puerto de esta localidad. Todo el camino, en constante y, a veces, en abrupto descenso.

          Descartamos la Caldera de Taburiente, tanto en su versión organizada, como en la de por libre, que nos había propuesto la chica de turismo. En este caso, el plan consiste en llegar en guagua hasta el centro de visitantes y allí, tomar un taxi compartido hasta la Cumbrecita, para llevar a cabo un sendero circular y otras caminatas próximas.

        Regresamos, a Los Llanos y desde este lugar, acometemos los 5,5 ascendentes kilómetros, que nos dejan en El Paso, que tiene dos iglesias y un museo.

          Planeamos una alternativa para mañana. Realizar el triángulo en autobús, que conecta Los Llanos, primero con Puntagorda y después, con Barlovento, para después y tras cambiar en Santa Cruz de La Palma, volver al punto de origen. El problema es, que es domingo y circula poco transporte, por lo que el plan es imposible.

        Día 3.- Al final, nos quedamos con uno de los lados del triángulo. Tomamos la guagua para Puntagorda. De camino, buenas vistas del volcán de Cumbre Vieja. Visitamos el mercadillo dominical y sus alrededores. Deshacemos parcialmente el camino, hasta Tijarafe. Bonita localidad colonial. Acometemos el abrupto descenso por carretera, que lleva hasta La Concepción, el Prois de Candelaria y La Cueva de la virgen. El regreso se hace durísimo, por la empinada cuesta y el sol .

          Día 4.- Guagua, a Santa Cruz de La Palma y otra, a Fuencaliente. Nuestra intención habría sido, tomar el autobús 23, que lleva hasta El Faro y Las Salinas y desde allí, volver, durante unos seis kilómetros, al punto de partida, a través de la ruta de los volcanes. Pero llueve; hay una niebla, que no deja ver más allá de tres metros; hace frío y mucho aire. Decidimos, que desde Fuencaliente, haremos, lo que podamos de esta senda, ida y vuelta 

        Tomamos la carretera. A la izquierda queda el centro de visitantes del Volcán de San Antonio (5 euros). No se ve nada. A la derecha, la carretera, que conduce al Volcán Teneguia. Y de frente, la ruta de los volcanes. Caminamos unos dos kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. El sendero es precioso y accesible, destacando una vegetación deliciosa formada por plantas exóticas y espectáculares flores de colores (me encantan las negras). En esta zona, más que las omnipresentes plataneras, predominan los viñedos. De hecho, en las fiestas patronales, sale vino de la fuente de Fuencaliente.

        Después, paseamos por Los Canarios y llegamos a morirnos de frío y a tiritar, esperando la guagua de vuelta.

          Son las seis de la tarde y dedicamos unas tres horas, a visitar Santa Cruz, que para mí es, la ciudad más bonita de la isla. Calles coloniales, iglesias de bella factura, edificios civiles y una agradable playa, como no, de arena negra, como todas, aquí. 

        Día 5.- Paseos por Santa Cruz y guagua al aeropuerto. El vuelo de retorno, a Madrid, parte con media hora de retraso. Largo paseo de cuatro horas por la capital de España.

          Día 6.- De madrugada, bus a Valladolid.

domingo, 5 de junio de 2022

Lo que queríamos haber hecho

 
       Nosotros somos muy afortunados. Planeamos los diferentes viajes y siempre, suelen salir a la perfección. Pero, esta vez, no ha sido así y sobre el terreno estuvimos un poco frustrados, aunque ya se nos ha pasado. Hemos aprendido mucho y el no haber conseguido todos los objetivos, se convierte en una excusa para volver, a La Palma, más bien pronto, que tarde. No consideramos nuestra experiencia un fracaso y la prueba es, que ha dado el resultado de la publicación de seis posts en este blog.

