Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

viernes, 24 de mayo de 2024

Transportes privados desfasados y negocios emergentes poco ocurrentes

           Hace quince años, que vinimos por primera vez al sudeste asiático y también, a Indonesia. Hay cosas, que han cambiado, como la calidad de los alojamientos para bien que en más de cien días de viaje, entonces, no viéramos una sola pastilla de jabón, bote de champú o rollo de papel higiénico, cosas que hoy aparecen en casi todos los alojamientos.

          Pero hay otras cosas, que de manera endémica, duradera y claramente proyectable hacia el futuro, permanecen igual. El más inmovilista es el sector del transporte privado. Los "drivers" con las mismas técnicas y frases de siempre: "Hello mister, taxi yes", mientras tratan de acompañarte hasta que les digas, que sí, de forma más o menos hostigante o haciendo gestos de mover un volante. Ni entienden, ni han entendido nunca, que el guiri tonto no lo es tanto para saber coger un taxi por si solo o que llegado el caso tendría habilidades para pedir ayuda. Por otro lado, la mayoría de los turistas van con el móvil de la mano, han estudiado más o menos, sus pretensiones, tienen tarjetas SIM del país, que les permiten estar conectados en todo momento y conocen las aplicaciones, como GRAB, que presta diversos servicios sin intermediarios bien sea de transporte, comida u otros. A estos pobres buscavidas desfasados, alguien debería llevarles por el camino del reciclaje profesional, aunque resulta difícil, porque muchos de ellos no saben, ni leer, ni escribir. De todas formas, algún guiri imprudente sigue cayendo.

          Con sorpresa y estupor, hace unos días y en el aeropuerto de Bali vimos, como dos inconscientes mujeres y en plena noche, con bultos de ruedas, se entregaban a dos motoristas, para que las llevaran a su supuesto hotel. ¿Habían calibrado los muy probables peligros?

          El otro gran sector anquilosado y víctima constante del fracaso son, los visionarios emprendedores, que montan negocios al olor de turistas y viajeros. Hay decenas o centenas cerrados en cada sitio, pero no aprenden e incurren en gastos cuantiosos, que en no mucho tiempo, les llevan a la irrecuperable ruina. Ejemplos los hay en todos los sectores del turisteo.

          Mucho más inteligentes son esas señoras de los puestos de comida, que invierten poco y granito a granito, se van forjando unos merecidos ingresos. Esto es más viejo que el hilo negro. Recuerdo el mundial de fútbol del 82, cuando en el grupo, que jugaba en Valladolid, cayó Kuwait. Muchos empresarios se volvieron locos, para luego descubrir, que los que vinieron, comían hamburguesas y bebían coca colas,sin más.

          Nosotros podemos tener en el banco, diez mil veces,lo que un indonesio, pero eso no significa, que hayamos venido aquí, a gastarnoslo todo o a que nos estafen en cada esquina o con cualquier triquiñuela ocurrente. No comprenden, que la mayor parte del dinero lo gastamos en los pasajes aéreos y que una vez en el destino, nos gusta más hacer actividades sin excesivo coste, que convertirnos en el gordo o la pedrea de los lugareños.

 En el tercer mundo -incluida Indonesia -, el concepto ocio no es entendido, ni por los más avispados. Ellos piensan, que siempre el turista necesita transportarse o estar dilapidando sus euros 

jueves, 23 de mayo de 2024

Se nos atragantó Sumbawa

           Creo, que la única vez, que he perdido el control en este viaje, ha sido, cuando en Sumbawa y parte de Lombock, nos han tenido sin poder tomar alcohol -ni siquiera una misera cerveza -, durante casi cuatro días y sus respectivas noches, mientras nos machacaban con la lentitud y arbitrariedad de los transportes, nos devoraba el monzón o éramos sometidos a vejaciones y risas por los lugareños, simplemente para su divertimento. La vida es muy aburrida, porque en buena parte del territorio de la Sonda, no hay ni siquiera ni bares de té o café. Nos dejaron tranquilos, después de que se dieran cuenta de que con sus indisimuladas tretas colectivas, no iban a sacarnos una sola rupia.

