Sangkhlaburi (Tailandia)
¿Y Bangkok?. Pues, como siempre. Tengo
la sensación y es motivada, de que si me reencarnara, dentro de 150
años en algo o alguien -bicho frito de Khaosan incluido-, todo sería
igual: los abundantes puestos de calduverios, las sopas picantes del
Eleven, los viejos guiris baboseando con jovencitas, los molestos
tuck tuck, el caos controlado, la humedad, los olores fuertes, los
tranquilos templos, las piernas y el culo perfecto de las jovenes
lugareñas, el incienso tapándolo todo, los anglosajones mamándose
en el Khaosan, la deliciosa, animada y colorida Chinatown... A
pesar, de no haber cambiado casi nada y tras siete visitas en los
últimos seis años, nos sigue fascinando Bangkok.
Aunque, sí podemos detallar dos
acontecimientos novedosos. Vivimos el cumpleaños del rey, en el que
enfervorizadas decenas de miles de personas con camisetas amarillas e
inscripciones diversas, vitoreaban a su monarca. Gente esperando
horas y horas bajo el sol, a más de 40 grados, para recibir como
respuesta, arengas, agua algo fresca, helados, caramelos pegajosos
del Eleven e imposibles de abrir, refrescos calientes con sabor a
azúcar artificial y poco más.
Bangkok (Tailandia)
El otro hecho tiene relación con la
conflictividad social del país, esporádicamente comentada en los
medios de comunicación. pero no siempre tan evidente, como durante
nuestras diversas estancias: concertinas escalofriantes y sacos
terreros, salvaguardando los edificios oficiales y gran acampada de
protesta en la Thanon Ratchadammen Kiang, justo detrás del Monumento
a la Democracia.
Kanchanaburi (Tailandia)
Por lo demás, sino venís a esta ciudad en mayo, haréis muy bien. 29º-39º de máxima/mínima no es la mejor forma de disfrutar de nada. Estamos esperando el monzón, como agua de mayo. Perdón, de junio, que es cuando debe de llegar. Pero, que no os engañen, que en este mes ya hay un pre-monzón y también llueve, aunque no refresca. Y dicho eso, nos vamos con el ventilador a otro sitio porque para aire acondicionado, no nos llega (salvo cuando entramos en centros comerciales, en tiendas y los escasos supermercados)
Por lo demás, sino venís a esta ciudad en mayo, haréis muy bien. 29º-39º de máxima/mínima no es la mejor forma de disfrutar de nada. Estamos esperando el monzón, como agua de mayo. Perdón, de junio, que es cuando debe de llegar. Pero, que no os engañen, que en este mes ya hay un pre-monzón y también llueve, aunque no refresca. Y dicho eso, nos vamos con el ventilador a otro sitio porque para aire acondicionado, no nos llega (salvo cuando entramos en centros comerciales, en tiendas y los escasos supermercados)
Por no aburriros ni un minuto más, termino con
unos pocos flashes: Kanchanaburi, me gusta -por ejemplo- más que
Chiang Mai (aunque pueda sonar raro). Shangkhlaburi, está bien, pero
no merece la pena, por lo lejos que está. Y lo de las tres pagodas
de la frontera con Myanmar, sencillamente, es un timo (al margen, de que está cerrada, como todas las líneas fronterizas del país birmano).
Kanchanaburi, en ambas imágenes
Kanchanaburi, en ambas imágenes
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