          No voy a perder mucho tiempo en explicar, por qué las cosas no salieron del todo bien. Algunos de los elementos yshan sido esbozados: la escasez de transporte por días festivos, la orografía de la isla, la meteorología... A ellos habría, que añadir, fundamentalmente, nuestro fallo en el cálculo del tiempo, que se resume en: "demasiadas cosas previstas para los días, que teníamos disponibles".

          El plan para el primer día era llegar hasta Los Llanos de Aridane y caminar hasta Tazacorte, su puerto y sus playas. De allí, a Tajuya -buenas vistas del Volcán de Cumbre Vieja- y a El Paso, donde nos alojaríamos. Más o menos, este proyecto se cumplió en la realidad.

        La segunda jornada pretendíamos explorar de forma organizada la Caldera de Taburiente. El circuito arranca desde el barranco de las Angustias y el mirador de los Brecitos y desciende a lo largo de 16 kilómetros, contemplando los barrancos, un cráter y numerosos atractivos más, entre ellos, la Cascada de Colores. Finalmente, nada de esto ocurrió.

        Para el tercer día, pretendíamos explorar parcialmente -6 de 22 kilómetros- la ruta de los volcanes, en el sur de la isla. El plan se cumplió a medias, por culpa del frío, de la lluvia y de la niebla.

          Para la última mañana, visitaríamos Santa Cruz de la Palma, antes de tomar el vuelo de regreso.

sábado, 4 de junio de 2022

Lo que me hubiera gustado saber de La Palma antes de ir (Parte III)


         ¿Pernoctar en un mismo lugar, a modo de campo base, o elegir un alojamiento en función de la ruta? Evidentemente, depende de los gustos, de lo que uno esté dispuesto a gastar en alojamiento y de si se viaja en coche de alquiler o en transporte público. Nosotros nos alojamos dos noches en El Paso y una en Santa Cruz, pero ya os adelanto, que en la primera opción, nos equivocamos. Y cuando nos dimos cuenta, ya no podíamos anular la reserva. Pero, vayamos por partes.

          -Dependiendo de la economía: a diferencia de islas, como Tenerife o Gran Canaria, los alojamientos económicos -y en general, todos- son muy escasos en La Palma y si se quiere habitación doble y no litera, aún encuentras menos, teniendo en todos los casos, que vimos, el baño compartido.

          Los dos lugares, que ofrecen un par de hoteles baratos, rondando los 30-35 euros son, Los Llanos y El Paso. Si se opta por un único alojamiento, yo recomendaría ubicarse en Los Llanos de Aridane, porque se encuentra situado en el centro de la isla y a veces, dispone de un hotel a 18 euros, precio imbatible, aunque de tarifa no reembolsable.

          - Dependiendo del transporte: si vas en coche de alquiler y no te importa gastar un poco más de dinero, puede venir a cuenta dormir en un lugar distinto cada noche, especialmente, si no es temporada alta. Si transitas en transporte público o andando, es mejor elegir un sitio fijo -como mucho, dos-, para no tener, que cargar con los bultos y teniendo en cuenta, que no hay guaguas directas entre todos los núcleos importantes.

          Se debe descartar El Paso, porque solo hay bus directo a Los Llanos y a Santa Cruz, mejor el primer lugar o combinar este con el segundo. Desde Los Llanos, existen autobuses directos, al menos y que sepamos, a Santa Cruz, Tazacorte, Tijarafe, Puntagorda y Fuencaliente.

          Resulta poco recomendable alojarse en el hostel Hostel Lit y Cápsula, de Santa Cruz de La Palma. Las cápsulas son incomodas, calurosas -en mayo- y no disponen de cerradura. La atención es nefasta. El baño compartido está casi siempre encharcado y la escalera de caracol resulta infernal. La terraza es espartana y el anárquico desayuno, simplemente regular. Los 35 euros/noche -32,50, siendo Genius, de Booking- parecen excesivos.

