India es un caos de tráfico a todas horas, incluida la madrugada. Sin embargo, como casi todo en el país, la circulación tiene sus horarios. Por lo mañana, los vehículos de reparto, los camiones y autobuses siembran el pánico en todo ser viviente, menos en las vacas. Colapsan el tráfico, porque a veces, tienen, que hacer mil maniobras para entrar o salir de calles estrechas o de las atestadas por puestos callejeros, motos aparcadas, motos circulando, personas... Los motoristas, además de salvajes, son unos cracks esquivando todo lo que se mueve o permanece estático. Creo, que deben llegar a casa con dolor de piernas y de cintura, porque además suelen llevar a , a dos y más personas de paquete, generalmente, adultos.
Sobre las ,13 o 14 horas, desaparecen los vehículos pesado casi por completo y queda un tráfico fluido de ciclomotores, que te taladra el cerebro,pero, que al menos, no hace recular al peatón.
Al atardecer, el noventa por ciento de los vehículos de motor, que transitan por el asfalto - cuando lo hay- son motos, pero con una conducción mucho más agresiva y temeraria. Es hora de refugiarse en el hotel, sino se quiere comer riesgos.
Salvo en las estaciones de buses y de tren, donde el servicio es permanente,, la comida también tiene sus horarios en los tenderetes y negocios de la calle. Por ejemplo, aquí en Margao, nos hemos acostumbrado a comer a más de las cinco de la tarde, que es cuando empieza la fritura de las bondas, las guindillas, las samosas, los sándwiches... porque al mediodía, la oferta es muy escasa. Hay otros vendedores de mañana, pero son mucho menos y el género suele estar frío y llevar hecho unas cuantas horas (sino de la jornada previa. A medianoche y en las ciudades de tamaño medio a pequeño, es complicada ingerir comida de forma económica.
En India , lo caro no tiene porque ser bueno, ni lo barato malo. Hemos estado en algún hotel de 1200 rupias, para que el baño -siempre dentro- sea indigno del precio de esta alcoba. Por el contrario, hemos pernoctado en alojamientos de 600, con sus sanitarios nuevos o muy bien mantenidos.
Pero es que además, India nos iguala a todos: tú puedes estar en un resort de lujo de 6000 rupias y yo, en una cabaña de ,500, pero al salir a la playa, a la calle, al campo...nos vamos a encontrar exactamente lo mismo.
El hábitat urbano o rural no te protege de mejor manera por tener más dinero o dilapidar lo poco, que poseas, salvo que viajes en una burbuja. Por mucha pasta, que tengas, no podrás eliminar la basura, las aceras destruidas, las vacas, los olores deliciosos mezclados con los nauseabundos, los lodazales sin fondo...
Esta mañana y en la tienda del alcohol, vimos a unos chicos distraídos y formando cola, preguntando por botellas de cerca de 2000 rupias. Lo que yo bebo por las noches, cuesta 30 y unos y otros, dependiendo del ritmo de ingesta y la cantidad, vamos a conseguir lo mismo por una parte, perjudicarnos y por la otra, relajarnos o mamarnos.
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