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domingo, 21 de septiembre de 2014

Pesadilla Pradesh (parte II): el día de mi cumpleaños.

                                                            Esta y las tres siguiente son, de Manali (India)
           Sin cobertura -se ha roto la tarjeta del teléfono- y sin wi-fi, no iba a recibir muchas felicitaciones, pero nos esperaban emociones intensas. El día de mi cumpleaños, empezó como otros anteriores, a lomos de un bus estatal nocturno: de Manali a Shimla. De esos, que aquí en Himachal Pradesh tardan diez horas en recorrer 250 kilómetros.

          La primera sorpresa de mi onomástica nos la dieron dos chicas, que tras dos horas de camino, se subieron al bus y decían tener las mismas plazas, que nosotros. Enojados, nos fuimos a buscar al ayudante-cobrador, que con cara de circunstancias nos informa, de que nuestro bus va camino de Delhi y no de Shimla.

          ¿Cómo puede ser, si los números de la matrícula coinciden exactamente, con la que nos dio el de la ventanilla, de Manali?. Y, además ¡sale a la misma hora y de idéntica estación!. En todo caso, el último fallo de esta surrealista situación, fue nuestro, por no confirmar el destino dentro del propio autocar. Afortunadamente, el ayudante-cobrador es uno de los pocos indios buenos y eficientes y nos soluciona el affaire. Concertó un punto de encuentro e intercambio con su colega del bus, de Shimla.


                                                      Vasit (India), arriba y las de abajo, deShimla (India)
          Pasa la noche sin más sobresaltos. Aunque el vehículo es muy viejo e incómodo, consigo dormir. Llegamos a Shimla, una ¡ciudad maravillosa!. Como todo el mundo ha dicho verdaderas estupideces comparando unos lugares con otros, no voy a ser menos y para mi este lugar es, la Fez de India (en su versión limpia). Aunque con mucho más fresquito, rodeados de montañas, mucha menor decadencia y en este caso, los que cargan con pesadisímos fardos o cajas de refrescos no son los mulos, sino los propios hombres. En cualquier caso, es una apreciación muy personal.

          La localidad es un ejemplo a seguir para todo el continente y sobre todo, para el resto de la India. Todo su casco histórico y los bellos y animados bazares son absolutamente peatonales y aunque, cuando llegamos, estaba todo cerrado y las calles llenas de basura, dos horas después el ambiente se muestra increíble y sosegado y la porquería y suciedad han desaparecido.

          ¡Que sitio tan magnífico para pasar un par de días!. Pero, todo nuestro gozo metido en un pozo: la visita la hacemos en diez horas y con la mochila a la espalda, subiendo y bajando cuestas y todo, porque los alojamientos más baratos duplican el precio, que hemos ido pagando hasta ahora. Los comisionistas de la plaza de la catedral se burlan de nosotros, cada vez que pasamos delante de ellos: “¡ahí van los de las cuatrocientas rupias!” (precio máximo, que hemos querido abonar, cuando nos han pedido, 800).

          Dejamos Shimla con dolor, para pasar cinco insufribles horas de bus hacia Chandigarh, una ciudad extraña, aunque agradable. De camino, padecemos un esmerado control policial, en el que registran todos los equipajes, menos los nuestros.

          Agotados, física y mentalmente, tenemos que pelear duro con los tuktukeros, con el fin de conseguir un precio razonable para plantarnos en el centro. Y después y esto ya no es ninguna sorpresa de cumpleaños, aunque sí, un mal regalo, nos toca vagar de sector en sector -así se divide la ciudad-, porque no nos aceptan en ningún hotel, como otras veces, por ser extranjeros. Al final y casi mendigándolo, 900 rupias al canto -100 más que en Shimla-, por una habitación sin ventana, con un baño deteriorado y un calor insufrible (el peor alojamiento de India a lo largo de los dos viajes).

          Antes de que el reloj marque las doce y se acabe este cumpleaños tan largo y tan sufrido, se va la luz -otra vez más- y el ventilador y nos sentamos sobre el colchón, tan caliente, como si fuera una de las hogueras de Varanasi.

2 comentarios:

Lupe dijo...

Eva! hola!
a lo mejor hasta te acuerdas de mi, soy Lupe, la chica de Vitoria que contactó contigo hace años a cuenta de tu blog "los viajes de eva", en que comentamos lo de viajar solo.

bueno, pues ahora estoy preparando un viajecito con amigos, nada largo ni muy exotico, y justo, de chamba, he encontrado en tu blog mucha informaci´n util.
hoy 21 de septiembre

y me he enterado por casualidad... es tu cumple! y te busco hoy!
esto es el destino, el karma o algo, no?

sólo mandarte un abrazo (espero que te llegue a la india) y que lo pases muy bien. Se te ve fenomenal en las fotos.
Algún día nos veremos y nos lo daremos en persona.

besos, hasta pronto, buena suerte, buen viaje!
:)

Eva dijo...

Hola, Lupe

Sí, claro que te recuerdo. La chicq, que iba a todas partes en bici y que se fue a Rusia y China, hace unos años.

Bueno. En realidad, el post, que has visto, fue escrito hace casi 3 meses y hoy solo lo he montado. Nuestro viaje de cinco meses -tres en India-, terminó hace ya un par de semanas, cuando volvimos desde Israel. Todo salió genial, pero ahora toca, tratar de llenar el granero para próximos viajes.

Un abrazo.