        Los supermercados escapan a la disciplina espartana de la jornada festiva. Al menos, abrieron el Día de Canarias -de 9 a 21-, por lo que suponemos, que lo harán también, algunos domingos o festivos. Resulta omnipresente, el HiperDino, en sus diferentes formatos, pero existen un par de Lidl, Mercadona y unos más pequeños Spar. Hay muchos productos, que son más caros o baratos, que en la península.

          Salvo el vino y la cerveza, las bebidas alcohólicas son más baratas. Vimos por ejemplo, una botella de ginebra de un litro, a poco más de cuatro euros. Lo mismo sucede con el tabaco,el cartón de rubio lo encuentras desde 25 euros. 

        Por último, un consejo personal para todas las pieles, pero más especialmente, para las sensibles. Si se va a andar mucho, mejor pantalón largo y una buena camisa o similar, que tape por completo el cuello. Yo he venido con el, completamente quemado y eso, que apenas hizo sol.

Lo que me hubiera gustado saber de La Palma antes de ir (Parte II)


         No debe uno fiarse de los mapas físicos, sin más. A veces, entre un pueblo y la playa, la costa, el puerto o los acantilados, hay tan solo unos pocos kilómetros. Pero no es infrecuente, que para cuatro o cinco millares de metros haya diferencias de altitud de quinientos metros. Esto no supone un inconveniente si se va en coche, pero si, si se viaja andando. Por ejemplo, entre Los Llanos de Aridane y El Paso son sesenta minutos de constante ascenso. 

        En general, las carreteras están muy bien asfaltadas. Tienen tanta brea, que bromeabamos diciendo, que están hechas con materia volcánica. Existe una excepción, que nosotros conózcanos: la que desciende de forma abrupta desde Tijarafe, a diferentes puntos de interés turístico. Lo que no están muy bien medidos son los kilómetros, ni en los carteles indicadores, ni en el propio Google Maps. Esto, a la hora de hacer trayectos andando, es una buena faena, porque generalmente, siempre son más. 

        La Palma es el paraíso del senderismo. Existen unas pocas grandes rutas y los pequeños recorridos -PR- abundan tanto, como los caracoles en el campo, después de una tarde de lluvia. Los hay de casi todas las dificultades, de los más sencillos a los solo recomendados para expertos. Pero, conviene dejar una cosa muy clara. No siempre son senderos al uso, que discurren por la costa, la llanura o la montaña. Por ejemplo, el PR-LP1, que hasta donde yo sé, lleva hasta el puerto de Tazacorte, transcurre diversos tramos por carreteras sin o con poco arcén, escaleras o asfaltado semi peatonal.

          En La Palma, no hace falta ascender hasta los 1500 o 2000 metros para tener un día de perros. Puedes encontrar lluvia, aire heladora e insoportable niebla cerrada, a quinientos o seiscientos metros y no ver absolutamente nada. Así nos ocurrió a nosotros, en Fuencaliente, el día que llevamos a cabo parte de la ruta de los volcanes.

        En los posts dedicados al itinerario del viaje, hablaremos un poco más detalladamente de algunos de los circuitos posibles en la Caldera de Taburiente, aunque en la oficina de turismo de Los Llanos de Aridane, una amable chica, los explica bastante bien. Simplemente, indicar aquí, que la mayoría de ellos los cierran los días de lluvia.

          En cuanto a las oficinas de turismo, las hay en casi todos los pueblos, aunque no sean turísticos. Cuando las usamos -poco porque reducen mucho su horario o cierran, durante los domingos y festivos-, la atención resultó bastante amable y la información muy útil. Existen Centros de Visitantes en lugares, como La Caldera de Taburiente o el Volcán de San Antonio, que nosotros sepamos.

