Bangkok
Nuestra llegada a Bangkok - aquella ciudad que abandonamos precipitadamente en octubre de 2008, entre lágrimas- resultó algo desconcertante. No porqué nos impidieran la entrada al país -como ya se ha dicho- y a pesar de que Selene estaba angustiada con el tema, sino porque el recibimiento nos pareció hostil, en uno de los países más amables del mundo. Por un lado y para sacar más dinero, han quitado el bus directo a kahosan. O tomas varias y tediosas combinaciones de autobuses o te subes al no barato monorrail, que, encima, no deja nada céntrico.
Nuestra llegada a Bangkok - aquella ciudad que abandonamos precipitadamente en octubre de 2008, entre lágrimas- resultó algo desconcertante. No porqué nos impidieran la entrada al país -como ya se ha dicho- y a pesar de que Selene estaba angustiada con el tema, sino porque el recibimiento nos pareció hostil, en uno de los países más amables del mundo. Por un lado y para sacar más dinero, han quitado el bus directo a kahosan. O tomas varias y tediosas combinaciones de autobuses o te subes al no barato monorrail, que, encima, no deja nada céntrico.
Por otro, la ruda atención de la oficina de turismo y el que - al menos hoy -, si sales de la terminal de llegadas, no puedas volver a entrar, ni siquiera a pedir un plano, nos resultaron desconcertantes e impropios, de lo que recordábamos, como una maravillosa ciudad.
Bangkok
Cierta contrariedad, también estuvo motivada, porque todos los bancos de Tailandia, se hallan puesto de acuerdo, para extorsionar al pobre extranjero: Han decidido cobrar –y cuando digo todos, son todos-, 150 abusivos bhatas de comisión, para cada extracción del cajero automático. Por tanto y dada la seguridad del país, ahora resulta mejor, viajar con dinero en efectivo.
Cierta contrariedad, también estuvo motivada, porque todos los bancos de Tailandia, se hallan puesto de acuerdo, para extorsionar al pobre extranjero: Han decidido cobrar –y cuando digo todos, son todos-, 150 abusivos bhatas de comisión, para cada extracción del cajero automático. Por tanto y dada la seguridad del país, ahora resulta mejor, viajar con dinero en efectivo.
Bangkok
Tras estos primeros momentos de incertidumbre y tras descansar unas horas, pudimos constatar, que lo que es la ciudad en sí, no ha cambiado mucho, desde hace tres años. Lo más perceptible, es que se ha reducido el número de tuk-tuk - en favor de los taxis convencionales -, han aumentado los rentables Seven Eleven - donde comercializan una nueva bebida, llamada Siam Sato, que alivia el bolsillo, después de la abrupta subida de los impuestos de la cerveza -, y que ya no es tan fácil escaquearse de pagar en los templos (sobre todo en el Pho), como antes. Los que también han aprendido, son los de los exóticos insectos fritos - hay menos que hace años - y ahora, además de por el género, cobran por hacerles fotos.
Bangkok, sigue siendo barato. Muchas cosas ni siquiera han subido de precio, aunque el incremento se produce, por estar en 2008, el euro a 53 bahts y ahora, a 42. Pero, en la calle paralela a la principal de Kahosan, aún es posible comerse unos espectaculares noodles fritos, con marisco - bastante - y vegetales, por tan solo 35 bahts. O sopas picantitas en el Eleven -a 12 bhats-, enormes salchichas, a 5…Bangkok
Aquí, estuvimos diez días, entre parón por enfermedades leves y hacer la visa de Myanmar, gestión que resultó muy fácil. Podríamos, sin embargo, estar perfectamente un mes, sin cansarnos, en esta fantástica ciudad, donde disfrutamos ganado una Euro de fútbol, en junio de 2.008. Y todo. ello a pesar de la discreta calidad de los alojamientos económicos. Por cierto: por segunda vez, se frustraron nuestros planes de visitar Kanchanaburi ( la localidad del puente sobre el río Kwai ). ¡Otra vez será¡
Tras estos primeros momentos de incertidumbre y tras descansar unas horas, pudimos constatar, que lo que es la ciudad en sí, no ha cambiado mucho, desde hace tres años. Lo más perceptible, es que se ha reducido el número de tuk-tuk - en favor de los taxis convencionales -, han aumentado los rentables Seven Eleven - donde comercializan una nueva bebida, llamada Siam Sato, que alivia el bolsillo, después de la abrupta subida de los impuestos de la cerveza -, y que ya no es tan fácil escaquearse de pagar en los templos (sobre todo en el Pho), como antes. Los que también han aprendido, son los de los exóticos insectos fritos - hay menos que hace años - y ahora, además de por el género, cobran por hacerles fotos.
Bangkok, sigue siendo barato. Muchas cosas ni siquiera han subido de precio, aunque el incremento se produce, por estar en 2008, el euro a 53 bahts y ahora, a 42. Pero, en la calle paralela a la principal de Kahosan, aún es posible comerse unos espectaculares noodles fritos, con marisco - bastante - y vegetales, por tan solo 35 bahts. O sopas picantitas en el Eleven -a 12 bhats-, enormes salchichas, a 5…Bangkok
Aquí, estuvimos diez días, entre parón por enfermedades leves y hacer la visa de Myanmar, gestión que resultó muy fácil. Podríamos, sin embargo, estar perfectamente un mes, sin cansarnos, en esta fantástica ciudad, donde disfrutamos ganado una Euro de fútbol, en junio de 2.008. Y todo. ello a pesar de la discreta calidad de los alojamientos económicos. Por cierto: por segunda vez, se frustraron nuestros planes de visitar Kanchanaburi ( la localidad del puente sobre el río Kwai ). ¡Otra vez será¡
2 comentarios:
Este post fue escrito, originariamente, el 9 de agosto de 2.011
Hola. Hacia mucho tiempo que no entraba por aqyi. Celebro que hayas vuelto a escribir.
Feliz año
Diego
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