Dos, de Sydney (Australia), cuatro, de Singapur y dos, de Kuala Lumpur (Malasia)
1°.-La salida de Australia, que cuando fuimos, a Nueva Zelanda, fue relajada y la reentrada también -no nos hicieron ni pasar por la aduana, todo un privilegio-, culminó con una persecución en toda regla, al tratar de abandonar, definitivamente, el país.
2°.-La entrada en Singapur, por aire, no nos generó ningún problema.
3°.- Por el contrario, la terrestre, siempre nos ocasionó dificultades y está vez, también.
4°.-Cuando alguien, en Singapur, Malasia o resto del sudeste asiático, os hable de una senda peatonal, contrastad, antes de emprender camino, la información. O, casi mejor, ¡salir corriendo!, inmediatamente.
5°.-No hagáis excentricidades en lugares peligrosos. En Oceanía, las aceras llegan a todas partes, no así en el sudeste asiático. Y lo peor es, que nosotros somos expertos, para haber caido en este error.
6°.-Empieza la información de servicio: en las terminales malasias de la frontera, existen oficinas de cambio con amplio horario y buena tasa. No esperéis hasta llegar a la ciudad, de Jhoror Baru.
7°.-La estación de buses de Larkin, en Jhorur Baru, no es lo mismo, que el centro. Así, que aclararos bien, adónde queréis ir. En Larkin hay un mercadillo, numerosos hoteles a buen precio y bastantes restaurantes, pero muy pocas posibilidades de comprar alcohol -salvo cara cerveza-, de encontrar lugares interesantes o de toparse con un supermercado.
8°.-Los check-out de los alojamientos de esta ciudad son a las tres de la tarde.¡Y en Australia y Nueva Zelanda, a las diez de la mañana, sin pasarse ni un minuto, te largan a la calle! En Jhoror Baru los hoteles parecen buenos en la recepción, son regulares en los pasillos, malos en las habitaciones y muy malos en los baños.
9°.-En Jhoror y en toda Malasia, suelen ser más baratas las cervezas europeas -tipo Heineken o Carlsberg-, que las de la zona.
10°.- No os sorprendáis, porque un malasio diga llamarse, Ramón. Nosotros hemos conocido uno está misma tarde.
1°.-La salida de Australia, que cuando fuimos, a Nueva Zelanda, fue relajada y la reentrada también -no nos hicieron ni pasar por la aduana, todo un privilegio-, culminó con una persecución en toda regla, al tratar de abandonar, definitivamente, el país.
2°.-La entrada en Singapur, por aire, no nos generó ningún problema.
3°.- Por el contrario, la terrestre, siempre nos ocasionó dificultades y está vez, también.
4°.-Cuando alguien, en Singapur, Malasia o resto del sudeste asiático, os hable de una senda peatonal, contrastad, antes de emprender camino, la información. O, casi mejor, ¡salir corriendo!, inmediatamente.
5°.-No hagáis excentricidades en lugares peligrosos. En Oceanía, las aceras llegan a todas partes, no así en el sudeste asiático. Y lo peor es, que nosotros somos expertos, para haber caido en este error.
6°.-Empieza la información de servicio: en las terminales malasias de la frontera, existen oficinas de cambio con amplio horario y buena tasa. No esperéis hasta llegar a la ciudad, de Jhoror Baru.
7°.-La estación de buses de Larkin, en Jhorur Baru, no es lo mismo, que el centro. Así, que aclararos bien, adónde queréis ir. En Larkin hay un mercadillo, numerosos hoteles a buen precio y bastantes restaurantes, pero muy pocas posibilidades de comprar alcohol -salvo cara cerveza-, de encontrar lugares interesantes o de toparse con un supermercado.
8°.-Los check-out de los alojamientos de esta ciudad son a las tres de la tarde.¡Y en Australia y Nueva Zelanda, a las diez de la mañana, sin pasarse ni un minuto, te largan a la calle! En Jhoror Baru los hoteles parecen buenos en la recepción, son regulares en los pasillos, malos en las habitaciones y muy malos en los baños.
9°.-En Jhoror y en toda Malasia, suelen ser más baratas las cervezas europeas -tipo Heineken o Carlsberg-, que las de la zona.
10°.- No os sorprendáis, porque un malasio diga llamarse, Ramón. Nosotros hemos conocido uno está misma tarde.
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