          Salvo en las carreteras -y no en todas-, La Palma es una isla extraordinariamente tranquila, incluso en Santa Cruz y Los Llanos de Aridane (donde si coincidimos con un evento deportivo familiar). Ni siquiera, el día de la Comunidad, hubo grandes celebraciones. Por ejemplo, nosotros hemos ido desde esta última localidad, a El Paso, caminando, sin cruzarnos con una solla persona. Quiero con ello decir, que si os gusta bastante la fiesta, elijáis otro sitio 

viernes, 3 de junio de 2022

Lo que me hubiera gustado saber de La Palma antes de ir (Parte I)


      Se ha tratado de nuestro sexto viaje a las Islas Canarias y sin lugar a dudas es, el que más difícil nos ha resultado de planificar y de llevar a cabo. No encontramos guías actuales de la isla en las bibliotecas, a las que tenemos acceso y la información en la red es muy limitada y, en ocasiones, confusa. Tal vez, porque los que viajan a La Palma, en la mayoría de los casos, lo hacen en excursiones organizadas o en coche de alquiler, siendo los métodos más sencillos. Pero, para los que nos valemos del transporte público o de los pies, la situación se complica.

          Voy a exponer en esta serie de post, lo que nos hubiera gustado saber de La Palma, antes de haber arribado allí y de paso, algunas cosas más, en cuanto a información práctica. 

        Para empezar y no es una cuestión baladí, para evitar sorpresas deberíais consultar el calendario, antes de reservar los vuelos. En nuestro caso y a pocos días del trayecto de ida nos enteramos, que durante nuestra estancia, nos coincidía el Día de Canarias. Sería mala suerte, si no nos hubiera pasado algo parecido mil veces. 365 jornadas tiene el año, vamos cuatro días y nos toca un festivo regional. Así, que nos tocó un sábado, un domingo, un festivo y porque no había más formas de fastidiarnos, el martes fue normal.

           ¿En qué radica el problema? La Palma es muy tranquila y en sábados, domingos y festivos reduce su actividad a la mitad, especialmente, en lo que afecta a la frecuencia del transporte público.

        En relación a cuántos días son necesarios para visitar la isla, os proponemos tres planes bien distintos. 

          - Bastan tres días, si lo hacemos en vehículo de alquiler y no practicamos casi senderismo. La Palma tiene forma triangular y se puede dedicar una jornada a cada lado: Garafia y Punta Gorda - Cabo de Fuente Caliente; desde este lugar,  a Barlovento y desde allí, al punto inicial del recorrido. Sin lugar a dudas, el coche es la mejor forma de moverse, se vayan pocos o muchos días.

          - Proponemos una semana, si se viaja en transporte público, se quieren conocer los lugares emblemáticos de la isla y dedicar un par de jornadas al senderismo.

        - Y por último, recomendamos de dos a tres semanas, si lo que queremos es descubrir La Palma a fondo. Eso implica empaparse de unas cuantas de las interesantes y numerosas rutas de senderismo, que ofrece esta isla.

          Me he referido al transporte público y el caso es y a diferencia, de lo que yo mismo creía y la mayoría piensa, no es ni malo, ni escaso. No peor en frecuencia, que por ejemplo, en Lanzarote o Fuerteventura. Menos la Caldera de Taburiente, todos los puntos emblemáticos de la isla están conectados por guaguas, que suelen ser puntuales. El mayor inconveniente es, que se detienen en todas partes y pueden tardar una hora para llevar a cabo veinte kilómetros. Hay buses a/desde el aeropuerto cada media hora. Los residentes y minusválidos disponen de descuento. Los turistas, no.

        Otra forma de viajar es mediante excursiones organizadas por las agencias. Nosotros hablamos con dos: Isla Bonita Tours y La Palma Tours. Ambas tienen la sede en Los Cancajos, muy cerca del aeropuerto. La primera acepta reservas por internet y la otra, solo en su sede. No ofrecen precio desorbitados -salvo la de Cumbre Vieja, como no podía ser de otra manera-, pero el problema viene, porque no disponen de cada ruta todos los días. Por ejemplo, la Caldera de Taburiente es solo jueves y domingo. Existen propuestas para todos los gustos: de andar mucho o de hacerlo poco.

jueves, 2 de junio de 2022

Los recuerdos de un viaje memorable e imborrable (siete historias)

          No han sido demasiados días, pero si numerosas las huellas imborrables, que nos ha deparado este viaje a La Palma. Vamos con ellas.

