Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

viernes, 18 de mayo de 2012

Días de cerveza y playa

                                                                       Isla de Goreé
            Después de haber hecho la visa de India en el extranjero –aunque en España, también debe de tener sus cosas-, una se siente, como si hubiera realizado un doctorado, en visados. Aunque la verdad es, que en África occidental no ponen demasiadas pegas burocráticas. Como en el caso de Mauritania, lo primero y apremiante, que nos han pedido, es el dinero (15000 CFA, para quince días). Da igual, el color de fondo de la foto o si faltan datos de rellenar en el formulario.
Isla de Goreé
            Entretenemos un par de días, disfrutando de la playa y la fresca y barata cerveza –algo impensable, en la dura travesía del desierto mauritano y saharaui- y visitando la bellísima y encantadora isla de Goree. A pesar de saberlo de antemano, el día empieza con enfado. Aquí el timo consiste, en soplarte 9 €, por dos travesías de 25 minutos en ferry y otro y medio, por una tasa turística. Lo de tener que aflojar la cartea, por entrar a las ciudades, cada vez es más generalizado y preocupante. ¡Se extiende por todo el mundo, como si fuera la peste!.

Pero, la agradable climatología, los magníficos edificios coloniales –situados en un entorno excelente y en diverso estado de decadencia-, además de las escasas molestias de los lugareños, van dulcificando la mañana, hasta hacerla, casi extasiante, mientras degustamos unas cervezas en soledad, detrás de la fortaleza. En ese rato, cuatro gatitos recién nacidos –uno ciego- tratan de seguir nuestros movimientos, para chuparnos los dedos de los pies.

                                                               Isla de Goreé
Nos deleitamos también, comiendo un delicioso paté de anchoas local y redescubriendo los puestos de artesanía: desde cuadros bastante infantiles, a esculturas hechas con antenas de móviles, cucharas, brochas, mandos a distancia, candados, botones, latas de sardinas…

El próximo post, que espero escribir, deberá ser sobre Casamance, la que dicen es, la región más bonita de Senegal. Eso significaría, que no ha habido incidentes y que hemos recogido, sin novedad, la visa de Mali y hemos comprado los billetes del ferry, a Ziguinchor.
Isla de Goreé
De momento y en presencia de la luna llena, volvemos a compartir playa –de virulenta corriente- y cervezas, ahora de vuelta en Dakar, mientras los lugareños se ejercitan, realizando tablas gimnásticas, escasamente ortodoxas (no levantan la tripa del suelo y se limitan a desplegar y plegar los brazos, en lo que ellos consideran, como flexiones).

1 comentario:

Eva dijo...

Este post y el anterior, fueron escritos originariamente, el 6 y el 9 de marzo, de 2.012.