          En los primeros viajes al sudeste asiático -salvo Tailandia y Laos-, vivíamos en una especie de montaña rusa, lo que afectaba a diario a nuestro carácter . Hace ya tiempo y en esta zona del planeta, que nos tomamos la vida con mucha más filosofía, tranquilidad y sin sufrir desgaste. Ya no entramos al trapo de casi nada, ni de casi nadie, pero debemos reconocer, que Sumbawa se nos ha hecho largo y que en esta isla hemos sido maltratados de diversas maneras y ninguna ha sido, precisamente, sutil. No vamos a arremeter contra nadie, porque la mayoría de la gente en Sumbawa y en el resto de Indonesia es buena, al margen del gran salvajismo adquirido, que es variado. El común de los mortales trata de ayudarte, a su manera, incluso, cuando no están preparados para ellos, porque hemos detectado, que mucha gente no sabe leer, ni escribir.

          La gente mala es la de siempre, la que espera sacar algo de ti, abiertamente y a tumba abierta o bajo manipulación y confusión. Son  los mismos de casi todas partes del tercer mundo: los del transporte, los  de las agencias, los buscavidas sin oficio, pero con mucho tiempo libre y los molestadores profesionales. Serán los  gestores de los alojamientos o las señoras de los concurridos puestos de comida, la que os hagan la vida más fácil, porque va en sus genes, se juegan su esforzado beneficio gota a gota y su prestigio.

          Sobre el gremio del transporte y los supuestos negocios emergentes en el tercer mundo, hablo en la próxima entrada.

"De analógicos, a digitales*, exposición en el Espacio Telefónica de Madrid


 

domingo, 19 de mayo de 2024

Vida ajetreada, entre el segundo y el tercer "interair"

           A pesar de haber regresado más tarde de lo previsto de nuestro segundo "interair", aún llegamos a tiempo para disfrutar de las fiestas de San Pedro Regalado, en Valladolid y las de San Isidro, en Madrid.

          En la plaza Mayor de Pucela, asistimos a un doble concierto, patrocinado por Ouigo. Primero tocó Marlon, con mayoritario público joven. Está audiencia tiene unos comportamientos peculiares, que la diferencia de los que ya tenemos una edad más peligrosa. Se dividen en dos: los que se pasan el concierto hablando de tonterías, sin escuchar la música, ni dejar a los demás atender al concierto y los grupos de jovencitas, que se las saben todas. Ambos, ingieren , en su mayoría, bebidas energéticas.

          Marlon nos encantó, al igual , que Sidecars, a los que ya habíamos visto en una pequeña sala hace unos años. El día siguiente contemplamos a Destino Rubicón en otro escenario de la ciudad.

          Y el domingo, nos fuimos a Madrid, al Parque de las Vistillas, para asistir al concierto de Ella Baila Sola. En este caso, público mayor, con otras características muy diferentes: escuchan y no hablan, beben cerveza y cosas más fuertes y olor generalizado a chocolate (en los ochenta, llamado costo). La nueva formación tocó, incluso, temas nuevos.

          El día previo a San Isidro nos presentamos en el mismo parque para disfrutar de Coco Bazar, K1ZA y Boston Babyes, en el 44 Festival Villa de Madrid de Radio 3. No nos quedamos a Los Punsetes y decidimos volver a Valladolid en el último tren, porque hacia frío.

          Y dos días después, asistimos a otro evento organizado por la misma emisora: el Festival del Día Internacional  de los Museos -de 7 a 21 horas -, donde nos deleitamos con Pignoise, Los Enemigos, Los Estanques, El Columpio Asesino o Lady Banana.

          Ayer y de forma gratuita, asistimos durante dos horas al Museo Thyssen. Todo muy bien organizado, con cita previa, porque si no, no habríamos logrado entrar por aforo completo, como nos ocurrió en en Museo Cerralbo y en el Museo Lázaro Galdiano.