        - La normalidad en el aeropuerto de Barajas. Nada, que ver, con el cementerio, en que se había convertido, durante nuestro periplo por Grecia, en 2020 o el medio gas de 2021, cuando nos trasladamos, a Milán, Cerdeña y México. Es una gozada, poder volver a moverte por todas sus instalaciones sin la puñetera y maldita mascarilla.

          Dentro de esa normalidad aeroportuaria cabe destacar, la vuelta a los viajes de las aficiones deportivas. El sábado y en la zona de tránsito, coincidimos con centenares de madridistas, que esperanzados, blandían toda su artillería y equipación, rumbo a París. Y yo pensaba: "ojalá ganemos, porque si no, la vuelta se os va a hacer muy larga y dura. Y es, que van siete seguidas ganadas y algún día saldrá cruz".

        - El impacto de las cuestas de La Palma, nos atrapó desde la llegada y puso, constantemente, nuestra forma física, a prueba... Jamás había visto tan abruptos ascensos y descensos, que se pueden prolongar, durante varios kilómetros. Para quien recorre la isla en coche, pueden pasar más desapercibidas, pero no para quienes nos pasamos los días caminando.

          - Y no salió cruz y desde nuestro primer hotel, en El Paso, disfrutamos, como enanos de la decimocuarta.

        - El día más frío en mucho tiempo, no lo hemos sufrido en Valladolid o en otro lugar de Castilla. Paradójicamente, lo hemos padecido en un lugar llamado Fuencaliente, en La Palma, el pasado lunes. Llevamos a cabo, parcialmente, la ruta de los volcanes entre un viento y una lluvia aterradores. El tembleque de piernas, no se me olvidará nunca.

          - Pero, una jornada antes y también en El Paso, asistimos al inesperado - no dependía de si mismo- ascenso del Real Valladolid a primera división.

          - Nuestro segundo hotel, el de Santa Cruz de La Palma, fue, muy probablemente, el peor, donde hayamos pernoctado en la última década: carísimas habitaciones cápsulas con escasos servicios y prestaciones, baño casi siempre inundado y lamentable atención 

          Eso  sí: en su espartana terraza asistimos a la historia del viaje. Llamemoslos, A -chica- y B -chico-, porque no conocemos sus nombres. Ambos, de origen catalán. Ella es camionera, pero tiene suspendida la licencia, por dar un bestial positivo en alcohol y drogas -700 euros de multa- y lo dice sin tapujos, mientras se toma unas cervezas del Mercadona.

          Tiene dos hijos con su ex, que los cuida y que a ella, le sigue pagando sus caros festivales musicales por España, mientras está en el paro. Ahora, vive con otro hombre, pero no es con este con quién viaja, sino con B, en cuya relación no nos deja escarbar ( y eso, que lo cuenta casi todo).

        Es la primera persona, que he conocido, que abiertamente, es antivacunas y le ha dejado de poner algunas a sus vástagos. Cuenta esa historia del chip, que nos quieren meter para controlarnos y que tantas veces hemos oído en los medios.

          B es licenciado en Arquitectura y ejerce como tal con éxito en un despacho de Barcelona. Aunque ronda los treinta, está cansado de casi todo y va a votar a la CUP. ¡Hasta ahí puedo leer!

        - Miércoles de madrugada: según descendemos del ALSA, que nos devuelve desde Madrid, a casa, nos sorprende la cómoda victoria de Nadal, ante Djokovic, en cuartos de Roland Garros.

          ¡Para solo cinco días de viaje, no está nada mal la cosa!