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viernes, 9 de febrero de 2024

Adaptándonos a Darjeeling

          A pesar de  su caótica explanada-parking-estación de autobuses, Darjeeling no es una ciudad cacharrosa, inaccesible e intimidante. Digamos, que es un término medio, entre la amable Sikkim y la feroz India común.

          En el lado bueno, dispone de un amplio bazar peatonal, de diversas aceras encerradas por verjas- como en Gangtok -, no circulan tuck tucks y las motos son pocas y de vacas y basura, ni rastro. También, podemos destacar, que nadie te da la lata: ni conductores, ni tenderos, ni pelmas aburridos... En el terreno negativo reseñar, que la gente es menos amistosa y afable,coque en Sikkim y caminar por las calles es poco llevadero, porque los principios básicos de educación y convivencia son escasos.

          Habíamos reservado en Booking un hotel a buen precio, pero como se podía anular hasta las seis de la tarde decidimos ir preguntando en todos los que íbamos encontrando de camino. La realidad es, que no hay nada por debajo de las mil rupias y nosotros estamos acostumbrados a pagar entre 600 y 700. Mientras tanto, fuimos comiendo rica y barata fritanga variada y recién hecha, a lo largo del camino, protegidos por el sol, que aliviaba los diez grados de máxima y nuestra escasa ropa. Estamos teniendo suerte, porque ni en Gangtok, ni aquí, apenas ha soplado el aire. Si no, estaríamos hablando de otra cosa..

          Por mucho que lo intentamos, no dimos con nuestro alojamiento, por lo que hubo, que retroceder. Para , que nos bajarán los precios intentamos reservar por varias noches, pero aquí a diferencia de los países, donde están acostumbrados al regateo, te cobran lo mismo por una, que por cien, o les das lo que piden o prefieren perderlo todo. Con rabia, acabamos en uno de mil rupias, que no tiene ni una sola prestación, a mayores, que los de las jornadas anteriores. Yo entiendo, que por serie euros tenga que tirar de mantas para protegerme del frío, pero por el doble, deben darte una fuente de calor, como hacen en los países calurosos con el aire acondicionado. Por este precio, hemos dormido en palacios fresquísimos, hace dos meses en Indonesia . 

          Dos cosas más : las agencias ofrecen un "3 points", con el mismo precio del de Gangtok, siendo allí 10. Además, te tienes, que levantar a las cuatro de la mañana para ver amanecer en  la colina del tigre ¡Va a ser que no!

          El alcohol aquí, es el 100% más caro, que en Sikkim y de peor calidad. Otra mala noticia.

Camino de Darjeeling

           Después del día de parón y con fuerzas renovadas, nos levantamos a poco más de las siete de la mañana, pero, si en ninguna parte, no por mucho madrugar, amanece más temprano, en India, menos.

          Cruzamos la calle de la muerte, que no nos habíamos atrevido a atravesar el día anterior, porque la estación de autobuses -como la de trenes-, está al otro lado y no nos queda más remedio. Primera contrariedad de la mañana ventanilla abierta y nadie sin atenderla, hasta pasar media hora. Compramos los billetes y por tercera vez consecutiva nos colocan en las plazas 1 y 2, cuando el bus va casi lleno. Empezamos a pensar, que esos lugares están reservados pero lisiados, militares, extranjeros...

          Toca esperar otros treinta minutos hasta la salida y cuando partimos, hay bastante más gente de pie, que sentada. El paisaje resulta aburrido, hasta entrar en la zona de montañas, aunque al menos, hemos padecido menos atasco de salida, que el otro día. La niebla en los valles y los picos - a pesar del sol reinante- y la numerosa masa forestal en las laderas, tampoco ayudan mucho. No llevamos ni una hora, cuando hay veinte minutos de parada para desayunar. A mitad de camino, llegamos a Kurseong, donde padecemos un severo atasco de más de media hora. Está localidad es conocida -ademas de ser completamente cacharrosa - por estar unida a Darjeeling con el caro tren de juguete -entre mil y mil quinientas rupias- que hace, exactamente, el mismo camino, que el bus.

