Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.
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miércoles, 2 de febrero de 2011

En la encrucijada


                                                                                     Komatipoort (Sudáfrica)
            Nos encontramos en la encrucijada, sin no tener claro, como seguir. Estamos encerrados, como en el viaje de America. Aunque esta vez, no es por el tapon del Darien, sino por un maldito pais llamado Zambia.

            Han quedado descartadas todas las opciones de volar. Al alto precio de los vuelos hay que anadir, el de los taxis a los aeropuertos -en Africa, no hay transporte publico hacia ellos, normalmente- y el precio de los visados. Volar hasta Zambia nos costaria 124 euros por persona + 60 de taxis, mas 75 de visados. Eso solo, por poner los pies en Lusaka. Zambia ademas de desabastecido, es un pais caro. Y despues de haber visto las cataratas y la presa, apenas nos interesa el resto.
           Vilanculo (Mozambique)
            Volar a Malawi, Tanzania, Kenia o Etiopia, sale por un ojo de la cara. Es mas barato hacerlo desde aqui a Bangkok y hasta nos lo estamos pensando. Echamos de menos la queridisima Asia. No queremos volver a Espana.

            Por tierra, las perspectivas no son mejores. Por un lado, estamos taponados por  Mozambique y Zimbabwe, donde deberiamos volver a pagar visado. Por el otro esta Namibia. Pero tendriamos que hacer unos cuantos miles de kilometros, para contemplar atractivos bastante dispersos y al final toparnos, con la maldita Zambia, tras recorrer el corredor del Caprivi.
                                                                                                       
            A alguien se le ocurre alguna idea?

            Por lo demas, en Johanesburgo hace bastante fresquito -que es de agradecer, tras el calido periplo por Mozambique-, estamos en un buen hotel, a 20 euros la noche y lo pasamos bien, en una ciudad, que es genial. Junto a Ciudad del Cabo y Durban -y con el permiso de Beira, en Mozambique-, son las que mas nos han gustado. Ademas, aqui ganamos una Copa del Mundo, cosa que no ocurre todos los dias. Por desgracia, el estadio Soccer City, donde se consiguio la gesta, esta algo lejos, en Soweto, donde no deberiamos ir solos e ir organizado, sale caro e insulso.
                                                                                                            Nata (Botswana
            Africa es maravillosa. Y aun mucho mas, tomarse una Black Label de 75 cl, despues de los torridos dias de calor, darse una buena ducha al final de la jornada o ser recogido por una camioneta, cuando vas cargado con la mochila por una carretera y recibes al arrancar, el frescor del aire en movimiento.

            Manana nos vamos a Pretoria. Ya os seguiremos contando (a arreones, como hasta ahora).
      

lunes, 31 de enero de 2011

En Mozambique, si que somos bienvenidos

      Hemos llegado a Mozambique. Al hacer el visado en la frontera, solo nos permiten una entrada. Adios a Malawi, un destino querido. Las consecuencias de no haber atravesado Zambia estan siendo duras. Ya lo intuiamos. No obstante, no nos arrepentimos.
                                                             Cuchamano
      Nuestro ingreso al pais, a traves de Cuchamano, ha sido extremecedor. Este pueblo carece de agua corriente. El liquido elemento, lo extrae un hombre en cubos y se lo va entregando a los lugarenos, que lo almacenan en garrafas o barrenos, para llevarse las primeras a su casa y lavar la ropa en los segundos, alli mismo.
 
      Luz electrica y alumbrado publico, si que hay. Pero, funciona 30 minutos y se corta tres horas. Asi, una y otra vez. Por lo que tenemos que usar la linterna, para coser uno a uno, los numerosos agujeros de la mosquitera de nuestra cama. En la habitacion de al lado, se suceden gritos de chicas, golpes y amenazas de llamar a la policia. Estamos en el unico motel del pueblo, que parece encubrir un burdel, fundamentalmente para camioneros, que transitan por esta frontera.
 
      Por supuesto el establecimiento, no dispone de ducha y los banos son unas vomitivas letrinas, con un apestoso agujero, que deben higienizar con cal viva, cuando se acuerdan. Asi, que orinamos en la habitacion, en botellas de Fanta de dos litros cortadas a cuchillo y evacuamos al jardin los fluidos, por la ventana.
                                            Chimoio  
      Salvo la carretera principal, el pueblo esta sin asfaltar, cubierto de charcos, basura y cabras sueltas retozando. Las viviendas son rondaveles pequenos y circulares, hechos en ladrillo o adobe y terminados en forma conica, con ramas y paja. No tienen bano y cocinan en la calle.
 
      Existe un pequeno mercado, con endebles puestos de madera, donde venden sobre todo, pescado en salazon, ademas de frutas, ropajes, zapatos y arroz. Encontramos numerosos bares -llamados bancas- pintorescos, caros y vacios. Tambien una nave industrial, llamada a bombo y platillo "complejo", que lo unico que contiene es un billar, una barra y una pantalla de plasma, donde ponen un partido de la liga inglesa.
 
      Hasta metidos dentro de la mosquitera, nos comen los bichos. Me pica una especie de escarabajo. Por donde habra entrado?. Al poner el pie en el suelo, por la falta de luz, piso sin calzado un enorme gusano muerto, que se estan merendando las hormigas.                                                 Chimoio  
      A la manana siguiente partimos para Chimoio, con cambio de transporte en Changara. El primer tramo lo hacemos en un abarrotado microbus y el segundo, en un pequeno camion. Ha parado y su propietario se ofrece a llevarnos, por 250 meticales, que es el precio del autobus. Lo rebajamos a 200 y no acepta. Hace amago de irse, pero aguantamos el tiron. Sabemos que en este pais, casi nadie va a dejar de ganar nueve euros, por perder dos y medio.
 
