A pesar de haber regresado más tarde de lo previsto de nuestro segundo "interair", aún llegamos a tiempo para disfrutar de las fiestas de San Pedro Regalado, en Valladolid y las de San Isidro, en Madrid.
En la plaza Mayor de Pucela, asistimos a un doble concierto, patrocinado por Ouigo. Primero tocó Marlon, con mayoritario público joven. Está audiencia tiene unos comportamientos peculiares, que la diferencia de los que ya tenemos una edad más peligrosa. Se dividen en dos: los que se pasan el concierto hablando de tonterías, sin escuchar la música, ni dejar a los demás atender al concierto y los grupos de jovencitas, que se las saben todas. Ambos, ingieren , en su mayoría, bebidas energéticas.
Marlon nos encantó, al igual , que Sidecars, a los que ya habíamos visto en una pequeña sala hace unos años. El día siguiente contemplamos a Destino Rubicón en otro escenario de la ciudad.
Y el domingo, nos fuimos a Madrid, al Parque de las Vistillas, para asistir al concierto de Ella Baila Sola. En este caso, público mayor, con otras características muy diferentes: escuchan y no hablan, beben cerveza y cosas más fuertes y olor generalizado a chocolate (en los ochenta, llamado costo). La nueva formación tocó, incluso, temas nuevos.
El día previo a San Isidro nos presentamos en el mismo parque para disfrutar de Coco Bazar, K1ZA y Boston Babyes, en el 44 Festival Villa de Madrid de Radio 3. No nos quedamos a Los Punsetes y decidimos volver a Valladolid en el último tren, porque hacia frío.
Y dos días después, asistimos a otro evento organizado por la misma emisora: el Festival del Día Internacional de los Museos -de 7 a 21 horas -, donde nos deleitamos con Pignoise, Los Enemigos, Los Estanques, El Columpio Asesino o Lady Banana.
Ayer y de forma gratuita, asistimos durante dos horas al Museo Thyssen. Todo muy bien organizado, con cita previa, porque si no, no habríamos logrado entrar por aforo completo, como nos ocurrió en en Museo Cerralbo y en el Museo Lázaro Galdiano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario