sábado, 13 de abril de 2024
viernes, 12 de abril de 2024
Tras la ratonera de Labuan Lombock...,llega la calma
Nos costó conciliar el sueño por el calor, por las constantes y largas llamadas a la oración, por los incidentes de encerrona del día anterior, por el estrés general y por llevar cuatro días por Sumbawa sin acceso ninguno, no a las bebidas alcohólicas, sino a una sola y miserable cerveza.
A la mañana siguiente nos ponemos en marcha temprano tratando de escapar cuando antes de esta ratonera de Labuan Lombock. Al final, fue sencillo. No quedaban por las calles a esas horas, ninguno de los que se habían divertido a nuestra costa - y casi, de nuestro dinero - del día anterior. Nos recoge un minibus, que cobra lo justo y en dos horas y media, tras mucho jaleo y atravesando constantes ciudades cacharro, nos ponemos en Mataran.
Nuestros objetivos hoy son, bien sencillos: encontrar el alojamiento de hace cinco años -desayuno espectacular -, el super de la cerveza y comida callejera atractiva. No va a ser difícil y a las once y media, ya los habíamos logrado todos
Tarde reposada y noche super cervecera y de espectacular monzón, mostrando toda su parafernalia lumínica, sonora e innundante. Solo nos quedan dos pasos para retornar a Bali. Gestionar el transporte desde aquí al muelle y obtener los billetes para el ferry.
En el primer caso, cuando se trata de estos servicios tan opacos, uno siempre tiene cierta desconfianza, pero topamos con un chico amable y con buen ingles. Algún problema más tuvimos para obtener los boletos del barco. Antes, ibas a la ventanilla y ya , como en todas partes. Ahora se han montado un sistema mixto, que no beneficia a nadie. Es venta on line, pero a medias, porque tú no puedes comprar desde el móvil, porque es una intranet, a la que solo dan acceso a unas agencias autorizadas, que han surgido como champiñones.
El resultado para los pasajeros ha sido, que los billetes han incrementado su precio más de un veinte por ciento, debido a las altas comisiones. El resultado del futuro también es previsible: dentro de poco, abrirán la venta online a todo el mundo, y las agencias especuladoras se hundirán, sin que a la compañía estatal de ferris le importe lo mas mínimo.
Ha terminado nuestro periplo por Nusa Tengara y Andaman Central. Las experiencias han sido espectaculares, pero también el sufrimiento, sobre todo, en Sumbawa Besar , donde se abordan muchas situaciones difíciles, entre ellas la vida cotidiana y la total abstinencia de cerveza o alcohol.
Para animarnos, nuestro lema en esta ocasión ha sido:"lo que hoy es mañana, pasado ese día,será ayer.
jueves, 11 de abril de 2024
martes, 9 de abril de 2024
Intento de estafa y humillación, en Labuan Lombock
Después de dos noches terribles, al fin dormimos al amparo del aire acondicionado y sin ningún ruido. Augurábamos un día largo, como todos aquí, por lo que decidimos ponernos temprano en las calles. Sumbawa Besar no tiene nada de especial. Ni siquiera su playa -llena de basura y casi inaccesible -, resulta interesante.
El bus, a Poto Tano sale puntual. Tan colorido e incómodo, como siempre. El conductor solo se aturulló al final, cuando tuvo que recoger varios bultos de peso y a unas cuantas pasajeras con churus, que sus maridos habían acercado con la moto
Los ferris entre Sumbawa y Lombock son muy frecuentes y la travesía dura dos horas y cuarto, aunque podrían hacerlo en menos tiempo, porque hoy hay muy mala mar. Es mucho más nuevo, que el del otro día, dispone de aire acondicionado y viajan varios guiris.
No nos desconcertamos, cuando vemos, que al lado del puerto no hay nada más, que algunas agencias de venta de billetes on line y varios garitos, porque lo habíamos estudiado antes. Hay tres kilómetros, hasta la localidad de Labuan Lombock, que hacemos, caminando por una carretera no muy complicada. No sabemos, que ocurrirá después, porque nada hay en internet sobre esta ciudad.
Y entonces, comenzó una tarde más rara, que dificultosa. Tenemos la suerte de encontrar una agencia de Perama -es cara, pero muy fiable - y preguntamos al empleado si hay transporte público, a Mataran, siendo su respuesta afirmativa, aunque no son ellos los que realizan el servicio. Vamos hacia el lugar indicado, sin preguntar la tarifa y enseguida llega un minibus, que tras darnos el precio real, diez metros más adelante, nos pide el doble. Bajamos y los siguientes servicios nos llegaron a solicitar, hasta cinco veces más. Entonces, todo comienza a ser un espectáculo circense para los aburridos lugareños de un pueblo grande, donde nunca pasa nada y comenzaron a entrometerse. Una tenderá llegó a asegurarnos que las 40.000 rupias reales, eran, 300.000.
Volvimos a Perama a preguntar la tarifa y efectivamente, era de 40.000, pero ya nadie nos quería llevar a destino por una cifra, que no fuera astronómica. Ya no se conformaban con querernos sacar el dinero, sino que querían humillarnos y reírse de nosotros en nuestras caras, como tantas veces ocurre en Indonesia.
Vamos a un hotel y nos ofrecen una habitación muy barata, que era lo más parecido a una pocilga oscura y sin ventilador. No la cogemos y la chica nos advierte, de que tengamos cuidado por ahí, pero no sabemos, con que o con quién. Al fin y casi enfrente, encontramos otro establecimiento más adecuado. Está es la primera vez en este país que no tenemos el baño dentro de la habitación.
Nos da algo de yuyu lo que pueda pasar mañana al intentar salir de este territorio de salvajes.