      El paisaje es agradable y muy verde. No deja de haber pequenos puentes de arroyos sin agua, minusculas aldeas y sobre todo, mucha gente a ambos lados de la carretera, caminando, de pie o sentados, viendo la vida pasar y sin hacer nada.
                                     Beira
      El momento del dia, llega a la hora de echar gaolina. Paramos en una estacion de servicio. Le dicen al conductor, que alli no y le mandan a otra parte. Vamos con la reserva. A unos tres kilometros, hay un hombre junto a una moto, escondido tras unos arbustos. Tras negociar la cantidad y el precio del combustible, de hoyos excavados en la rojiza tierra y tapados con ramas, va extrayendo garrafas. Coloca una goma en el deposito, a la que une el cuello cortado de una botella de Coca Cola, a modo de embudo. Sirve de tres de ellas y vuelve a colocarlas en susitio. Aparece otro hombre en otro ciclomotor, que se encarga de cobrar y dar el cambio. Seguimos, camino de Chimoio.

La burocracia zambiana, trunca nuestros planes

      En Africa, ni ninos ni adultos tienen mucho que hacer. Cualquier suceso, que se salga de lo cotidiano, por minimo que sea, se convierte en un espectaculo. Mucho mas si en el, esta involucrada "white people". En Kariba (Zimbabwe), la simple salida de autobuses, mantiene a decenas de transeuntes espectantes, viendo como las companias se disputan a los clientes, de forma muy agresiva, en trato y precios.
                        Frontera entre Zimbabwe y Zambia
      Los ninos se parten de risa, cuando se dan cuenta de nuestro desconcierto. Pero, rapidamente reaccionamos y corremos tras ellos, al grito de "white peole eats black children". Luego, tratan de adivinar nuestra nacionalidad y lo mas cerca que nos colocan es en el extremo oriente asiatico.
 
      La tarde habia sido tranquila y de nuevo, habiamos visto elefantes, hipopotamos y decenas de especies de pajaros. Y ya habiendo atardecido y por primera vez, contemplamos preciosas luciernagas saltarinas.

      La manana habia sido mucho mas dura. Madrugamos. Fue relativamente facil, trasladarnos a la frontera de salida de Zimbabwe. Hasta llegar a la de Zambia, anduvimos unos cuatro kilometros, con preciosas vistas del lago Kariba y de la presa. Pero, con tres problemas anadidos: Vamos sin agua, tres de los cuatro kilometros son de subida y el calor tropical humedo es infernal. Paramos ante un severo control y contemplamos mas adelante, como un policia pesca con una cana, que consiste en una botella de Fanta atada a un hilo, mientras en la otra mano sujeta la metralleta y en algun bolsillo de su traje esconde un movil, con musica de la zona a todo vlolumen.
                             Kariba
      En inmigracion de Zambia, tardan mas de cindo minutos en aparecer. Escribimos nuestros datos en un libro de registro. El sudor cae sobre el a borbotones. Y eso que a ratos, nos secamos con la toalla, envolviendo la cabeza.
 
      Los funcionarios permanecen indiferentes y sin hablar hasta el momento de decir: "Fifty dollars each". En la Lonely pone 25 y que se pueden pagar en euros. Pero, ni lo uno, ni lo otro. Solo tenemos 94. Pedimos poder ir a un cajero cercano. No. La unica solucion es, negociar con uno de los buscavidas que hay en este area. Naturalmente, nos quiere cambiar primero,  de euros a kwachas -moneda local- y luego a dolares, porque ni siquiera en su propia divisa, aceptan el pago del visado. Cuando le pedimos que nos agilice el proceso, de euros a dolares, nos oferta uno por uno, innegociable. Hasta para tomar una pequena cocacola, tenemos que cambiarle dos dolares a kwachas.
 
       Es nuestra unica e irremediable concesion. Decidimos volvernos a Zimbabwe y los funcionarios, todavia se asombran. Comenzamos el camino de vuelta.                                                Harare
      Todo cambia (como siempre ocurre en Africa). Un coche con ranchera se detiene y nos lleva hasta el otro puesto fronterizo. Tras desesperadas explicaciones, el amable funcionario de Zimbabwe, entiende nuestra situacion y en vez de hacernos pagar otra vez el visado -30 dolares-, tacha la fecha anterior de salida.
 
      Sin siquiera hacer autoestop, entre un conductor blanco y otro negro -cayendo una inmensa tormenta-, nos devuelven a nuestra querida Kariba. La gente de este pais es maravillosa.

      De Zambia, con las Cataratas Victoria, las bonitas vistas de la presa y el trato de su administracion, ya tuvimos suficiente. Vamos rumbo a la incertidumbre o lo que es lo mismo: A Mozambique, Malawi o Sudafrica.
                                Harare
      Tras regresar a Harare e ir a la embajada de Mozambique, resulta que el visado a este pais cuesta 40 dolares y en la frontera 10. Y nos lo explican en perfecto espanol (en Moambique se habla portugues). Nuestra graduacion en Africa va a ser mas larga y sufrida de lo esperado.
 
      Aunque nos bastaria, con que se acabaran las incesantes lluvias y el asfixiante calor. Tambien los largos ratos con la mochila a cuestas. Aunque, como aqui hay tantos supermercados se va cambiando de la consigna de uno a otro, cada rato, ante la expresion sufrida del negrito, que la coge y que dice: "is very heavy".
 
      Ett'o dijo un dia: "Trabajo como un negro, para poder vivir como un blanco". Nosotros hemos trabajado durante anos, como suertudos blanquitos, para vivir ahora como negros.
                                                                                              Harare