Ángeles (Filipinas)
Bangkok (Tailandia)
Bangkok (Tailandia)
Nakhom Pathon (Tailandia)
Bangkok (Tailandia)
Estamos en Bangkok, donde hace
mas de tres meses iniciamos nuestro viaje por el sudeste de Asia. Llegamos ayer
por la mañana y ya tuvimos tiempo para informarnos y decidir, que no iremos a
India. El visado es lento -puede tardar hasta diez días- y farragoso. Así que
el lunes, trataremos de obtener el de Myanmar.
Los nuevos planes pasan por
permanecer por allí, hasta el 15 de octubre -más o menos-, volver a Valladolid,
a presentar los escritos de fin de excedencia y marcharnos a Túnez, hasta que
mi chico empiece a trabajar (11 de noviembre). Pero aquí los planes, cambian
tres veces cada día.
Los últimos días en Filipinas, los
pasamos languideciendo y lamiéndonos las heridas de la perdida de nuestras
fotos. Como las habitaciones en el entorno de Manila son peores que en el resto
del país, aprendimos a practicar un nuevo deporte, que se llama bolssing. No es
tan divertido como el rafting o el cayaking, pero también pone. Como las duchas
eran, de lanzarte agua con el cazillo y estos eran cutres y sucios, decidimos
ducharnos a bolsazos. Se le acaba cogiendo el truco y la sensación es
gratificante. Es mejor una bolsa mediana que grande. Se llena hasta las dos
terceras partes, se hace un rápido giro de muñecas, se coloca sobre la cabeza
para volcarla de golpe y listo. Ducha a ducha se mejora la técnica.
Nakhom Pathon (Tailandia)
En uno de esos hoteles además,
tuvimos que coger la habitación por horas. En la segunda planta, que era la de
los guiris despistados, solo estábamos nosotros. En la primera, decorada para
la ocasión y sus funciones, las niñas esperaban tranquilamente a sus clientes. Buen
rollito entre todos y necesaria convivencia: Ni ellas nos molestaron, ni
nosotros tampoco.
Pero eso si, hasta el ultimo
momento comimos de muerte. Es que hasta el fast food local o la sopa de sobre o
bote, están cojonudas en Filipinas.
Ayer en Bangkok matábamos la tarde
algo mustios. Los recuerdos de la primera estancia aquí, cuando todavía quedaba
todo el viaje por vivir y la perdida de nuestras fotos, nos tenían muy depres.
Porque desde que desaparecieron, hemos visitado algunas ciudades que ya vimos y
nos han venido recuerdos muy tristes.
Cuando íbamos para el hotel, nos
para la policía, por primera vez en cualquier viaje. Nos piden los pasaportes y
uno de ellos empieza a toqueteara mi chico tratando de sacar el bolsillo
interior donde lleva el dinero y sus tarjetas.
Los que hemos viajado sabemos, de
decenas de personas a las que le robaron falsos policías, así que el empezó a
forcejear con el madero y a tratar de escapar. Ambos cayeron al suelo, mientras
yo lo contemplaba, atónita. Mi chico trató de calmarse y de explicarle -los polis, ni papa de
ingles-, que si quiere registrarle, le lleven a comisaría, andando o en un
medio de transporte publico, que es lo que siempre recomiendan las guías.
O que por el contrario, él le
enseña las cosas y le deja de tocar. Conseguimos que se tranquilice y al ver
que no pretende robarnos, aunque si registrarle a fondo, se calmo él también.
Bueno, más que registrarle, pretende toquetearle, porque no deja de tocarle el
culo y los huevos varias veces, hasta por dentro del calzoncillo. ¿Maricón o
sabueso antidrogas?. ¡Buda dirá!. Con migo no se atreven. Solo me registran la
bolsa que porto y me huelen hasta la pajita, de un refresco que me había
tomado, unos diez minutos atrás.
¿A cuántos guiris, habrán
registrado en Tailandia, de esta humillante forma?. A pocos. ¿Y a cuantos, les
habrá caído un pesado animal encima, en Bali?. A menos todavía. ¿Y a cuantos,
les ocurrieron las dos cosas?. Si, esa es la respuesta: A nosotros.
Y esto ocurrió en el país, en
teoría, más seguro para el turismo de la zona. Pero tuvimos la suerte, de que
sucediera en el día 93 de viaje y no en el 3, en nuestra primera estancia en
Bangkok, lo que nos habría dado, mucha más inseguridad para el futuro.
Por lo demás, seguimos
estupendamente y sin novedad.
2 comentarios:
Este texto fue escrito, originariamente, el 27 de septiembre de 2.008.
Joer, que historia más fuerte. Menos mal que os salió ien!!.
saludos
Hector
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