Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

miércoles, 28 de septiembre de 2022

Consternados, pero resignados y optimistas

           Llega el decimosexto y último post de ese itinerario de 13 días por los Balcanes, Corfu y Roma. Quedará uno más sobre las cifras del viaje, pero ese tardará. Como prueba recordar, que aún no he publicado las de nuestra aventura por Cerdeña y México, en octubre y noviembre pasado.

          Aún estamos consternados e incrédulos, debido a las dos grandes contrariedades de este viaje, que han sido, la no visita , a Gyrocaster y sobre todo , la perdida de todas nuestras fotos. Ya no tenemos esperanza de recuperarlas, dado que son cinco días sin noticias de la oficina de objetos perdidos del aeropuerto de Fiumichino. Ni siquiera, un fin de semana en la sierra y en Madrid, han conseguido mitigar los efectos.

          Pero, a la vez, corren por nuestras venas la paz y el sosiego de la resignación, que nos deben acompañar, durante los viajes, que aún quedan este año: varios fines de semana, en Madrid y los pueblos de la red de cercanías, con el bono recurrente y gratuito de RENFE; el puente de diciembre y 26 días por decidir, entre India, Vietnam, Japón o el norte de Argentina.

          Llevamos casi treinta y cinco años viajando juntos y salvo unos pocos incidentes bien resueltos, todo nos ha salido a pedir de boca. Nunca hemos tenido en ese tiempo, un accidente - ni siquiera leve-, no hemos guardado cama o perdido ninguna jornada, por sentirnos mal de salud; no nos hemos intoxicado; hemos tenido muy pocos problemas con la policía o autoridades en el extranjero, no nos han robado, atracado - salvo una vez en Ámsterdam - o pegado -salvo otra, en India-; no hemos perdido de forma definitiva dinero, tarjetas de crédito o documentación esencial...

          Vamos, que para lo malo, que nos podia haber pasado, durante tanto tiempo, nos ha ocurrido muy poquita cosa. Son ya 55 años de edad, pero ni con la cercanía de la vejez -dentro de un lustro, ya me valen la tarjeta dorada y el club se los sesenta,-, aún no consigo quitarme de encima ese perfeccionismo, que tantas alegrías me ha dado y a la vez, tantos disgustos innecesarios. 

          Al fin y al cabo, Gyrocaster va a seguir ahí, sino se lo carga la guerra, un volcán o el Estado Islámico. Y, sobre las fotos ¿Cuántas veces volvemos a mirarlas, una vez tratadas, archivadas en una tarjeta y transcurrida la candente emoción del viaje? La lástima mayor es, no poderlas agregar a esta serie de posts.

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