Desde luego y por poco dinero más, el hotel de Tezpur ha estado más presentable, que los anteriores, de Assam, aunque el wifi, tras funcionar bien toda la tarde, a media noche comenzó a tomar decisiones por si mismo y elegir, donde te dejaba entrar y donde no. Otros de los males anteriores, como el jaleo interior y los mosquitos, persistieron, aunque desaparecieron el resto.
Habíamos pensado llevar a cabo las visitas de Tezpur por la mañana y dejar las gestiones para la tarde, pero como no nos quedaban demasiadas rupias, decidimos invertir los términos. Preguntamos al recepcionista del hotel y nos dijo, que fuéramos a un banco de la misma calle donde, al final, no ofertaban este servicio y nos remitieron al SBI, donde tras pasar por cinco ventanillas nos aseguraron, que en este estado, solo hay posibilidad de cambiar divisas, en Guwahati.¡Mal inicio!.
Menos mal, que preguntamos, porque los horarios del tablón, no se corresponden con la realidad. ¡Otra bofetada! El de las cinco y las siete de la mañana, nos hacían pegarnos madrugones innecesarios. El siguiente, a las dos de la tarde, nos haría llegar ya de noche, suponiendo, que no encontraríamos un lugar de cambio abierto -el único, -que conocemos en Guwahati, está siempre cerrado - y por tanto, al no poder pagar la habitación -todas chungas, por cierto -, nos tocaría dormir en la colindante estación de trenes, más segura que la de autobuses.
Tampoco, podríamos coger el primer todoterreno a Shillong, a las cinco de la mañana, por carecer de fondos en rupias, por lo que deberíamos esperar, a que abriera la oficina de cambio. En fin, todo un circulo vicioso difícil de deshacer. Ya sabemos, que hay cajeros automáticos, pero cuando sacamos el primer día, nos metieron una comisión del 9,5%. Y además, el vaso de las dificultades infinitas, que estamos teniendo en Assam, estaba ya rebosado.
Para confirmar la cancelación de nuestros planes, a Meghalaya, regresando, encontramos un bus nocturno, a Siliguri y para mañana, por solo 600 rupias. No lo pensamos más y adquirimos los billetes. De los siete estados del este, nos habíamos centrado en cinco. Luego, los redujimos , a dos y finalmente, se va a quedar, en uno. En un próximo post de conclusiones, os contaremos con detalle, porque hemos desistido de este periplo aunque muchas de las cosas, ya han quedado relatadas en entradas anteriores.
Y ahora, ¿para donde tirar? Siempre -o casi - tenemos plan b: en Siliguri, nos largáramos un par de días para Kalimpong. Después, viajaremos a Calcuta, que nos encantó y donde no vamos desde hace diez años..
Finalmente, cruzaremos el país, hasta Ahmedabad, donde ya estuvimos hace trece años. El resto de Gujarat nos queda por descubrir. Cerca ya está Bombay, desde donde volaremos, previsiblemente, a Omán o a casa.
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