          A partir de aquí y hasta el destino, no dejan de sucederse edificios y diversas poblaciones: Sonada, Ghom..con el trasiego de la gente, que sube y que baja, constamente. El ayudante es poco empático y colaborativo,: directamente y para no perder más tiempo, a los jubilados y a las gordas no la dejamos subir. No hemos conseguido me mejorar nuestra media, de Sikkim. Cuatro horas para 77 kilómetros, aunque con menos incidentes, que en aquellos viajes.

          Hoy en día ya no se tortura en la mayoría de cárceles del mundo. Pero, hacer un par de viajes diarios entre estos destinos, como llevan a cabo los sufridos y expertos conductores de estos cacharros, es lo más parecido a los trabajos forzados.

          La estación de Darjeeling no es tal, sino una especie de parking caótico, donde se juntan buses y todoterrenos a casi todas las partes de la zona.

El bazar de Darjeeling


 

Mezquita, en Darjeeling


 

jueves, 8 de febrero de 2024

Obligado día de parón

           Desde el primer día en Sikkim, pienso que las jornadas transcurridas en este estado, no deberían contabilizar en nuestra estancia en India, porque se trata de un lugar completamente diferente.

         Pero, aquí estamos, de vuelta a la ciudad salvaje de Siliguri, que es una de las localidades más desagradable e intransitable, que conocemos en India y ya hemos visitado casi un centenar de ellas. Hemos retornado a las canalizaciones abiertas, al tráfico letal, a los tuck tuck, a los barros y los lodos, a la basura por todas partes...en términos generales y con una sola palabra a la incivilización.

          No obstante, nuestra estancia en esta ciudad -cacharro y nudo de comunicaciones, iba a ser tan solo de una noche, pero varios sucesos han provocado, que tengamos que parar otra jornada más aquí, muriéndonos de asco. Primero, los acontecimientos del día de ayer nos dejaron bastante tocados psicológicamente. Segundo, una incómoda noche en el hotel, debido a un ambiente escandaloso, al colchón fino como papel de fumar y también, que sobre las dos de la mañana, me desperté abruptamente con una tiritona y un tembleque terribles, que me tuvo sufriendo casi una hora. No se si habrá suerte algo parecido a un corte de digestión pero el casi es, que nunca me había ocurrido algo similar.

          Así, que no había otra que parar en esta lamentable ciudad y en este discreto hotel, donde los empleados y bajo cualquier excusa, te están dando la brasa a todas horas. Está mañana, por ejemplo, nos han querido echar a las 9 cuando el check out es a las 12, como pone en la propia recepción.

          Nuestra actividad diaria hoy, ha consistido en permanecer en la habitación y solo hemos salido para comprar la comida y la cena. Es casi imposible hacer otra cosa sin poner en riesgo tu vida. A no ser, que cojas un autoricksaw que te lleve al bazar, que es lo que aquí ofrecen todos ellos, pero y después de ver fotos por internet, no hemos tenido la curiosidad ni las ganas de afrontar esa experiencia.

          Todos nuestros planes se retrasan un día. Mañana iremos hasta Darjeling, donde permaneceremos hasta el lunes. A partir de ahí, toca explorar los estados de Assam y Meghalaya. Tomaremos un tren nocturno a Guwahati y la exploraremos, junto a Hajo y Tezpur. En Meghalaya visitaremos Shillong y Cherrapunjee que es el lugar donde más llueve del mundo. Después, iremos viendo.

          Nuestro parte de salud, sigue muy determinado por los constantes cambios de temperatura, que nos ha llevado este viaje desde el invierno al verano y del verano al invierno, en varias ocasiones. Así, que vamos enlazando un constipado con otro, de momento, sin fin. A ratos, a mí  me duele la misma costilla, que ya me dió problemas en el noveno viaje largo. Afortunadamente, y tras el atropello de ayer, hoy han desaparecido los dolores de piernas y espalda, que me generó.

miércoles, 7 de febrero de 2024

Pues si. Al fin llegamos de día, pero...

