Dieciocho días con sus diecisiete noches, ha durado este tercer "interair" europeo. De ellas, solo tres las hemos pasado en un hotel: dos en Gdansk -no seguidas- y una en Bremen. Doce, han transcurrido en aeropuertos: una en Madrid, dos en Billund, tres en Gdansk, dos en Stavanger, una en Hamburgo, otra en Málaga y dos en Burdeos. Una más dormimos en la estación de tren de Gdynia y la del sol de medianoche la pasamos en blanco, descansando por la mañana en el aeropuerto de Tromso.
En total, hemos cogido diez vuelos -6 con Ryanair y 4 con Wizzair-, siguiendo este itinerario: Madrid -Billund -Gdanks -Stavanger -Gdanks -Tromso -Gdanks -Hamburgo -Malaga -Burdeos -Madrid. Cuatro aeropuertos nuevos, a sumar, a los ya casi ciento cincuenta, que conocemos y de los que os hablamos, dado que han sido nuestra casa durante algunos días.
Stavanger: muy confortable, como todos los de Noruega. Muy tranquilo, buena temperatura, wifi estupendo y sofás para dormir, sin ser molestados. Abre durante las 24 horas y tiene un supermercado Rema 1000, a cincuenta minutos de paseo. Se puede ir al centro andando -solo un par de cortos tramos de carretera conllevan peligro -, aunque son catorce kilómetros .
Tromso: actualmente está en obras, pero dispone de una plataforma lateral elevada, donde dormir a cualquier hora del día, salvo de 1:00 a 4:30, que cierra. Hay un Rema 1000 a unos veinte minutos y al centro solo cinco kilómetros, con una exigente subida y la correspondiente bajada.
Hamburgo: aeropuerto muy sobrio y sin un solo guiño a la felicidad. Cierra de 1:00 a 4:00, pero te puedes quedar dentro de un pequeño reducto en la zona de llegadas. Te piden tarjeta de embarque para el día siguiente, pero luego, no te molestan más. Hay un supermercado Edeka en la propia terminal, mucho más caro, que Rewe. La mejor forma de ir al centro, es la línea S1 de cercanías.
Burdeos; ¡Fantástico! Abre las 24 horas y no te molesta nadie, ni te piden nada. Hileras de sillas sin reposabrazos para tumbarte a cualquier hora. Hay un Aldi a tres cuartos de hora, caminando. Al centro son 11 kilómetros, siempre por acera, pero el tranvía sale muy barato.
Decir, que apenas hemos tenido percances en los controles de seguridad y que tuvimos dos retrasos significativos: Tromso -Gdanks, una hora y Hamburgo -Malaga, cien minutos.
Se nos olvidó en el post anterior, comentar algo más sobre los alemanes. La mayoría domina el inglés, pero son muy reticentes a usarlo, como diciendo::" tú a mí, me hablas en mi idioma". Muy desagradable, la verdad.
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