Las tres primeras son, de Bangaon (India)
¿Por qué casi siempre acertamos en
nuestras predicciones? Por diversos indicios, imaginábamos más
complicada la salida de Bangladesh, que el retorno a India y ¡vaya,
si fue un pronóstico correcto!.
Las seis horas y media de trayecto
anunciadas, entre Dakha y Benapole, se convirtieron en ¡14!. Y es
que para ahorrar camino por carretera, el autobús debe montarse en
un ferry -durante una hora-, que viene cuando le da la gana, con el
agravante de que hoy es festivo, al tratarse del último día de
Ramadán (Eid al Fitr). No sé ni el tiempo, que estuvimos esperando
su llegada, pero no fue poco.
En la bien organizada frontera,
acechan los típicos pelmas, que te quieren “ayudar” de forma
desinteresada. Nada, que se salga fuera de lo normal en los pasos
fronterizos del tercer mundo.
Los mayores y más molestos
inconvenientes surgen con las autoridades y sus ansias insaciables de
dinero. Rellenamos el formulario de salida y tratamos de sellarlo en
la fila -más corta- de extranjeros. ¡Quietos parados!. Hay, que
pagar una tasa de 500 takas -unos 5 euros-, que hasta hace apenas
unos días, era de 300. Enfilamos hacia la ventanilla correspondiente
y pretendemos pagar en dólares. Lo que vienen a ser unos trece en
total, el funcionario y su calculadora los transforma en 30 y se
queda tan ancho. Nos negamos y buscamos una oficina, que nos
convierta lo necesario en las puñeteras takas, a una buena tasa.
Con el dinero en la mano, volvemos a
la ventanilla. ¡Flipamos!. Ahora, otro individuo quiere que le
dejemos de propina 20 takas por su maravillosa gestión, de poner un
sello en el formulario. ¡Lo lleva claro!.
Debemos dejar constancia, que es la
primera vez en nuestras vidas -con la excepción del puente de
Allemby, en Israel y es por otros motivos-, que pagamos una tasa de
salida por una frontera terrestre. Y lo más sorprendente es, que
tienen que abonarla hasta los propios ciudadanos del país.
Las tres siguientes son, de Calcuta (India)
Segundo intento de pasar. ¡Quietos
parados! Necesitamos otro sello, esta vez, de la aduana. Vuelta
atrás. El funcionario, que se ocupa de tal gestión, no se encuentra
muy motivado y se conforma con abrir sólo una de las mochilas y
ojear nuestra vieja Lonely Planet, de India.
Seducidos y sedientos, caemos en una
oferta tentadora del duty free : dos latas de Heineken, sólo tres
dólares. La operación nos lleva unos diez desesperantes minutos,
dado que debemos presentar los pasaportes, rellenar un extenso
formulario y firmarlo por triplicado ejemplar. Ahora sí y con
exhaustiva revisión de todos los papeles, salimos de Bangladesh,
probablemente, para siempre.
No hay mucha tierra de nadie. Una
plazoleta bien pavimentada da acceso al lado indio. En ella,
experimentados pelmas -a los que mantenemos a raya-, policías y
miltares, contemplan atónitos, como bebemos nuestra cerveza, casi de
un trago. En Bangladesh, nos ha sido imposible encontrar una tienda o
bar, donde comprar alcohol, vino o cerveza
La entrada a India es sencilla, rápida
y agradable. Espera al otro lado un pueblo tranquilo -Harisdawar-,
donde podemos comer garbanzos, lentejas al curry, arroz con verduras
y huevo. A unos 8 kilómetros, se encuentra Bangaon, con acceso
ferroviario, a Calcuta.
En nuestro primer viaje a India y
durante los últimos días de aquel, la frase recurrente era:
“¿cuándo nos vamos de la India?”. Bangladesh resultó tan
estresante, que lo que más repetimos allí, fue: “¿cuándo
volvemos a la India?”.
4 comentarios:
Hola Eva, hace rato que veo tu blog destino desconocido pero no sé nada de tus viajes, de casualidad no están por Bangkok verdad? Porque estoy aquí, sé que es una de tus ciudades preferidas y me he encontrado con mucha gente, quizás...
Saludos!
Martín.
Hola, Martín.
Me pillas recién llegada y es una alegría conversar contigo, después de otro periplo terminado con éxito. Y Celebro, que estés en Bangkok, porque hará mucho más fresco, que cuando estuvimos en mayo y supongo -solo supongo-, que no habrá habido más golpes de estado.
No sé, si has estado más veces en Tailandia, pero apúntate Kanchanaburi entre tus destinos. A mi, me gusta más, que Chiang Mai, por ejemplo.
Por lo demás, el blog vuelve a tener contenidos. Poco a poco, 49 posts escritos durante el viaje (dos ya publicados).
Hemos estado tres meses en India -muriéndonos de calor, pero disfrutando-, unos 10 días en Bangladesh, 20 jornadas en Tailandia, dos semanas en Egipto y una en Israel (donde prometimos no volver, pero es el único sitio de Oriente Medio, donde hay vuelos baratos a Europa).
Un abrazo y disfruta de tu viaje, que ya me dirás, que más destinos incluye.
Qué interesantes los recorridos, en 2011 he hecho Egipto con inciso en Israel, volviendo a Egipto por tierra, es un buen paseo. De India no tengo que decir nada, y Bangladesh me imagino fue una grata sorpresa, verdad? Iré leyendo el blog, no publicás más en losviajesdeeva? La que tenía el link oculto.
Nosotros nos fuimos de Argentina en septiembre de 2013. Trabajamos siete meses en Australia, trabajos que jamás pensé que haría alguna vez. Luego estuvimos 20 días en Singapur, 30 en Japón, 15 en Corea del Sur, seis semanas entre Vladivostok y San Petersburgo cruzando en el Transiberiano. Todo esto, si te interesa, podés leerlo en www.cuevadelviajero.com.ar
Luego, dejé de escribir, pero igual hicimos Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Alemania, Suiza, Francia, Holanda y un par de días en Oslo. Finalmente volamos con Norwegian que te la recomiendo para pasar de Europa a Bangkok en la forma más barata posible (pagamos 270 dólares ida Oslo-Bangkok).
Estamos aquí en una de las mejores ciudades del mundo (BKK) seguro que compartís el sentiemiento. Ahora nos vamos a una tranquila playa de Koh Phan Gan donde nos quedamos dos semanas, antes de hacer Kuala Lumpur-Sydney con Air Asia. Tres días en Sydney y el último salto a Auckland. Tenemos una visa Working Holiday de Nueva Zelanda así que nos quedamos en el país kiwi entre octubre de 2014 y diciembre de 2015 para trabajar, viajar y ahorrar... veremos que tal!
Mucha suerte en sus futuros viajes y en la actual reinserción en ¿Valladolid verdad? ya te seguiré leyendo y no te olvides de pasarme link si es que sigue viva la antigua página!
Saludos!
Martín.
¡Bueno, bueno, que vida más entretenida lleváis y lo que os queda!. Ya me darás más detalles sobre lo de trabajar en Australia o Nueva Zelanda, dado que son países que nos apetecen y tenemos pendientes. ¿Qué tal lo del transiberiano?. Siempre nos apeteció, pero a la vez, nos dio mucha pereza. Aunque, claro, creo recordar, que vosotros no pagáis visa en Rusia, ni estáis expuestos al pertinente y aburrido papeleo.
Sí, la web será de nuevo publicada, en breve. Ya te voy avisando. Y la reinserción, en Valladolid -muy buena palabra para la ocasión- será dura, no lo dudes.
Un abrazo y buen viaje/trabajo.
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