           Pues si. Al fin llegamos de día, pero... En lo que parecía  una pura y dura jornada de transición, para deshacer posiciones y volver a Siliguri, surgieron bastantes acontecimientos y la mayoría no fueron buenos.

          EL MALDITO PERRO:  otra vez y como ayer, nos ha despertado el puto can, que lleva ladrando sin parar desde las seis y media de la mañana.

          LA CÁRCEL: como ya no podemos conciliar el sueño, nos levantamos, a ver si por fin, llegamos de día a destino. Al tratar de salir del hotel, hay una verja cerrada, que nos impide el paso y nadie para abrirla. Nos cuesta un rato de gritos y golpes a las rejas hasta poder salir.

          EL TAQUILLERO AGRIO: primero nos descoloca y cuando pedimos los billetes nos pregunta la edad. ¿Cómo? Y, después, nos quiere cobrar 300 rupias más, que a la venida. Como protestamos nos dice, que es un servicio con aire acondicionado. Pero, ¿si estamos a dos grados?. Quizás, quiera decir calefacción, pero no nos lo creemos, porque ni siquiera las tiendas internacionales de la calle peatonal disponen de ella y sus trabajadoras venden con bufanda y gorro. Son las 7:50 y nos toca esperar al bus de las 9, si no queremos pagar un extra.

          EL FRÍO: ni una sala de espera, ni un recoveco, donde refugiarse. Absolutamente congelados, antes de abordar el bus, que eso sí, sale puntual. Nos han vendido los asientos 1 y 2, que son los peores del vehículo, pero nos hemos cambiado a una zona "más cómoda".

          EL GRAN SUSTO: me duermo, casi nada mas partir, tapado con una manta de Etihad. De repente, me despiertan los gritos y aspavientos de mi pareja, que está chillando al ayudante y al conductor, porque no han parado en la frontera y no podemos sellar la salida, con los problemas, que tendríamos seguro, al tratar de salir del país.

          EL ATROPELLO: al bajar al sellar el pasaporte, una camioneta pequeña, que va marcha atrás, me atropella por la parte de arriba de las piernas y casi caigo al suelo debajo del vehículo. Milagrosamente y a golpes, hemos conseguido alertar al conductor.

          LA RUEDA Y EL RETROVISOR: poco después, debemos parar más de media hora en un taller rural de recauchutado, porque se han roto estos dos elementos. Toca cambiar ambos, para más desesperación.

          Tiempo total de viaje hoy, cinco horas y veinte minutos. Hora de llegada: 15:25, de día.

          EL CHECK IN: el empleado del hotel reservado por Booking, no tiene ni idea de manejar un ordenador y demora nuestra entrada en media hora, bajo diferentes excusas 

          EL INTENTO DE FUGA: nos da la habitación, pero intenta quedarse con nuestros pasaportes, durante horas, por lo que cogemos los bultos y amenazamos con irnos. Entonces, hace fotos de ellos y nos los devuelve.

          LA PELEA: cuando regresamos de comprar la cena y cerveza, en la calle principal secundaria se ha montado una terrible pelea entre un conductor de autoricksaw y un chico. Uno de los hombres está a punto de caer al maloliente canal lateral. A todo esto, han dejado sus vehículos en todo el medio y han montado un atasco de más de quince minutos de duración, en el que permanecemos retenidos.

          EL RE-CHECK IN: al llegar al hotel y no contentos con la espera anterior, nos hacen rellenar dos enormes formularios de preguntas chorra, que nos llevan quince minutos 

          Visto lo visto, aún estamos contentos, porque hemos conseguido terminar el día con vida.

martes, 6 de febrero de 2024

"Ten points", en los alrededores de Gangtok

           Para nuestra alegría y como preveía nuestra aplicación del tiempo, el día amaneció despejado, después de tres jornadas de lluvia y niebla.

