Backwaters
Madurai es probablemente –con el permiso de Fort Cochin, en la costa oeste-, el lugar con más plastas por metro cuadrado, detodo el sur de la India, incluidos, los de seguridad, que te registran a la entrada del maravilloso templo. Mientras a los hindúes apenas les tocan, a nosotros al menos, nos sobaron y pusieron pegas, hasta que consiguieron hacernos perder la paciencia.
Menos mal, que hay dos cosas, que funcionan muy bien en este país: hacerse el loco, cuando te vienen a pedir dinero por supuestos servicios, y vociferar en tu propio idioma. El contenido del mensaje resulta indiferente, aunque te quedas bien a gusto mandándolos a la mierda o similar.
Fort Kochi
Además de mucho calor y estrés, provocado por el caos circulatorio, poco más ofrece está ciudad, salvo una bonita catedral cristiana y un discreto palacio. Se ha puesto de moda, cada vez en más países, el pagar en los lugares de visita, por el uso de la cámara o por la filmación de videos e India, en lo que sea sacar dinero al turista, va a la cabeza. Las 50 rupias en este concepto, en el templo, nos las ahorramos haciéndonos los tontos. En los 15 días que llevamos en el país, aún no hemos desembolsado dinero, por contemplar atractivos turísticos y lo hemos visto todo. ¡La economía de guerra, hace agudizar el ingenio!
Fort Cochin nos ha encantado, con sus bellas casas coloniales, iglesias y maravillosa puesta de sol –llena de lugareños, pelmas y guiris-, contemplando las famosas redes chinas. Matacherry, tampoco está mal, siendo del mismo estilo. Al otro lado de la bahía, donde se cruza por ferry, Ennakulam es desesperadamente caótico y feo.
Un par de días más tarde y por tan sólo 10 rupias, fuimos desde Kotayan –lugar horrible- a Allepey, por un entramado precioso de canales, lleno de paisajes caribeños y sintiéndonos los protagonistas de la Reina de África. Emocionan las estampas de la vida cotidiana y las espectaculares casas-barco que navegan por la zona, llamadas backwaters.
Matancherry
Pueden ser alquiladas por 24 horas a precios razonables. Viendo que en los lugares de visita, nos cobran veinte, treinta o cincuenta veces más que a los lugareños, aún sigo sin entender, como nos permiten hacer este recorrido en transporte público, desembolsando el mismo importe, que los nativos.
Ya muy avanzado el periplo por el sur de la India, hay unos cuantos tópicos sobre el país –tantas veces escuchados y leídos-, que no nos cuadran.
-“India o la amas o la odias”. Pues ni lo uno ni lo otro. Probablemente acabe siendo, de los países más interesantes que he visitado en mi vida –sino, el que más-, pero sin sentimientos extremos.
-“Para conocer un poco India, hay que ir al menos un mes”. Sencillamente, una estupidez. Hay quien en diez días, asimila más esencias, que otros en un montón de años.
Backwaters
-“India es durísimo”. Pues de momento, tampoco es para tanto. Salvo el insufrible tráfico, no hay muchos más padecimientos, que evitar a los pelmas. Hasta ahora, es posible que en este país, hayamos encontrado a la gente más desagradable –por encima de los judíos-, de los 107 que conocemos.
El caso es, también, que mucha gente, atraída por supuestas frases hechas, leyendas y tópicos, acude a este país, apenas habiendo salido de Europa. ¡Y entonces, si que puede ser desagradable y duro¡
-“Después de ir a India, ya ningún destino te sorprenderá”. Lo dudo. Ya he escrito bastante más de nuestra estancia en Sri Lanka, que en India. Y cuando, nos vayamos de aquí, seguro que Bangladesh o Nepal –nuestros próximos destinos-, nos resultarán maravillosos.
“Hay mucha gente en India, que viaja buscándose a si mismo”. No se en el norte –aunque, supongo que alguna habrá-, en Phuskar, Varanasi o poniéndose ciego a gang –marihuana-, en Manali. Pero, en el sur, no encontramos a nadie con ese perfil, hasta el momento.
Mysore
Seguro que en el futuro, cambiamos de opinión sobre algunas cosas. Pero, de momento, esto es lo que podemos aportar desde nuestro pensamiento y no adaptándonos a las opiniones de Lonely Planet, que muchos viajeros toman como Biblia.
En este viaje, hemos visitado los dos países más llenos de tópicos, que conozco: Myanmar e India.