jueves, 26 de septiembre de 2024
miércoles, 25 de septiembre de 2024
Duodécimo viaje 🛩️ a Marruecos
Hoy, volamos a Marrakech, con Ryanair, después de 16 años de nuestra última visita a la ciudad 🌆.
Serán ocho 🕗 días, en los que volveremos a Ouarzazate y completaremos el periplo entre otros, con las kasbahs de Ait Ben Haddou y Skoura.
martes, 24 de septiembre de 2024
El tren 🚂 en India (parte II)
Pensándolo bien, la razón fundamental, de que hayamos tenido más dificultades para conseguir billetes de tren en India puede ser -no estamos seguros, pero tenemos indicios-, que han suprimido la cuota de tickets para extranjeros en las clases más económicas, aunque la siguen manteniendo para las de aire acondicionado.
En India, también hay ventajas para "ladies", que disponen de vagones y ventanillas propias y para militares, que pagan parte o nada del precio del pasaje.
Vamos ya, con las formas habituales de conseguir un boleto ferroviario. Evidentemente, si quieres billete de segunda general, lo conseguirás casi siempre, esperando una cola, que hoy en día, es mucho más corta, que hace años, sin saber por qué.
Si deseas sleeper, rézate algo, rellena el formulario -hostil, las primeras veces- y a parte del ordenador, tu futuro va a depender bastante de la persona, que te atienda. Si hay plazas, perfecto. Si puedes elegir tus literas preferidas, ya es sublime .
Si no, existen varias opciones: WAIT LIST o lista de espera. Tienes billete, pero no puedes subir al tren y cancelarlo, te costará un 25% del precio total. Es una especie de timo, que hoy en día tiene un poco más de soporte, porque en la actualidad -solo con móviles indios-, te van mandando mensajes, según avanza la lista. Antes, ni eso, teniendo que ir a preguntar a cada hora, a las "enquires". Ni se os ocurra esto
Billete RAC: puedes subir al tren, pero sin plaza asignada. En el vagón te buscas la vida, te la encuentra el revisor o viajas donde puedas.
Cuota TAKHAL o la estrella de este viaje, aunque ya la habíamos disfrutado en algunos anteriores. Un cupo de billetes se guarda y se vende 24 horas antes, a quien anda muy pendiente -las apps ayudan, pero a veces, los taquilleros no tanto -, tenga suerte o caiga bien al ferroviario. Es algo más caro, que un billete normal, pero la diferencia no llega, ni a un euro. Disponible cada día, sólo a partir de las once 🕚 de la mañana (🕙 diez, para las clases de aire acondicionado).
Dicho esto y como es India, parte de todo esto puede cambiar en cualquier momento.
Para ayudaros y al margen de la web/app, de Indian Railways, hay al menos otras cuatro aplicaciones, que os ayudarán en vuestros objetivos. Las dos más válidas son "Where is my train", que os ubica el status actual de cada tren y "Confirmtkt", que además de estas cosas, os dará las plazas libres en cada tren y vagón y las diferentes opciones de RAC y Takhal (última hora, en hindi).
Regla de oro: todo depende más, de quien te vende, de lo que tú hayas averiguado por una app, de que vayas de amable por la vida, de que vistas bien o de que seas guap@. Vamos, que nada puedes controlar, más que la alegría final o el cabreo.
El tren 🚄 en India (parte I)
lunes, 23 de septiembre de 2024
sábado, 21 de septiembre de 2024
miércoles, 18 de septiembre de 2024
Las últimas sensaciones del undécimo viaje largo
Y poco a poco, fueron aflorando en mi mente, los recuerdos de los últimos días de viaje: el encontronazo con unos maderos en el aeropuerto de Delhi; las mil quinientas rupias o dieciséis euros -pasó de verdad, no fue un sueño -, que nos pidieron en el cutre y minúsculo duty free de Ahmedabad por una lata de 🍺 cerveza de medio litro; los helados de leche de camella o azafrán iraní del zoco del oro de Dubái; los bombones del aeropuerto de Abu Dhabi; el aperol y el limoncello, encontrados en Fiumicino, que consumimos gratamente, mientras escribo esto...
Haya hueco en esta entrada para narrar las últimas sensaciones del viaje.
-DOLOR: unos intensos y persistentes pinchazos en el abdomen me llegaron a asustar, en nuestro primer día en Chipre. Después de un par de horas y tal, como vinieron, fueron desapareciendo, el lo que fue el único dolor físico de este undécimo periplo largo.
-BALSAMO: después de un par de noches de aeropuerto, en Abu Dhabi y Lárnaca y antes de otras dos, en Roma, el hotel chipriota -el más caro de todo el viaje-, resultó ser un fantastico y anhelado elixir, que nos sacó durante casi un día del estresante -aunque, emocionante- dilatado retorno (cinco vuelos, por los siete de la ida)
-OLOR A PESCADO Y MARISCOS FRESCOS: la intensa y persistente fragancia que nos habia acompañado en India, casi por dos meses y consistente, básicamente, en tufo a patatas, garbanzos y chapatis quemados, fue sustituida en Chipre por el incomparable olor a mariscos y pescados frescos de los restaurantes junto al mar, en Lárnaca. Lastima que el presupuesto solo diera para el omnipresente desayuno inglés, que por seis euros te llena a base de huevos, bacon, salchichas y alubias.
-CAOS DEL AEROPUERTO DE LÁRNACA: el embarque más insufrible, estresante y agónico, que hayamos padecido en casi trescientos vuelos. Hora y media después de dar la vuelta a seis largas filas para mostrar el billete y otras tantas para el pasaporte - no entendemos el motivo, porque Chipre e Italia son Unión Europea- y para el control de equipajes. Y para colmo, delante nos tocó una familia estúpida y mal educada.
-EL FRESCO: porque al llegar a Roma y después de mucho tiempo, disfrutamos de esa agradable sensación proporcionada por la transpirable brisa.
-FRIO: el fresco se transformó en tal, durante la última noche en Fiumicino y lo pasamos mal, rechinando los dientes, sin jersey y en pantalones cortos.
-LAS PANTALLAS: criticamos a jóvenes y adolescentes, por estar todo el día mirándolas, pero los adultos y en los aeropuertos, tampoco tienen otra forma de entretenerse. Acabar encontrando sitio para cargar el móvil termina siendo más valioso, que una medalla olímpica o hallar un trabajo digno.