          El día anterior habíamos preguntado por el tour "Ten points", en tres agencias. En una nos trataron de cobrar el doble y en otra nos lo explicaron poco, así, que nos quedamos con Thakur y Hermanos, ubicada al principio  de  la escalera del Lal Bazar, que fue la que más confianza nos causó. El importe acordado de dos mil rupias, incluía entre cuatro y cinco horas con diez visitas y los parkings de espera del taxi. Mil las pagamos al agente -nos dió recibo- y otras tantas deberíamos dárselas tras finalizar el circuito, al conductor.

          Podríamos y probablemente, hubiera salido más barato, haber contratado directamente a un taxista, pero no teníamos garantías, de que hubiera realizado alguna vez ese recorrido y o nos podía perder o demorar en exceso la duración, por lo que no merecía la pena ahorrar algunos centenares de rupias.

          Pactamos encontrarnos en la puerta de la agencia, a las 9:30. Como el conductor -taxista llegó a menos cuarto y por el mismo precio, pudimos asistir a la limpieza y puesta de incienso y ofrendas en el local.

          Nos montamos en un coche azul bastante nuevo y equipado con la última tecnología. Hemos tenido suerte porque nuestro driver ha hecho decenas de veces este recorrido y conduce con una gran pericia y tranquilidad, sin movimientos bruscos y sin usar el claxon. Es joven, educado y nada charlatán. Habla muy poco inglés, por lo que afortunadamente, las conversaciones se reducen a lo necesario. No nos mete prisa en ningún momento, a la hora de desarrollar las visitas.

          Antes de detallar los "Ten points" decir, que aunque el cielo estaba azul y el sol brillaba, en Gangtok, no ocurría lo mismo en las montañas cercanas y menos en el Khangchendzonga, que es la más espectacular. Es invierno y sabíamos, que era lo más seguro, que nos pasaría. Pero me temo, sin tener datos, que esto ocurre el 95% de los días del año.

          1.- Baktang Falls: una cascada de flujo medio de agua (7 de puntuación)

          2.- Templo Gonjang (10 rupias): es templo y monasterio budista. Muy bonito tanto por fuera, como por dentro (9 de puntuación)

          3.- Tashi wiev point: un extraordinario mirador, desde donde algunos afortunados podrán ver unos cuantos días al año el impresionante Khangchendzonga. Hoy y entre la densa niebla, solo se intuía su silueta (5 de puntuación) .subir a su observatorio elevado, cuesta 19 rupias, que no pagamos.

          4.- Lasha Falls, o cascada timo: apenas un hilillo de agua, en un lugar ligeramente escarpado y con centenares de banderas de oración (3 de puntuación).

          5.- Plant Conservatory (20 rupias): un jardín botánico con plantas y flores. No entramos (sin calificar).

          6.- Mirador sobre Gangtok: vistas generales de la ciudad con algo de niebla (4 de puntuación).

          7.- Ganesh Tok: templo dedicado al Dios Elefante (7 de puntuación).

          8.- Hanuman Tok: templo dedicado al Dios Mono. No sabemos, lo que cuesta, porque nos colamos sin querer. Lo visitamos con calzado -nadie nos dijo nada-, aunque hay que quitárselo en la entrada al recinto (no al templo, 8 de puntuación).

          9.- Ropeway o teleférico (130 rupias, ida y vuelta): no lo tomamos, debido a la niebla, que ya llevábamos viendo toda la mañana.

          10.- Do-Drul Chorten, dentro del Centro de Estudios Tibetanos: se trata de un complejo presidido por una gran estupa blanca y otras menores (9 de puntuación).

          Decir, que el lugar más lejano y elevado es el punto 8, al que se accede y del que se desciende por una carretera imposible.

          En total y con un atasco incluido, tardamos tres horas y media, que pueden llegar a otra más, si se visitan los dos puntos, que nosotros dejamos al margen 

          Mañana, dejamos Gangtok, camino de Darjeling. Con sus matices, está ciudad se nos parece cada vez más, a Shimla.